Capítulo XII Una disculpa y otra pelea

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-No voy a hacerte nada- dice ella dando un largo suspiro.

-¿En-entonces que qui-quieres?-digo muy asustada.

Ah gracias maldito tartamudeo, tenías que regresa «¿Porque?» me cuestiono a mi misma de una manera un tanto dramática. Tengo miedo de mirarla a sus ojos.

-No tienes que tener miedo, sólo vengo a hablar.- dice ella con un poco de vergüenza.

Volteo a ver sus hermosos ojos azules y por primera vez, desde que la conocí puedo ver que en sus ojos existe una enorme tristeza y vacío. Se queda pensativa y yo empiezo a sentir como me sudan las manos.

-¿Puedo pasar?- dice ella con un poco de timidez
-Eh, si si, pasa.

Al entrar a mi casa doy pequeños pasos como si cada paso dependiera de la delicadeza con que lo doy, me siento junto con ella en el sofá. Se puede sentir el aire tenso, no se que decir, realmente me siento muy nerviosa, parezco un soldado con esta postura «Pareces una verdadera niña» dice mi mente o lo que yo le volteo los ojos entonces sin querelo empieza una pelea en mi mente
«Te odio»

Pues tendrás que vivir a mi lado durante lo que resta de tu vida

«Ash, cambiaría de dueña»

Pero no puedes

Había una discusión hasta que...

-Bueno- dice ella rompiendo el silencio.
-¿Si?- susurro, la verdad mi gente y yo dimos un pequeño salto, estábamos tan concentradas.

«Ya, ya no es momento de pensar en eso ahora tienes que escucharla a ella»

Cierro tienes razón

-Se que he sido la persona más mala del mundo contigo, se que te hecho mucho daño y se que una disculpa no bastará para poder arreglar todo el daño que te he hecho. Se que sientes, yo he pasado por lo mismo y peor aún ¿No crees? Si sé que es ser lastimado entonces- da una breve pausa y toma aire- ¿Porqué te he lastimado sin piedad? Es muy tonto pero cada vez que te lastimaba y te veía sufrir, cada vez que veía tus lágrimas podía sentirme mejor pero en el fondo creeme que me sentía peor que tu. Cuando Steven tuvo el valor para decirme la verdad sólo me quede pensando y quiero, claro, si tu me permites ser tu amiga. Sé que estás pasando por un momento horrible en tu vida pero por favor no te cierres en ti misma.

Me quedo pensando en todo lo que me acaba de decir Danna pues no lo puedo creer. Pero ni modo, todos seres humanos y tenemos sentimientos y por lo tanto merecemos una segunda oportunidad.

-Danna... Yo te perdono, se que todos nos equivocamos y que por alguna razón me hacías todo eso solo por favor... no lo vuelvas a hacer.

-No lo volveré a hacer- dice ella entre lágrimas y me da un abrazo.

Quedó sorprendida ante el abrazo pero después de unos segundos se lo devuelvo. Es la primera vez que abrazo a una mujer que no sea un familiar normalmente siempre me lastimaban o me evitaban y se que soy ingenua al creerle pero todos merecemos segundas oportunidades además en el fondo no conozco a Danna y por lo tanto no puedo juzgarla.

-¡Oh! Tengo algo que darte.- dice ella con mucha alegría.

Busca en su bolsa y me entrega una pequeña caja.

-Bueno me tengo que ir linda. Adiós hermosa.- me da un beso en la mejilla y se va.

La pequeña caja es roja, la abro con mucho cuidado y es un ángel de cristal ¡Hay está bien bonito! Este Ángel es tan hermoso y por un razón siento una sensación de estar cerca de mi hogar «Pero estás en tu hogar genia» En el fondo de la cajita hay una carta.

¿Ángel o demonio? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora