Flores Al Pasar

Capítulo 26: Libre...

—¡Lara mira! Este es nuestro nuevo auto, ahora vamos a poder salir a pasear y cuando crezcas va a ser tuyo... si tu papá nos viera ahora...—

—ay... mamá...las cosas que decís...—

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Ya pasaron algunos días desde que estoy en este pueblucho, en donde nunca pasa nada...

La abuela como siempre durmiendo la siesta con su querido gato al lado... que aburrimiento... a veces ni autos pasan, no me había dado cuenta cuanto extrañaba el ruido del motor de los autos o el humo... y ahora estoy acá... sentada en el patio trasero de la casa... en mi hamaca como solía estar hace años...

Después de seguir haciendo nada me puse a recorrer la casa... como si fuera que no la conociera bien...
Camine alrededor hasta toparme con el garaje, enorme puerta despintada de madera que se abre de abajo para arriba...lentamente voy abriendo la puerta...
se nota que hace mucho no la usan... un crujido horrible digno de una película de terror hace esta puerta, pero en vez de encontrar algún monstro o fantasma esta mi viejo y mal trecho auto...
Mi viejo Citroën verde... ya algo descolorido y opaco.

Pobre me da pena... cuantas cosas viví dentro de este auto... ahora totalmente lleno de polvo, voy recorriendo el auto tocándolo con una mano... ¡mierrr! Si que está sucio...  me limpio la mano y entro... me siento en el asiento del conductor... cuantos recuerdos... si estas asientos hablaran....

Bueno... ya que estamos... coloco la llave, solo me falta girarla... ¡jesus, ala, buda... por favor que arranque mi querido auto! Giro la llave y... ¡¡arranco!! No lo puedo creer... encima... ¿tiene nafta?

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Decido salir a pasear con el auto... solo yo y  la ruta... el día esta cálido y casi no hay autos, en verdad está muy tranquilo...de ambos lados de la ruta hay un campo de flores... así que el paisaje es una combinación de verde y amarillo...

A medida que me voy acercando al siguiente pueblo el color verde del pasto se va desvaneciendo por un color marrón tierra... este pueblo también es muy tranquilo... por lo menos por ahora... al llegar hay unos hoteles que rodean el poblado y a medida que me adentro en las calles se pueden ver los negocios, bares y la plaza...o más bien es un parque... tiene una pista de atletismo alrededor.

Mucha gente va a pasar el día o va para hacer ejercicio... paso despacio con el auto mirando los alrededores de la plaza... ¿ese es...? ¡Sí! Mi amigo del micro... ¿qué hace ahí solo como perro sin dueño?
Estaciono el auto, salgo y me voy a acercando poco a poco a mi nuevo amigo...está sentado en un banco con la mirada hacia el piso...parece que algo le paso...

—¡Hola! ¿Cómo estás? — lo saludo simpáticamente moviendo mi mano derecha
El sale de sus pensamientos, gira la cabeza —Hola...— me saluda sorprendido

—¿Qué haces acá solo? ¿Por qué no estás con tu chica? —

Vuelve a mirar para abajo... se ve que mi pregunta lo incomodo— creo que no le guste— me dice con la voz quebrada

Me quedo en silencio, que situación más extraña y fea... respiro y me siento a su lado

—¡¿Pero cómo?! Viniste hasta y.... encima tenes ojos verdes... ¿cómo fue que te no le gustaste? —

—son de contacto— me dice mientras con su dedo índice se saca el lente del ojo— mira— me muestra el lente

—¡ohhh! — Creo que me dio algo de asco eso— ya veo... eran ojitos de mentiritas—

—bueno... Emmn... sí que feo— fue lo único que se me ocurrió... creo que tendría que haber seguido de largo...no, pobre tengo que animarlo— ¿me contas que paso exactamente? —

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Luego de que mi amigo me contara toda la historia... emprendí el regreso a casa de la abuela... mientras voy por la ruta no dejo de pensar en la historia de este chico, arriesgarse así por alguien...atarse de esa manera emocionalmente... ¿y todo para qué? Para terminar solo y triste... lamentándose y sintiéndose un idiota...no, esto está mal...

El sol poco a poco se va ocultando... el cielo celeste se va convirtiendo en un tenue naranja... la ruta está totalmente desértica... ni un alma... otra vez paso por el campo de flores...

Decido estacionar a un costado de la ruta, salgo y camino entre las flores... un aroma dulce irradia este lugar... es perfecto. Me tiro al piso y miro el cielo... suspiro... hace cuanto que no sentía esta tranquilidad... si, no voy a atarme a nadie. El secreto de la felicidad es este... ser libre, ir y hacer lo que se te plazca... eso es... no necesito a nadie...

Mamá... Papá... no voy a ser como ustedes...