Flores Al Pasar

Capítulo 15: siempre ahí

Baje de colectivo, esta vez salí más temprano de casa, así que decido ir por otro lado, por las dudas no voy a pasar por lo de Lara... después le hablare... camino por una cuadra paralela, llego a la esquina antes de la librería, cuando doy la vuelta ahí la veo parada... apoyada sobre la pared y con la mirada perdida
-Hola Dai!, buen día- le digo tranquilamente para no sorprenderla demasiado
Inmediatamente levanta su cabeza como si hubiera estado profundamente hundida en sus pensamientos, gira y dirige su mirada hacia mí, veo sus ojos y estaban hinchados como si hubiera estado llorando la noche anterior, camina rápidamente unos pasos y se abalanza hacia mi dándome un fuerte abrazo el cual devuelvo como acto de reflejo, que extraño... tengo esa sensación otra vez como en el sueño, ese sentimiento de calidez y tranquilidad... nos quedamos así unos segundos hasta que siento en el oído:

—nos vieron... la otra noche en la plaza...—

—¿eh? Cómo que nos vie...— contesto sorprendido 

En ese momento se escuchan unos pasos seguidos por el ruido de unas llaves, nos separamos con Dai, giramos y veo a Carmen con la boca abierta e inmóvil... lo cual interrumpe con un "ah bueno..." se da vuelta y coloca la llave en puerta de la librería mientras se desliza una pequeña carcajada que intenta disimular mientras abre para que entremos.

Habían pasado unos minutos desde que entramos y me encontraba en la bodega haciendo unas tareas y anotando cosas hasta que me interrumpen

—¿café?— era Carmen ofreciéndome una taza

—sí, gracias—le contesto mientras extiendo mi mano para tomar la taza

—¿cómo cambian las cosas no? ...Parece que se volvieron buenos amigos ustedes...—¿o mas que amigos?—me pregunta apoyándose sobre la pared

—somos amigos— cierro los ojos y deslizo una sonrisa vergonzosa.
—¿sabes algo? Con mi esposo, empezamos siendo amigos, ¡al principio nos contábamos todo! Éramos muy compañeros... hasta que un día... bueno...— me enseña su anillo, mientras se va alejándose hacia la puerta...

Una vez terminadas mis tareas me dirijo hacia  adelante y me apoyo en el mostrador... me cruzo de brazos y me quedo mirando, la veo a Dai y no puedo evitar pensar en el sueño... en la chica de ahí, esa versión más joven de ella que parecía que siempre estuvo conmigo y la realidad, es extraño pero...¿podría ser así también? o de alguna manera hay algo de eso... la veo y tengo la impresión de que esto, verla ahí parada atendiendo a los clientes, y el sol alumbrando con fuerza sobre la espalda de Dai y que hace brillar su oscura cabellera... ya paso tantas veces... como si siempre hubiera sido así...
Mis pensamientos se interrumpen ante el sonido del llamador de la puerta, entra un hombre joven y se dirige a Dai... ella se queda quieta, se quedan mirándose fijamente, se ve algo incomoda... ¡claro! ¡¡Es el ex novio!! ¿Pero a que vino?

Ella y el tipo ese empiezan a hablar con la voz baja... en un momento Dai se saca su delantal y lo lleva hacia el mostrador

—Gabi, ¿me cubrís? Ya vengo— me dice mientras se dirige hacia la  puerta con el ex

Ellos salen afuera, yo solo me quede mirando, no sé porque... pero estoy nervioso, algo me molesta, ¿¡como  puede ser que el hecho de que ella se fuera con el ex me este incomodando!?

Pasan unos minutos, me sigo impacientando... no sé por qué... pero quiero que ya vuelva, en ese instante Dai entra por la puerta, se acerca al mostrador donde estaba

—viste que te dije que nos vieron en la plaza la otra noche— mientras se pone su delantal de nuevo

La quedo mirando y solo asiento con la cabeza

—bueno, por eso vino, a reprocharme que lo deje ¡para estar con otro! ¡¿A vos te parece!?— se cruza de brazos, cierra los ojos, suspira

—bueno, Gabi así que parece que ahora sos mi nuevo novio—coloca su mano sobre mi hombro y me sonríe.

Me quede sorprendido y con la boca abierta...una sensación de calor empieza a recorrer mi cara, ¡si! Estoy nervioso y avergonzado...

¿¡pero por qué!?