Un mensaje de un hijo a un padre

Un mensaje de un hijo a un padre - parte 23

"La magia del relicario" 

25 minutos atrás.

· Tomas: Arman ya sal se terminó el juego.

Richard estaba en el patio, esperando a que su hermanito estuviera escondido pero no lograba verlo y así es que se unió Santiago y Michel a buscar a Arman, un juego que ya no les estaba justando a ninguno.

· Santiago: las puertas están cerradas, no se pudo ver salido a la calla, tiene que estar aquí.

· Fátima: y si se quedó dormido voy a ver a los cuartos.

Todos estaban como locos buscando, ninguno se pensó en buscar en el ático, ya que no era fácil subir y para un niño pequeño sería imposible así que recorrieron toda la casa, abriendo los closet, gabinetes, todo en lo que un niño pequeño pudiera caber.

Arman que estaba escuchando a su familia gritar y buscarlo, se quedó un momento parado, pensando, además de no saber qué decir ya no estaba enojado con su padre, sentía algo de culpa, tristeza, un poco dolido y temor porque su padre le había dado una buena cachetada, aunque ya no le dolía, el único dolorcito que tenía era el que su madre le dejo en el trasero por escapista, pero él pensaba que su padre estaba a un molesto y que lo más seguro es que su trasero lo pagaría por grosero (para él no paso el tiempo, tenía la misma ropa de aquel día y esta vez no recordaba nada de su versión pequeña) pero al escucharlos ya desesperados mejor decidió bajar y enfrentar lo que pasara.

· Fátima: Arman, donde estas.

· Arman: aquí estoy.

· Fátima: Arman regresaste –corrió y lo abrazo- Arman, nos tenías preocupados, papá Arman está aquí...

Santiago fue el primero que corrió escaleras arriba y en cuanto vio que su bebe ya no lo era, le dio mucha alegría, no era porque aquel pequeño no lo amara, sino porque sabía que en algún momento tenía que regresar a su normalidad y poder hablar con él, era él el que necesitaba más amor, el que necesitaba un abrazo y que alguien le dijera que todo estaría bien y que su madre lo había amado mucho, era ese chico de 15 años el que necesitaba todo el carriño.

· Santiago: Arman–lo envolvió en sus brazos con todas sus fuerza-

· Arman: perdóname papá... shiiff, por todo, yo no quería...pero...

· Santiago: lo se mi niño, no te disculpes es solo que este idiota... hay veces que se le olvida que tu no pasaste por una buena situación y no he sabido como actuar.

Arman apretó más el abrazo, haciendo saber a su padre que su hijo no le odio.

Santiago al no sentir el rechazo, se sonrió y lo cargo.

· Arman: papá bájame no tengo dos años.

· Santiago: para mi eres uno de mis pequeñines.

· Tomas: ya te gusta estarnos asustando, pues que te piensas...

· Arman: perdón...-dijo ya estando en el piso y no en los brazos de su padre-

· Tomas: mmm... si quieres mi perdón tienes que comprarme unas frituras... va.

· Arman: no quieres nada.

· Richard: ya me vas a perdonar... -dijo sin acercarse mucho, porque no sabía si seguía molesto con él.

· Arman en reacción solo le dio un abrazo: perdóname tú a mí, no me he portado bien y tú ni papá tienen la culpa de nada.