Capitulo 23: 2da parte

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"Creo que nací al revés, ¿sabes? que salí de mi mama de la manera equivocada, oigo voces que van hacia atrás, a la gente de debería amar, la odio y a la gente que debería odiar..."

Los momentos más infelices de mi vida llegaron a mi mente y sin darme cuenta estaba empapada de lagrimas, recordé aquel día que fue donde conocí la perversidad humana, y fue el principio de mi miserable y corta vida, comencé a recordar uno a uno de los movimientos de aquel maldito señor, esas caricias que no eran para nada inocentes, su mano en mi pequeña pantaleta, posteriormente en mis senos, para finalmente terminar de saciar sus deseos sexuales asquerosos, hasta hoy podía admitir que había sido víctima de una violación, ¿como había podido vivir con eso?
Una violación, donde no solo se me había robado mi pureza, si no se me había robado, los mejores años de mi vida, me había roto, tanto como físicamente y psicológicamente, me había hecho un persona antisocial, con prejuicios del por qué no podía ser como cualquier niña normal, que no se pudo amar, que odiaba su cuerpo, cada detalle que la conformaba, que odiaba infinitamente su ser. Y así llegaron más y más recuerdos, mis primeros años de colegio, donde recibía insultos de niños tontos que al fin de cuantas habían influido tanto en mi hasta mis días, las primeras veces que pase en el sanitario llorando, extrañando y queriendo el apoyo de alguien, ¿pero que tantos problemas podría tener esa niña?
Comencé a recordar las peleas de mis padres, el intento de suicidio de mi hermana, en ese entonces era una niña que no entendía que pasaba y tuve que aprender rápido para poder ayudar a mi familia para que no se fuera al vacío, recordé las primeras terapias en el hospital, donde me sentía muy débil para poder seguir, pero ahí estaba el, el pequeño y guerrero Dustin, que siempre tenía una sonrisa para mi, aunque se sintiera peor que yo, y que fue mi compañero en los momentos más difíciles, decía que "la vida era una y que solamente cuando sientas que ya has vivido lo suficiente debes marcharte para poder darle vida a otros angeles".
Aún recuerdo todos los juegos, risas, tristezas, y ese pequeño amor que se formaba, en ese hostil ambiente, y cuando creía que todo estaba mejorando, cuando nuestro cancer iba desapareciendo, o al menos eso parecía, Dustin partió, y se llevó con el gran parte de mi corazón y ganas de vivir, el era mi compañero y quería que lo fuera para siempre, pero por más que llores los muertos no regresan.
Mi vida continuo con bajas y altas, no podía encontrar a nadie que se le compara con Dustin, cuando salí de la primaria creí que todo cambiaría, el primer año de secundaria trate de ser sociable y extrovertida, intente caerle bien a todos, pero no había caído en cuenta que era la ciudad, que aquellos niños, que mis compañeros que me habían asignado tenían diferentes pensamientos, complejos, que yo no era la chica que pertenecía a ese mundo, tuve que adaptarme a aquel sitio, aprendí a ser aún más callada por temor a decir algo que no estuviera bien dicho o hecho, tuve que soportar burlas por mi peso, de mi complexión, de mi cara, de mis piernas, de mis manos, de todo, me di cuenta de que jamás estarás del todo seguro, y que tu familia en el momento menos inesperado y de la persona que crees menos capaz te podrá dar la espalda, como lo fue con mi primo que invento que se había liado conmigo para ganar popularidad a consta de mi reputación, todos del colegio me creían la más puta y zorra, cuando yo no había hecho nada más que ayudarle en las materias y tareas.
Encontré a una persona que creí que podría ser el ser que ayudaría mi alma a sanar, me empecé a enamorar con todas mis fuerzas, si todo para que funcionara, pero como era costumbre, la vida se empeñaba en hacerme perder, este mundo mi estaba hecho para mi, y todas las personas que decían que estaría conmigo en los peores momentos, no las encontré, y poco a poco se iban extinguiendo mis ganas de vivir, comencé a hacer todo lo posible por acabar con mi vida, desde intentos de asfixia, inyecciones de aire en mi venas, intoxicación de pastillas, envenenamiento, corte en una vena, estaba cansada, pero al parecer nadie se daba cuenta, no notaban mis ojeras, mi palidez, mis cortes, y si tan solo alguien lo hubiera notado hubiera cambiado la dirección de esta decisión, pero lo hecho hecho está, no concebía encontrar a verdaderos amigos, era cierto de estaba ahí Danielle y Helen pero no quería incomodarlas, se veían tan