NARRA NAMJOON
El móvil empezó a sonar en el momento más inoportuno. Le había dicho todo lo que quería a _____. Estando en un mundo en el que solo estábamos ella y yo. Sin nada que se interpusiera, y cada vez era más innegable. La quería y la quería demasiado. Y yo veía en su cara los mismo sentimientos, su cara para mi era un cristal. Su cara reflejaba como se sentía en cada momento y yo era capaz de distinguir cada sonrisa, cada mirada, cada movimiento de cejas. Debo parecer un psicópata que se fija en los movimientos de una chica para raptarla y no soltarla nunca.
Y en ese momento, en el que le había soltado las preguntas todas juntas veía felicidad reflejada en su cara. También veía ganas de lanzarse a mi, y confesar su amor hacia mi. Sé que sentía lo mismo. Estaba seguro que después de que me quedara sin aliento por preguntar tanto ella se habría confesado. Veía las ganas de besarnos en el aire. Se respiraba amor. Y eso es lo que me llevo a ese sueño en el que nadie podría separarnos. Pero la vida no es muy amigable y te pone obstáculos para relacionarte y tener algo con una persona a la que quieres.
La llamada era de nuestro manager, me llamaba a mi porque había visto una noticia jugosa que tenía que ver conmigo y con ____. Alguien nos había visto muy acaramelados en el McDonalds y había decidido publicarlo en internet. Era un artículo muy bien redactado de una revista bastante conocida que tenía la sede aquí. Me puse de los nervios mientras me lo contaba y lo mejor que se me ocurrió fue salir de el cuarto de ____. Sin darle siquiera una palmadita en la espalda. Me sentía miserable por eso. Y sentía que me venía a bajo.
Me apoyé en una de las paredes del pasillo, tenía ganas de pegar algo pero me controlé. No podía montar un escándalo. No sería bueno, no ahora antes del concierto. ¡Mierda el concierto!
Y si por esta noticia la gente ya no iría. Tenía miedo de que las Armys no les gustara que ahora saliera con alguien. Podía hacer un directo y desmentirlo todo, pero no me sentiría bien. Esto sería malo para mi. Me sentiría con una carga más y a _____ seguro que no le gustaría. Mierda y ahora que hago. Necesito ayuda. No sé qué hacer.
Primero respira, luego vete a pedir disculpas a _____, y por último intentar arreglar esto de las noticias. Y no me podía olvidar del concierto, mañana tendría que estar ensayando todo el día. No podría arreglarlo. Mierda.
Los pensamientos se me amontonaban el la cabeza, me sentía otra vez aquel adolescente enfadado con la vida. No lo podía entender, me importaba más lo que le pasaría a mi relación con _____ que a perder mi carrera musical. Y es que estos días mi mundo no giraba en torno a la música, si no en torno a ella.
Tenía la frente apoyada en la misma pared en la que antes estaba apoyado mi cuerpo. Cuando una voz despejó mis pensamientos. Una voz dulce y con un tono muy bajito preguntó.
-¿Namjoon estás bien?- preguntó ella. Con miedo la miré. No veía rastro de enfado ni tristeza. Su cara tenía una débil sonrisa y los ojos hinchados. Mierda había estado llorando y el culpable era yo. La abracé, la abracé lo más fuerte que pude. No la quería soltar, le había hablado fríamente cuando no quería y eso había provocado que llorara.
Me devolvió el abrazo, al principio no muy segura. Sus brazos se juntaron por encima de mi cuello, tenía metida la cabeza en el hueco de su cuello. Yo tenía la espalda curvada por la diferencia de estatura. No respondí a su pregunta, supongo que ya no necesitaba la respuesta.
-Lo siento, me acabo de dar cuenta de que hay más gente en el mundo.-le dije aún en el hueco de su cuello. No dijo nada, simplemente mesó mi cabello. Acariciaba mi cabeza para relajarme, entendí sus gestos como un "Tranquilo, hay solución a esto" tan claro como si me hubiese hablado. Aunque no supiera lo que estaba sucediendo.
•••
Los chicos ya estaban durmiendo para mañana estar en plena forma en el concierto. Yo no podía dormir. Seguía pensando en el maldito articulo de aquella maldita revista.
_____ después de tranquilizarme me dijo que me fuera a dormir, que ya era tarde y mañana necesitaría todas mis fuerzas. No discutimos, ni hubo beso de buenas noches, ni siquiera una invitación a dormir juntos. Me sentía raro.
La necesidad de ella no me dejaba dormir.
No lo pensé más y me levante en silencio. Crucé el pasillo y entré en su habitación. Encendí la luz, y me acerqué a su cama. Ella se había asustado por la luz repentina y abrió los ojos de par en par. Al darse cuenta de que era yo sonrío.
-¿No puedes dormir?-rió
-No, necesito ayuda con algo. Siempre se ha dicho que dos cabezas piensan más que una.-puso una mueca extraña, no entendía lo que le decía.- Han publicado un artículo en el que tu y yo...aparecemos...pues...besándonos... y quiero arreglar esto.-
-Mmm...¿me puedes enseñar el artículo?-
-Emm... si, claro.- me tendió su móvil para que buscará aquel maldito articulo y pensar una forma de arreglar este problema. Ella lo cambio a español para leerlo más fácilmente. Esta revista tenía sedes en distintas partes de Asia y Europa. Ella leía atentamente, y cuando llegó al final de la página se le iluminó la cara. Yo la admiraba desde los pies de su cama. Cuando acabó de leer, se acercó a mi.
-Mira.- exclamó- esta es mi revista y la que hizo este artículo la conozco.- sentenció.
-Entonces...¿Hay solución?- pregunté ansioso.
Me miró y en sus ojos vi un atisbo de posibilidad.
-Puedo hablar con ella y decirle que lo elimine. Todavía no se ha publicado y los artículos de la red se pueden borrar. Tengo una especie de amistad con ella. Pero por lo que se de su personalidad, no va a ser fácil convencerla.-explicó
Me limité a sonreír y a darle un gran beso que ella no se esperaba.
Ella era increíble, me hacia sentir como un adolescente que tiene que aprender de la vida y a la vez me hacia sentir como un poderoso caballero con la suficiente fuerza como para querer protegerla con mi vida. En ella encontraba paz, encontraba ayuda y encontraba la magia que buscaba en las personas.
Desprendía dulzura y amabilidad, también se notaba su carácter fuerte. El día en el que llegué, me sorprendí al verla agachada intentando arreglar el aparato del Wifi. Cuando se giró sorprendida al vernos. Cuando confesó que Lisa tenía mal genio cuando se trataba de grupos de su agencia. Cuando habíamos descubierto la relación de Jimin y Lisa. Cuando me besó en la noria. Me había sorprendido porque ahí en esos momentos, me sentí en las nubes. Me sentí otra persona. Sentí que vivía. La quería, y puede que sí, que sea muy pronto para decirlo pero la quiero y no la voy a dejar escapar. Tengo que conquistarla, tengo que hacer que ella tenga la misma confianza que yo tengo en ella.
Tengo que ser capaz de que ella esté segura con decir las dos palabras que pueden cambiar una relación. Las ocho letras en discordia. Las que cambiaban todo, para buenas o para malas.
Te quiero
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Compañeros (Namjoon y tú)
Fiksi PenggemarBTS necesita una casa en un país desconocido para ellos. Distinta lengua y cultura. Necesitan unas guías para este viaje y puede que también en el amor.