¿Ángel o demonio?

Capítulo X La bienvenida.

Después del horrible sueño que tuve, me levanté de mi habitación a las 5:00 am para arreglarme. Ahg tengo sueño, no se pero últimamente me he sentido muy cansada, me miró en el espejo y veo mis ojeras, pongo mis manos en mis cachetes y no tengo nada. Abro la llave del lavabo y me limpió los ojos el agua está.

¡Caliente!

Empiezo a quitarme las prendas hasta quedar desnuda y observó que se me marcan las costillas sobre mi piel blanca. Abro la llave de la regadera y está calentita «Gracias Sam» Seguramente ella prendió el boiler para que me bañará. El agua me baña el cuerpo entero pero ni siquiera el agua caliente me hace sentir satisfecha, me tallo mi cuerpo con el jabón. Salgo de bañarme y tomó una toalla. Me dirijo a mi cama para cambiarme, tomo mis prendas con toda la tranquilidad posible como si fueran copos de nieve y pudieran deshacerse en cualquier momento. Me pongo mis prendas lentamente mirando cada detalle, como se conectan con mi cuerpo y a pesar de tener mi uniforme, a pesar de que tengo ropa me siento tan desnuda, las ganas de llorar llegan a mi alma y mis gritos silenciosos están siendo atrapados por mi garganta.

Me siento en el suelo y finas lágrimas caen de mi rostro las cuales las limpió bruscamente porque ya no quiero llorar. Veo la hora en el reloj y voy a tiempo, bajo las escaleras lentamente y entre cada escalón que bajo un recuerdo bago aparece en mi mente.

La escuela estaba pintada del silencio pero en mi interior no había más que gritos esperando salir. Iba mirando el suelo sin pensar en nada. Cuando entre al salón todos estaban viéndome fijamente, algunos estaban muertos por lastimarme mientras que otros solo me ignoraban.

—¿Señorita?— me dice el profesor.
—¿Si?
—¿Qué no le enviaron el aviso de que hoy entraríamos más temprano de lo normal?.
—Eh..
—¡Lo que pasa es que nadie la quiere!— dice burlándose Emily.
—¡Mejor no hubieras venido, al fin y al cabo a nadie le importas!

Tengo que admitirlo sus palabras son como dagas en mi corazón y el ya está muy roto. Aprieto mis puños para no llorar.

—¡YA BASTA! Si no la quieren simplemente no le hagan daño e ignorenla, son unas estúpidas porque sólo quieren desahogarse en ella, bah que estupidez.

Me quedo asombrada al ver ese comentario de Steven, volteo a verlo y está enojado.
Veo a Danna y a Emily, las dos están con la cabeza hacia abajo mirando sus manos, realmente no entiendo cómo es que ellas se quedan calladas ante una verdad o como alguien tuvo el valor de decir la verdad. El profesor al igual que yo esta sorprendido, con los ojos abiertos como platos.

—Jóvenes, cualquier problema que tengan les pido por favor que lo arreglen a fuera.

Todos nos quedamos callados, bueno, en mi estar callada es normal. Emily se levanta ¿llorando? Esperen.

«¿¡QUÉ!?»

¿Emily llorando? Me sorprende pero al final de cuentas no importa que tan malo sea un ser humano, sea lo que sea sigue teniendo sentimientos. Pasa y roza mi hombro pero Danna se queda ahí sin hacer nada ¿Qué no son amigas? Entro al salón y las clases pasan normales hasta el receso.

En el receso iba caminando por la secundaria cuando en un rincón escuche la voz de Emily llorando y de Steven, me acerqué sigilosamente para que no me vieran y escuche la conversación.

—Steven ¿Porque me dijiste eso?—dice Emily con una voz rota.
—Am... Porque es la verdad— dice el con indiferencia. — Ya me tengo que ir adiós.

Trato de esconderme, Steven no me ve pero Emily si. Al verme se limpia las lágrimas bruscamente.

—Tu.— me dice con una mirada penetrante.

Da dos pasos tímidos después de estos corre hacia mi y me tira. Se monta en mi y me aprieta el cuello con mucha fuerza.

—¡TU TIENES LA CULPA DE QUE EL NO ME QUIERA! ¡TE ODIO!

Entonces azota mi cara varias veces y empiezo a sentir el sabor metálico en mi boca. No puedo respirar, me quedo callada sin hacer nada porque se que no servirá de nada.

—¡TE MATARÉ!

Me da una bofetada.

—¡Eres horrible!

Perfora mi alma.

—¡No mereces vivir!
—¡Tu no decides quien vive o no!
—¿¡Cómo te atreves a contestarme!?
—De la misma manera en cómo me lastimas.

Con la adrenalina que sentí con mis brazos le di un puñetazo haciendo que se bajara de mi, una vez en el suelo la tomé del cabello.

—¡A mi no me vuelves a lastimar!
—¡Dejame!— me dijo entre lágrimas.

Fue cuando me vi a mi misma ¡No! Yo no soy como Emily la suelto y me hecho a correr sin creer lo que le he hecho a Emily. ¿Porqué lo hice? ¿Por qué?
Sam no estaría orgullosa de mi, nadie está orgulloso de mi, mis lágrimas empiezan a salir de mis ojos rompiendo toda barrera de soberbia para poder mostrar mi debilidad. ¿Qué hice?
Dan el toque de entrada y tengo que ir a clases. Cuando entro todos me miran con cara de asombro, veo que Emily está llorando y Steven me ve con cara de decepción.

—¿Estas bien?— dice Danna.
—No porque ella— dice señalándome — es una salvaje mira como me dejo— dice Emily mostrando su labio partido y en la parte hinchada de su ojos derecho.
—¡Y ve tu, como la dejaste!— dice Steven enojado.

Alguien tapa mis ojos y yo hago un gesto de dolor porque me duele mucho la cara.

—¡Ho...— tiene una sonrisa en la cara hasta que ve mi rostro. —¿Qué te pasó?
—Markus— digo con la voz hecha un hilo.

El me responde con un abrazo, empiezo a llorar porque me siento demasiado cargada de emociones, cada grito silencioso sale de mi garganta, me cuesta respirar.

—Ya tranquila— dice el mientras acaricia mi cabello.

Lo abrazo con fuerza al escuchar esas palabras.

—¿Y tu que haces aquí si la dejaste sola?
—A ti no te importa Steven.
—Si, si me importa y si realmente la quisieras no la dejarías sola.

Markus aprieta los puños y puedo sentir como los dos se enojan.

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