llenas de vida, que aún no me explicaba el porque eran mis amigas, y si en algunas ocasiones me habían ayudado, y estado conmigo, lo menos que quería era hartarlas de mi, decidí callar y fingir estar bien, y comenzar a buscar amigos en línea, adolescentes como yo, adolescentes rotos, y así es como encontré, a uno de Los Ángeles que pronto encontraría cuando pudiera finalizar mi plan, si, estoy hablando de Emilie, con ella me sentía diferente, podría ser que no la conocía en persona, pero nuestras almas congeniaban muy bien y hacían una de las mejores relaciones, en pocos días se había convertido en mi mejor amiga, sabíamos casi todo de la una a la otra, teníamos como un sexto sentido y nos hacía saber cuando alguna no estaba bien, pero aún así no puede salvarla ese maldito día, ella necesitaba de mi y decidí ir a aquella fiesta mundana y pagana, y no le puede contestar sus textos de auxilio, tal vez y si me hubiera escuchado y tal vez si le hubiera dicho que todo estaría bien, ella estaría conmigo, y pero nuevamente por más que llores, los muertos no van a revivir.
Aún había una promesa la cual cumplir y esta vez no le fallaría.
No esperaba nada de nadie, de todo y todos había acabado mal, había sido violada, humillada, aterrorizada, golpeada, marcada por prejuicios tontos, y aún así logre ser decepcionada una vez más cuando entre al Bachillerato, no era el colegio eran las personas pero empezaba a importarme cada vez menos, pues pronto acabaría con todo, en este punto no paraba de llorar y aunado la canción de The Smiths, Asleep sabía que había llegado el momento de partir, nuevamente fui a darle un abrazo y besos a mis padres, cheque ml teléfono, conteste algunos mensajes, mande algunos otros dejando un mensaje un poco confuso pero deséales lo mejor de lo mejor en la vida, puse en "repetir siempre" la canción de Asleep, ya no podía, pero saque fuerzas para levantarme y tomar las cuchillas que había robado de mi padre, y por si no era suficiente las píldoras para dormir de mi tío, y algunas otras pastillas mezcladas, sabía lo que iba a hacer, y el dolor que causaría, pero debía volar, debía seguir, no quería ser la carga para nadie más, mi mente jugaba conmigo, me ponía las ideas de lo que pasaría y en impacto negativo que esto traería, y me pintaba un futuro hermoso si decidía darle la última oportunidad a la vida, por un momento lo llegue a reconsiderar, pero ya había tomado la decisión y era lo mejor, nada cambiaría, estaba destinada a ser infeliz, sabía que había peores historias, y que aún así salían adelante, y en serio admiraba tal valentía, pero yo finalmente me rendía.
Me recosté, trate de tranquilizarme, y comencé, primero me empecé a tomar las pastillas, una vez satisfecha, agarre mi cuchilla y me corte el brazo izquierdo, sin darme cuanta tire mi cuchilla al piso, la iba recoger pero ya no tenía fuerzas, me encontraba feliz por que por fin podría decir adiós, temblaba pero se me pintaba una sonrisa en los labios, en lo único que podía pensar es que siempre la sociedad se basa en estereotipos entupidos y sin darse cuenta podemos hacer mierda e incluso matar a alguien con tan solo una palabra como "gorda" "fea", se dice que cada vez el respeto, la igualdad, y La Paz están más cerca, y que están dejando de ser un sueño, y se están convirtiendo en una realidad en el mundo actual pero solo es una farsa, y no pueden decir que no es cierto por qué casa vez son más "princesas" estuve en más de 30 grupos pro Ana y Mia y la mayoría tenía más de 100 integrantes, y a diario se unían más y más añorando auxilio para poder ser "perfectas", causas: bullying, insultos, principalmente, también encontré grupos pro suicido,  la mayoría adolescentes depresivos gritando en silencio, con historias difíciles que solo la sociedad se encarga de juzgar antes de investigar, en lugar de apoyar.
Tal vez no había hecho mucho en esta vida, no había podido salvar vidas, no había podido crear cambios, pero tal vez con lo muerte podría crear conciencia, podría dejar de ser un estorbo, podría dejar de robar oxígeno, porque yo ya estaba muerta en vida, y hoy podía afirmar que estaba feliz, me encontraría con mis amigos, con Emilie, Dustin, mis ángeles favoritos que me ayudaron a seguir adelante en los lentos más difíciles en mi estancia en la tierra, comencé a sentirme un poco inconsciente, pero sin duda estaba siendo feliz en MI ÚLTIMO DÍA.
Me dormí para siempre con la más sincera sonrisa en la cara, finalmente había logrado volar.

El último día. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora