Capítulo 17: Apariencias

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¿Cómo vine a terminar acá...?
Al final hoy estaba planeada una reunión con muchos amigos de Samy en su casa, en donde  también estaban invitadas Lara y Dai, y por cuestiones geográficas yo también... o a lo mejor me invitarían después, eso no lo sé... en fin ya estoy acá

Es de esas típicas reuniones, mucha gente, música fuerte y esos típicos vasitos rojos de plástico que se ven las películas, por algún motivo siempre usan esos vasos... esta es la primera vez que los veo en el mundo real. Tomo uno de los vasos me sirvo cerveza y que me quedo apoyado sobre la pared, estaba solo... esta escena me recuerda a otros momentos de mi vida que iba a una reunión y no sabía que hacia ahí... como si no hubiera diferencia entre estar ahí o no... ¿Qué diferencia habría? A un costado están Dai y Lara hablando con dos tipos, esos que se les siente el perfume desde lejos y llevan ropa cara... se ven muy entretenidas, por otro lado Samy, la anfitriona y culpable de esta situación esta un rato en cada grupo... que situación mas incomoda, que en realidad ya no se que mas me incomoda, debería ser normal para mi estar solo, pero no, ¿Por qué? En ese momento mis pensamientos se ven interrumpidos


— ¡Qué haces campeón!—saluda con entusiasmo mientras sostiene uno de esos vasos rojos
Era el Hippie mugroso, vestido con su típica ropa hippie, seguramente sin lavar...

— ¿Cómo estás Luh?—saludo haciendo una falsa mueca de sorprendido

—acá viendo el panorama, muchas chicas lindas...sin novio— se apoya contra la pared

—Hey Luh, amigo mío...— interrumpe Samy, apoyándose sobre el hombro de Luh

—se termino el hielo ¿no? — le contesta a Samy

—Vamos Gabi— empieza a caminar y me hace una seña con la mano

No tengo nada mejor que hacer... así que acepto y camino detrás del Hippie, seguramente ahora tendré que caminarme como 20 cuadras cargando una bolsa de hielo, pero antes que estar acá... y ver a... ¡bueno y a mí que me importa!
Vamos afuera, caminos por la vereda... hay muchos autos estacionados y bastante silencio, la zona no es muy transitada, de pronto se escucho un  –bip bip! – ¿la alarma de un auto...? ¡Pero qué carajo! El hippie se sube a un auto negro, de cinco puertas, no sé que marca es... pero se ve que es de esos autos caros... me subo en el asiento del acompañante... esta impecable, parece nuevo,  adentro hay luces de neón azul a los bordes del tablero que hace parecer una especie de nave espacial... este auto es caro, si... definitivamente, guardo silencio por el asombro, y no puedo dejar de pensar ¡este hippie mugroso tenía un auto así!

– ¿y campeón? Esta lindo el auto ¿no?, lo compre este año–

–Emn... si–asiento con la cabeza mientas sigo observando los detalles del auto

– ¿te molesta si pasamos por otro lado antes? – interrumpe

–Sí, no hay problema– le contesto con preocupación

¿A dónde me va a llevar este? Seguramente ahora vamos a parar a la casa de alguno de sus amigos narcotraficantes para que le venda droga... si seguro...
El viaje continuo hasta el centro, a estas horas los negocios están cerrados asi que se puede pasar con el auto por la peatonal sin problemas, seguimos pasando por las pequeñas calles lentamente  hasta llegar a un edificio.

–veni, subamos– me dice mientras baja del auto

Lo sigo por detrás, Luh se acerca al portero eléctrico, escucho la voz de una mujer dándole la confirmación para que suba... entramos al asesor, Luh se veía muy distendido, bueno... siempre lo está pero ahora parece que mas... tarareaba una canción y luego sonreía como sabiendo algo...
Llegamos al 6to piso, un pasillo largo y oscuro... se escucha música al fondo, caminamos hasta llegar al final del pasillo, Luh golpea la puerta... junto con la música se escucha el ruido de unos tacos, la puerta se abre y detrás aparece una señorita con un vestido muy ajustado que nos indica que pasemos... ¿que esto? ¡En donde me estoy metiendo! Antes que pueda decir nada Luh me toma del hombro y casi empujándome me hace entrar al departamento
Ya adentro, puedo divisar a por lo menos 7 chicas, todas jovencitas y en ropa interior, bajo la mirada ¡jamás había estado en un lugar así! Solo me quedo parado en el lugar sin moverme en lo absoluto...

–tranquilo campeón... ¡hoy va todo por mi cuenta!– me guiña el ojo, mientras se va abrazado con dos chicas

¡¿Y ahora qué hago?!

Flores Al PasarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora