Flores Al Pasar

Capítulo 23: largo viaje

_Lara_

Al subir al micro y ver a mis amigos desde la ventana me doy cuenta de lo mucho que cambio mi vida este tiempo que llevo acá... estoy nerviosa, no esperaba volver así de pronto... pero ya no soy la misma, y en realidad me preocupa más mi abuela que todo lo que paso.

Hace un poco de frio, como siempre el aire acondicionado de estos vehículos esta terriblemente alto, por suerte Samy me trajo una manta, que buena que es mi amiga... siempre se acuerda de esas cosas, aunque no lo parezca es muy precavida.

El micro esta casi vacío... veo en uno de los asientos de adelante un chico un tanto inquieto, se ve que no puede dormir o ¿se está muriendo de frio?

De repente lo veo pararse, y se dirige a la parte de adelante, toma uno de los vasitos y...¿Qué? Se está sirviendo café... ¡está loco! Es horrible el café de los micros, ¡hasta el agua es horrible!

— ¡hey! Si querés a tu estomago, no tomes ese café...— le digo apresuradamente al chico

—¿ah no? — Se sobresalta y deja el vaso apoyado— entonces mejor no lo tomo y muero deshidratado—

—Por lo menos no te va a doler la panza— le contesto con una sonrisa— toma, te convido— le ofrezco mi botella de agua—

—y... ¿a qué parte vas? — le pregunto mientras le paso la botella

—voy a Marcos Juárez— me contesta mientras se sirve en el vaso

—¡ahh! Tenes parientes ahí—

—no... voy de vacaciones— bebe un sorbo y contesta

Qué extraño... no es un lugar muy turístico que digamos...

—¿no seras un traficante de droga no?— le pregunto como un chiste

—no...—

—y...¿un asesino?— pongo cara de miedo

—¡Noooo!— se empieza es reir— esta bien...—da un suspiro— voy a conocer a alguien, una chica con la que chateo hace meses y meses—

¡lo sabía! El va hasta ese lugar para conocer a una chica con la que chatea hace meses... ¿acaso es posible esto? ¿¡Enamorarse de alguien sin conocerse, al punto de viajar 400 kilómetros para conocerse en persona?! Yo ni loca... ni me vuelvo a enamorar ni viajaría tanto por alguien que ni conozco, aunque admiro eso, animarse sin importar nada ¡eso si es algo que me agrada! Viajar y viajar... eso si que suena bien.

Por otro lado... hay algo de él que me recuerda a Gabi... claro que Gabi nunca haría algo así, no... realmente no me lo imagino haciendo eso

Luego saque y le convide a mi nuevo y enamoradizo amigo algunos de los alfajores, chocolates, turrones y otras tantas cosas que me compro Gabi... es muy tierno y considerado cuando quiere...

El viaje siguió hasta que él se bajo en Marcos Juárez, yo seguí hasta Leones que es donde vive mi abuela... espero que le vaya a bien al chico. Pobre se ve medio asustado, ¡y también! Va totalmente jugado a lo desconocido.

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Ya pasaron  2 horas y 45 minutos desde que baje del micro, ahora me doy cuenta que ya no estoy en la cuidad ¡¡por acá no hay taxis!! Ni horario nocturno en los colectivos... Y pasaron tantos camiones tocándome bocina y haciéndome señas de que suba.... Ahora ya sé lo que sienten las prostitutas...  bueno podría ser peor, podría venir a atacarme el chupacabras o secuestrarme los grises o quien sabe...

Por fin llego el maldito colectivo, es el primero que pasa del día, subo, de acá es un rato hasta que llego a casa... esta amaneciendo... cierro mis ojos, se que pasaron unos meses pero siento como si hubieran pasado años...  suspiro y apoyo mi cabeza contra la ventana, solo se escucha el motor del colectivo.

Al bajar tengo 5 cuadras hasta la casa... pero en ese momento lo veo... es el auto de él... el imbécil de mi ex novio, estacionado en otra casa. Igual eso a mí no me importa, si algo que aprendí es que nadie es dueño de nadie y lo que paso pasó, no se puede vivir del rencor y hay que aprender a soltar

...pero por otro lado...

Acá hay una piedra... está ahí, como pidiendo ser arrojada contra el parabrisas del auto de esa basura... si... tomo la piedra y tras unos pasos la arrojo con toda mi fuerza, la cual impacta sobre el auto haciendo que estalle el vidrio, la alarma empieza a sonar, los perros ladran y ladran... me escondí rápidamente detras de unos arbustos con mi valija, me estoy encastrando de tierra... oh... Soy un asco, pero no importa esto vale la pena, solo quiero ver su cara de idiota cuando vea su querido auto...

¡Ahí esta! Salió corriendo de la casa, él y sus igualmente idiotas amigos... tomo otra piedra y la arrojo, 
¡¡si, Justo en la rodilla!!
con lo cual pierde el equilibrio y cae al piso... tomo mi valija y me acerco, así toda enchastrada de tierra "ahora estamos a mano idiota" le contesto mientras todos me ven sorprendidos... y sigo mi caminando. Ya sé que esto es re infantil, ¡pero qué bien se siente!

Ahora sí, ya puedo estar bien conmigo misma y llegar sin problema a lo de la abuela. De pronto noto un resplandor de luces azules... ay no... un patrullero que pasa casualmente por la esquina... ahora sí creo que voy a tardar un poco más en llegar a casa.