Veinteava parte

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Kim RyeoWook, 27 años.
En algún lugar de la historia que está por perderse,
En el principio de mi memoria...
Y en el final de mi corazón.

Mi milagro.

Se habían conocido en sus años de escuela. Cuando eran dos adolescentes en busca de su propio camino.

RyeoWook y él eran compañeros de clase.

Nunca habían hablado, de hecho, YeSung siempre se mostró reacio a ello, y no solo con él, sino que también con el resto de chicos y chicas de la escuela. Y como se trataba de la historia romántica no correspondida de dos adolescentes... RyeoWook solo se permitía secretamente buscar una oportunidad para acercarse. Y como el destino se teje de una manera que nadie comprende... la oportunidad había llegado cuando menos se lo había esperado: en el pasillo principal de la escuela, poco antes de una clase de ciencias: habían chocado como sucede en las películas... y habían caído al suelo... cuando RyeoWook lo vio a los ojos esa vez, supo que se había enamorado.

Perdidamente de él.

RyeoWook no podía hacer más que enamorarse... más que perderse en la existencia del otro, obviamente sin perder la propia, porque si había algo que YeSung le había enseñado era a aprender sobre su propia esencia: él, como Kim RyeoWook; y además... a aceptarse.

Antes de su primer beso, YeSung le había confesado que no era nadie. Que no podía ofrecerle más que amor... que no podía más que cuidarlo y prestarle sus brazos y su hombro cuando lo necesitase... que sin importar nada, él sería su razón de ser... y RyeoWook no había sabido decir no.

... Y es que tampoco tenía razones para negarme.

Cuando YeSung conoció a KangIn y LeeTeuk llevaban no llevaban más allá de dos semanas saliendo, y eso no había influido en nada: Lo habían amado, habían caído en su encanto como él y le habían prometido apoyo y protección... diciéndole que ya no estaría solo nunca más.

Habían ido a la universidad, habían comprado un departamento, habían tenido casi todas sus primeras veces juntos... habían decidido casarse, y así lo hicieron: En un salón rodeado de velas y un fondo marino a lo lejos. Dos años antes de su sencilla boda habían comenzado a trabajar: YeSung termino convirtiéndose en un profesor de prestigio y Wook en un buen doctor como LeeTeuk. Tiempo más tarde habían compartido la ilusión de ser padres, y no habían podido, pero tampoco habían perdido las esperanzas... se habían amado hasta el infinito y así habían llorado, discutido y aprendido sobre las vueltas de la vida los dos juntos.

Se habían convertido en dos adultos hechos y derechos, rodeados de amistades y gente que los apoyaba y quería... y de otros que no tanto, pero su vida hasta ese momento no había sido tan mala.

Entonces todo comenzó a decaer.

La primera vez que RyeoWook noto que algo andaba mal había sido una mañana en la que YeSung se había despertado con la nariz botando chorros de sangre y con sus ojos oscuros llenos de lágrimas. Se había levantado para correr al baño, pero no había dado ni dos pasos cuando había dejado de sentir las piernas.

Después del desespero y la conmoción, habían llegado al hospital con la ayuda de KangIn.

No había explicación aparente

...posible estrés.

Se había recuperado con rapidez y con la misma había vuelto a enfermar

Mi milagro (YeWook) (KangTeuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora