Algo que realmente no esperaba, de estar sumido en mis pensamientos a tener que pasar por una incómoda conversación que la verdad no tengo ganas de tener. Además... por qué tenerla ahora... podría evitar este momento diciéndole que simplemente podríamos hablar en otro momento pero no... ni siquiera tengo la voluntad para decir algo por el estilo... estoy con una sensación de que no quiero salir de mi mente y encontrarme con una realidad incomoda, en realidad... ya sé lo que me va a decir... entonces... qué sentido tiene hablar...
Los segundos siguen transcurriendo de manera muy lenta e incómoda ya que siento su pesada mirada esperando una respuesta
—y... ¿me vas a contestar? — pregunta sin más reparo
—Mmm...— suspiro
—Mira yo no te hice nada malo, y por lo menos no te prometí nada como para que estés así—
—No, no lo hiciste— la miro fijamente—
En ese momento mi siento a mi corazón acelerarse a medida que una pregunta surge de mi mente, siento la necesidad de saberlo pero a la vez no quiero saber la respuesta
—vos... ¿estás con el chico del otro día? — pregunto sin titubear
—yo no le debo explicaciones a nadie, ¿sabes? —Responde alterada— Pero si queres saber... no, no estoy con nadie. Solo lo estoy conociendo como amigo—
Cada una de sus palabras era como un golpe en el pecho, aunque sentí algo de alivio al saber que no está con nadie, aunque tampoco me tranquiza del todo
—Gabi, amigos? — dice extendiendo su mano—
También extiendo mi mano y la entrelazo con la de ella, siento como si el tiempo se detuviera por un instante en cual solo siento una profunda angustia.
—Hoy hacemos una pequeña reunión en casa, espero que vengas— me dice con una sonrisa mientras aun sostengo su mano
Inmediatamente suelta mi mano y se levanta, para luego despedirse. La veo marcharse mientras me quedo sentado en la plaza.... Siento que algo termino en ese instante.
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Ya de noche decidí ir a lo de Lara, aunque algo me dice que no lo haga y a la vez si...esa extraña sensación de saber la realidad pero a la vez la esperanza de estar equivocado y todo sea distinto.
Me quedo parado en la esquina decidiendo si entrar o no... cada paso se hace más difícil, me acerco lentamente por la oscura vereda que cada tanto es iluminada por las luces de los autos que pasan.
En estos momentos me mentalizo en cómo será esta noche, pienso dentro de mi mismo que Lara me va a recibir y estaríamos hablando toda la noche como si nada, habría música y tomaríamos unos tragos, y al final, cuando todos ya se hayan ido, nos quedaríamos solos.
Llegue a la puerta y Lara la abrió, me recibió con una sonrisa, tenia puesto un vestido de color claro decorado con alajas y un colgante con un dije en forma triangular, su pelo suelto la hace ver muy linda también...
Pasamos por el pasillo que conecta la puerta con la casa de Lara, la cual está rodeada de plantas y flores, al pasar se va sintiendo el aroma perfumado de las mismas. A medida que nos acercamos se escucha la música suave acompañada de el clásico murmullo de personas hablando y como suponía... había bastante gente, todos amigos de ella supongo. Puedo reconocer algunas caras conocidas mientras nos abrimos paso entre esas personas. La música estaba algo fuerte, en un momento Lara me dice que va a traer algo para tomar, mientras tanto seguí observando.
Entre tantas personas con sus clásicos vasitos rojos tomando y hablando, entre risas y conversaciones sin sentido estaba nuevamente yo... en un rincón, en ese momento veo para adentro de la casa. Esta Dai sentada en sillón, a su lado el chico que acompañaba a Lara hablándole. Dai parece un tanto incomoda, una sonrisa incomoda trasluce su cara y al mismo tiempo se va alejando... parece que eso del acosador era cierto. Creo que debería acercarme pero... Lara aparece con un vaso, me lo pasa para luego con una palmada sobre mi hombro me dice "pásala bien" luego se da vuelta y se dirige adentro.
La sigo con la mirada y veo como interrumpe la escena incomoda de Dai tomando de la mano al chico ese, llevándoselo hacia el primer piso... hacia su habitación.
Me quedo petrificado ante tal escena... mis pensamientos empiezan a hablar por si mismo y entre chocarse como si una multitud de palabras aparecieran una arriba de la otra.
No quiero ni siquiera pensar en lo que estoy pensando, no quiero que se forme ninguna oración, siento como me agito, solo me precipito a ir de un lugar a otro del patio de esa casa... tomo un sorbo fuerte del vaso y busco mas... afuera no hay nada y no quiero entrar a la casa, esta sensación de miedo, bronca e impotencia me invade...
No sé qué hago acá... al final todo fue en vano... soy... un idiota
Ya rendido de tanto pensar me dirijo hacia la puerta, paso por el pasillo rodeado flores... ahora es algo que me desagrada bastante. Abro la puerta y un viento frio choca conmigo... de alguna manera me relaja un poco, camino y camino mientras solo escucho el ruido del viento chocando con las hojas de los arboles dándole un aire tétrico pero a la vez relajante a la noche... como si en unas horas viniera una tormenta...
Sigo y sigo caminando, a estas horas casi no hay nadie en la calle, solo algún perro callejero pasa por ahí... de pronto me doy cuenta que camine hasta la plaza, en la que estuve otras veces... me dirijo hacia ella aunque no miro más que el pavimento y mis pies... en medio del silencio de la noche escucho algo más que el viento... es un ruido, como cuando unas botellas de vidrio chocan entre sí...
—sí que te gusta sufrir a vos—
Al escuchar esto salgo de mi estado pensativo y miro inmediatamente... es Dai apoyada sobre uno de los postes de luz, en su mano tiene una pequeña canasta de platico cargada de botellas de 500 cm2 de cerveza... ¿pero que hace acá?
—Dai... pero— digo sorprendido
—pero... ¡nada! — Sonríe y toma una de las cervezas de la pequeña canasta— es una linda noche para estar encerrado en una casa con gente desconocida ¿no te parece?
Permanezco en silencio, solo asiento con la cabeza
—toma, ahora vamos a sentarnos ¿sí? me duelen un poco los pies, estos zapatos no son tan cómodos como parecen—
—bueno...— digo mientras tomo la botella y nos dirigimos a un banco— pera Dai como o.... que haces acá?
—¿no es obvio? Sabía que ibas a estar acá, así que tome prestadas estas cervezas de lo de Lara y bueno... acá estoy—
Cruzamos nuestras miradas por unos segundos, al verla noto su expresión cálida como si quisiera decirme algo mas... luego dirijo mi mirada hacia el suelo... en ese momento noto como Dai apoya su cabeza en mi hombro para luego dar un breve suspiro.
—¿hace un tiempo estuvimos acá te acordás?... esa vez vos me ayudaste así que ahora me toca a mi hacer lo mismo por vos—
—si... me acuerdo, gracias Dai—
—a veces la esperanza es como una piedrita dentro del zapato, duele y molesta... y cuando al final sacamos esa piedrita todavía nos duele la herida que nos dejo, nos cuesta caminar al principio porque sigue doliendo, pero con el tiempo ese dolor desaparece, las heridas cicatrizan y por fin podemos seguir caminando como siempre—
—no tenés por que sufrir solo, ahora me tenés a mí para cruzar ese pasillo de flores lleno de espinas. No te olvides de eso.
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Flores Al Pasar
Non-FictionComo cambian las cosas o como cambiamos nosotros por una persona... Gabriel es un joven de 23 años un poco anti social, con un trabajo aburrido y rutinario... Pero un dia un simple error hace que su vida cambie y tome otros rumbos, nuevos sentimien...