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S e g u n d o   c a p í t u l o, tiempo atrás:

Entre Gi y Taehyung, más un travieso Jimin, no hay tan buenos términos.

*Nota I: sucede varias semanas antes del primer capítulo.

*Nota II: la historia da muchos saltos en el tiempo, así que pido disculpas por las posibles confusiones.

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JiMin corría pesadamente al tratar de no perder la espalda de Gi, como si en realidad de su vida dependiera; la respiración bastante agitada y el sudor bajando en ligeras gotas por su sien, una persecución trillada y hermética. No se desplazaba lo más rápido que quería, sabía que sus piernas no eran demasiado extensas para abarcar a grandes pasos, pero podía decir con orgullo que le llevaba ventaja a su torpe y desaliñado adversario, tanta ventaja que la patética diferencia le hizo reír.

TaeHyung, quizá un poco más detrás por lo lento que sus pies reaccionaban en esa clase de situaciones, maldijo que su pequeño amigo fuera de piernas cortas pero con más facilidad física que él mismo. Y mientras soltaba una palabra ofensiva que no le sentaría a JiMin si éste se enterara, se detuvo un poco hasta encorvarse y colocar sus manos en sus rodillas en busca de apoyo, deseoso recuperar el oxígeno que le hacía falta después de correr por cinco largos minutos a pesar de que en cada bocanada respirar le quemara hasta la garganta.

Aunque la chica ni siquiera notara que se llevaba a cabo una peligrosa cacería a sus espaldas, sentía un pequeño escalofrío recorrer su piel de pies a cabeza a medida que escuchaba pisadas fuertes pero simplonas acercándose por donde ella caminaba, y con un mal presentimiento giró discretamente hacia los lados, sin llegar a mirar por encima de sus hombros, donde sus compañeros de clase se detenían para saludarse entre ellos, intercalaban algunas palabras, y después cada quien tomaba su rumbo de regreso a clases. 

Pero nadie alrededor daba señales de que algo malo sucediera o estuviese a punto de suceder, ni siquiera prestaban atención a su detenimiento sumergido en sospechas, y fue por eso que volvió a retomar su camino por los pasillos de la institución. Tal vez solo estaba exagerado, debía ser el estrés y la desesperación de su vida social y académica persiguiéndola hasta en los momentos que deseaba calma.  

Iba dudosa estudiando lo que consideraba como último recurso para el rumor del examen sorpresa que tenía preparado la profesora de ciencias, algo así como evaluación momentánea, esa clase de tonterías que los adultos maquinaban como el peor de los males, solamente para saber qué había absorbido la esponja en los pequeñitos cerebros de sus alumnos, y qué aspectos podían considerarse completamente perdidos.  

El portador del chisme, JungKook, usualmente no mentía, o al menos no le mentiría de esa forma, ella quería suponer. Porque casualmente, ese mismo rumor se había esparcido como virus por el aire mucho más rápido que YoonGi corriendo al ver una superficie apta para recostarse; entonces Gi no se quedaría atrás para acompañarlo y librarse de ese peso, pues ciencias no era lo que mejor se le daba.

En tiempo récord, JiMin se había detenido glorioso al lado de Gi y provocándole un brinco, algo más que jadeante, y tal vez hubo una fracción de segundo en donde ella le reconoció y se dedicaron una mutua sonrisa fugaz cargada de euforia por distintas razones. Pero aquello les duró meramente pocos segundos, antes de que TaeHyung, furioso y eufórico, llegara gritando como si de un vikingo se tratara al taclear en un gancho marcial al mayor, hasta ambos quedar tumbados en el suelo. El estruendo fue asombroso como para que ahora la atención de todos estuviera centrada en ellos. 

until you hate me | k.thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora