Un mensaje de un hijo a un padre

Un mensaje de un hijo a un padre - parte 42

"Las palabras que no se logran decir... y los pequeños que no las saben callar"   

 Arman se quedó en casa de los abuelos para facilitar mas las cosas a estos,  además Mario también quería estar con su nieto.

Santiago: no le he despertado.

Mario: no te preocupes que él duerma, es temprano -dijo cargando al niño que aun dormía con un pijama de dinosaurios-

Santiago: se los agradezco.

Miranda: no tienes que agradecer, anda ya vete que se te hará tarde.

Llevaron al niño a la cama dejándole una hora que fue en lo que despertó.

Miranda: a desayunara Arman, ¿dormiste a gusto?

Arman: si. -dijo tañándose la carrita- ¿papi ya se fue?

Miranda: ya amor, viene en la tarde por ti.

Miranda le sirvió un plato con comida y otro más con fruta, platos pequeños a lo que el niño se terminó todos los alimentos, no renegaba con los alimentos a menos que le pusieran el arroz con verdura, hay si hacia renegadora porque no le gustaba, él prefería el arroz solo y las verduras aparte.

El niño termino de desayunar y fue con su abuelo que estaba en el jardín, Mario se paró y entro a la casa trayendo un regalo.

Mario: mira lo que te compramos.

Arman: ¿qué es?

Mario: ábrelo y lo sabrás.

Arman destapo el regalo y los ojitos le brillaron, eran varios carros de construcción: ¿podemos jugar en la tierra? si, podemos.

Mario: claro que si. -dijo abriendo el empaque de los juguetes-

El niño se sentó en la tierra ayudándole a su abuelo ya que este estaba removiendo una parte de sácate Miranda quería agrandar su jardín con flores.

Arman: mira me encontré un tesoro –dijo sacando una cajetilla con cigarros tomando uno para poder meterlo a la boca-

Mario: no, no –se los quito- no te metas las cosas a la boca hijo.

Arman: pero se lo ponen en la boca.

Mario: si, pero tú eres chiquito no tienes que tomar esas cosas. Mucho menos si la ves en el piso.

Arman: estaban aquí -dijo señalando una maseta llena de plantas-

Mario: pues ni de ahí.

Miranda: lo ves, sigue fumando, ese ejemplo es el que les das.

Mario: estos no son míos, yo no fumo de esta marca. Tal vez Sack o los muchachos.

Miranda: pues espero sean de Sack y no de los muchachos.

Mario: ven juega aquí con la tierra.

Arman se sentó en medio de la tierra suelta jugando con los carritos, su abuelo en ratos tomada un carro y jugaba con el niño divertido por poder competir con el niño. Se hiso tarde pero terminaron de arreglar el jardín.

Miranda: vamos mi niño para que te metas a bañar.

Arman: los abuelitos no tienen tina.

Mario: eso se resuelve hijo, deja ir al garaje.-fue y saca un bote alto en el que dejaban botes, lo lavo muy bien no estaba sucio pero prefería que estuviera bien limpio antes de dejar al niño hay, lo dejo bien limpio y lo lleno de agua-

Miranda: ven te voy a dar un buen baño para que te puedas meter al agua –y desnudando al niño le dio una buena enjabonada quitando la suciedad y después con agua le quito todo el jabón-

Mario: ya está, ven -le cargo y lo metió en el bote con agua no era la gran alberca con la que el soñaba pero era agua y eso le encanto-

Mario aprovecho que su mujer cuidaba al niño y se fue a dar una ducha, salió y fue el turno de su mujer quien se fue a duchar y salió a ver como el niño seguía jugando.

Miranda: voy a preparar la comida.

Mario: bien.

Arman: abuelito ¿porque no tienes una alberca? Cuando hace calor es muy divertida.

Mario: porque no hay mucho espacio aquí en el patio.

Arman: si lo hay, tienes mucha basura, pero esa se quita.

Mario: jajaja –soltó tremenda carcajada por la inocencia del niño- no es basura hijo, son cosas que se necesitan.

Arman: ¿para qué? Es más divertida el agua, así mi abuelita y tú se meten a bañar conmigo y se quita su calor.

Mario: te quiero–dijo dándole un beso en la frente- mañana te voy a comprar una alberca grande ¿te gusta la idea?

Arman: sí, sí. Pero en casita ya tengo una.

Mario: si pero esa es para que tu te bañes en tu casa, te voy a comprar una para que te puedas bañar aquí.

Mario dejo al niño un rato parándose por algo cuando regreso la sangre se le helo al ver al niño parado arriba del bote, sin llegar a tiempo pues ya se había aventado al agua  alcanzando a golpearse, Mario le saca del agua viendo el puchero que el niño formaba en sus labios, el salto no resulto como él pequeño quería.

Mario: no vuelvas hacer eso –y sin pensarlo dos veces cargándole con un brazo dejo caer su mano libre en el trasero mojado-

PASS, PASS, PASS, PASS, PASS –buaa buaag-

Mario: eso fue peligroso -dijo cargando al niño quien se dedicó a llorar en su hombro- te pudiste golpear muy fuerte, o te pudiste caer.

Arman: perdón abuelito buaa.

Mario: hijo me asustaste, anda ya fue mucha agua por hoy, mañana podrás nadar un rato, vamos a buscarte ropa. –llevo al niño dejándole en el sillón aun desnudo como estaba yendo a buscar ropa para cambiarlo, apenas lo alisto lo llevo a la mesa poniéndole a jugar con un carrito-

Muy corto lo se T . T

Pero es porque lo estoy tratando de alargas un poco más, ya que   la idea era terminarla en este mismo capitulo, pero quedaba muy incompleto y no me gustaba.

Gracias por sus comentarios,  sus votos y por esperar T . T