Capitulo 6

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Narra Anabella.

Taylor frenó frente a mi departamento

— No tardes mucho Nena.

— No lo haré.

Juan besó mis labios y me baje de la camioneta. Subí a mi departamento para así buscar todas mis cosas. Al entrar, después de cerrar la puerta, me quede helada. La chica que el otro día me llamó, estaba aquí adentro.

— ¿Hola?

Subí una ceja. Ella me miró y se acercó.

— Anabella, alejate de él.

— ¿A que te refieres?

Me acerqué un poco a ella.

— A él. Te va a enamorar y luego te desechará Como un trapo viejo.

— Él no es así -Le seguí la corriente- Te lo aseguro.

Sacó un arma y disparó detrás de mi. Me quede mas que helada ahora. No podía ni moverme

— Me desecho a mi como lo hará contigo y como ya lo hizo con otras. Tu me quitaste el puesto, te prefiere a ti antes que a mi.

La puerta se abrió de golpe, mostrando a Juan y a Taylor detrás mio.

— ¿Que demonios...?

La castaña lo miró de una forma un tanto extraña.

— Leila...

Juan se acercó a ella.

— Agachate.

Me quede mirándolo boquiabierta. Usa el mismo tono que conmigo. La chica se agachó de la misma forma que yo, delante de él. Juan acaricio su pelo.

— Taylor, lleva a Anabella a casa.

— Juan Luis no...

— Anabella, obedece.

Me miró mal. Tome algunas cosas y me fui dando un fuerte portazo. ¿Como se le ocurre hacer eso delante de mi? Es un idiota.

Un rato después, él apareció por las puertas del departamento. Me miró acercándose.

— Te explicaré quien es, sigueme.

Fui detrás de él. Entramos a una oficina. Me sente detrás del escritorio y él buscó unos expedientes.

— Se llama Leila Williams, tiene 21 años. Pelo castaño y ojos verdes. Trastornos alimenticios, sus padres murieron cuando era pequeña. Se crió con su tío drogadicto, otro trastorno de ella.

Lei el expediente y si. Ella también era sumisa.

— Supongo que también hay uno mio ¿No?

Se lo tendí. Juan suspiró y lo buscó. Me lo tendió y comencé a Leerlo. Toda mi información, hasta la hora que nací.

— Bue...

Se lo tendí de nuevo.

— ¿Que podemos hacer para que esto no se repita?

Me levante de donde estaba.

— Tranquila, no se repetirá de nuevo. Ya lo solucioné.

— Me imagino.

Fui a la puerta para irme. Juan me sostuvo de la cintura y me dio vuelta.

— No así Anabella. Solo mentí, la engatuse. No pasó lo que crees Nena.

Me dio un beso corto en los labios.

— ¿Deberia creerte?

— Como quieras Ana, pero te digo la verdad.

Me levantó y me puso en su hombro.

— ¡Bajame Juan! ¡Odio esto!

Me bajo en una superficie blanda. Miré y estaba en la cama.

— A ti te hice cosas que a ellas no -Atacó mi cuello- A ti te robe el mundo, a ellas no. Tu eres solo mía y ellas no.

Arrancó mi ropa. Suspire.

— Quiero que recuerdes. Mañana vamos al salón de belleza para que te peinen. La gala es el sábado. Lo demás ya está.

— ¿Por que me lo dices?

— Porque olvidarás hasta tu nombre. Hoy quiero que te desahogues en gemidos, solo para mi.

Empezó a besarme con lujuria. En serio me fascinaba. Y tenia razón, me hizo delirar y gritar. Tanto que quedé con dolor de garganta.
*

Baje del auto junto a Juan. El salón de belleza era algo grande y estaba lleno de mujeres. Entramos y Juan divisó a una mujer. Esta estaba de espaldas, hablando con un peluquero.

— Esperame aquí.

Juan fue hacia ella. La mujer de inmediato lo abrazó y besó la comisura de sus labios. Perra arrastrada

Momento... ¿Son celos? ¿Yo celosa? Ups... Esto es grave.

La sangre me hirvió tanto que salí fuera y me quede esperando un taxi. Cuando llegó uno, Juan apareció detrás mío. Abrí la puerta y Juan la cerro.

— No ira. Gracias. Siga.

El taxista me miró mal y siguió su camino.

— ¿Donde ibas?

— Lejos.

Rodo los ojos.

— ¿Es ella cierto?

Juan me miró raro.

— Hablemos en un lugar mas privado.

— ¡No! No iré contigo a ningún lado.

Juan se agacho para tomar mis piernas y cargarme en su hombro.

— ¡Bien! Bien, iré contigo.

Me soltó y volvimos al auto.

Creo que hoy voy a descubrir porqué hace esto.

50 Sombras mas OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora