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T e r c e r c a p í t u l o, los días de hoy: 

 JiMin, Hoseok-pabo y algunos enfrentamientos.  

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¡Heung Gi-ah~! 

Había alguien corriendo detrás de ella a través del pasillo con pasos desprolijos una vez más, mientras ésta misma persona gritaba agitadamente sin tener la necesidad de la discreción con los demás estudiantes que se giraron a ver la aludida con curiosidad. Por un momento todo se sintió como un déjà vu, los sentidos de Gi se despertaron rápidamente después de salir de una de las peores clases de sus pesadillas, pero tuvo que despejar la idea de su cabeza un poco y dejar de lado las alucinaciones; simplemente no podría ser posible. 

Si TaeHyung, como alguna vez lo hizo, se le acercara de una buena vez le daría un ataque ahí mismo. Además, el chico debía tener una buena razón para hacerlo, como por ejemplo una amenaza de vida, o algo por el estilo. 

Escuchar su nombre vocear así de efusivamente no era tan emocionante como recordaba que fue hace un tiempo, pero Gi se obligó a forzar su mejor sonrisa laxa una vez al cerrar su casillero. Giró hacia el causante de ese grito poco masculino, viendo su imponente presencia llegar frente a ella. 

La tierna sonrisa que le estaba dirigiendo en esos momentos y las mejillas pintadas de un suave rubor rosado no concordaban con el sudoroso, masculino y travieso aspecto que su atuendo daba a entender; esa camiseta oscura lograba contrastar con la transpiración que dejaba rastro más allá debajo de sus clavículas, dándole un porte de resplandor natural. Incluso a algunas de sus compañeras usuales se les iban los ojos por más de varias veces al sexy concepto que su amigo había adoptado después de haberse tintado el cabello por enésima vez, volviendo a su color natural. 

—Hola —Gi espero a que el chico calmara un poco su respiración para contestar con una sonrisa amable, consciente de que no llegaba a sus ojos. Su tono de voz era más bien impasible frente a la tiernas tiernas mejillas sonrosadas que el pelinegro traía.

—¡Ven a comer conmigo, después de clases! Tienes que conocer a alguien. —Ningún "hola", o "cómo estás", JiMin siempre iba al punto cuando hablaba con ella, y era agradable saber que así de fuerte era la confianza después de largos años de amistad.

~ —alargó ella algo apenada, claramente reticente a su invitación—, sobre eso, estoy algo ocupada, JiMin-ah.

El mayor le había mencionado con anterioridad algo sobre un chico nuevo que tenía que conocer porque era la onda en todos los aspectos posibles. No había prestado mucha atención, pero recordaba haber entendido que ese chico era un total marginado al no encontrar su lugar por el momento, y lo único que su amigo buscaba era ayudarlo a salir hacia la luz, volviéndose su colega. 

Escucharlo hablar de él y la forma en la que lo cautivó con sus movimientos de baile le hizo pensar que JiMin había  caído en un ingrávido enamoramiento con ese chico, y sinceramente en ese momento había estado muy dispuesta a conocerlo, pues su amigo no dejaba de hablar maravillas sobre él cuando raramente expresaba mucho por las personas; la forma en que necesitaba compartir cada detalle con todos le daba entender que ese tal chico debía ser una extraordinario ser humano, pero éste mismo parecía ser muy tímido, y al poseer un dialecto foráneo tenía miedo de que a los demás les causara burla.

until you hate me | k.thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora