In Hell

✖Las Mejores Vacaciones del Mundo✖

Días después.

Al abrir la puerta mi madre nos encontramos con toda la familia de Aiden.
Si, estábamos a horas de Navidad y ya estaba todo organizado.
Todos estaban en mi casa; Dom y Rose, Niko, toda la familia de Silas, Brooke con su esposo e hijo, Hope, Cameron con su madre y Becca, Linda, Helena y toda mi familia.

Mientras que las mujeres preparaban la cena los hombres miraban una pelea y hablaban de tonterías, los niños corrían por todos lados y yo terminaba con los adornos navideños.

Baje cuidadosamente de la pequeña escalera y al tocar el suelo ya tenía unas manos en mi cintura.

-¿Podemos hablar?-me preguntó el castaño, asenti y me apoyé en la escalera-tu padre me dijo que no te quieres ir hasta después de las fiestas y entiendo si aún no quieres dar ese paso de vivir juntos pero yo me iré un día después de año nuevo.

-¿Por qué tan pronto?Aiden entiendo lo que te provoca este lugar pero el dolor te acompañará a cualquier lugar que vayas.

-No quiero discutir-dijo ya enojado.

-Pero tú sacaste el tema y si te irás tan rápido tenemos que hablarlo ahora.

-Sólo quiero irme Freya, quiero dejar todo atrás e irme con las personas que amo.

-Lo sé y yo también te amo pero...

-Tengamos unas vacaciones-me dejó helada-sólo tú, Helena y yo, sólo nosotros tres; entonces ahí podrás pensarlo mejor y luego me dices que haremos.

-Está bien- me rendi, tal vez estas vacaciones me servirían.

-¿Puedo besarte?-me preguntó acercándose a mi.

-No, no puedes-dije con una sonrisa-todos los niños nos están mirando y entre ellos está tu hija.

-Mi padre decía que el amor se debe mostrar adelante de los niños así ellos saben lo que es-todos los niños rieron.

El timbre sonó, deje un beso en su mejilla y me dirigí a la puerta.
Podía pensar en cualquier persona aparecería en mi puerta pero no de esta, ni siquiera me acordaba de su existencia  y eso me hacía sentir la peor.

-Aaron-dije casi en susurro, allí estaba el pelinegro; con su gorro de lana bordo, sus guantes bordos, su campera de cuero, sus jeans ajustados y su hermosa sonrisa.

-Pensé qué estarías sola-dijo viéndome.

-¿No viste todos los autos que están afuera?-el tono frio y cortante de Aiden se ganó una mala mirada de mi parte.

-Si Aiden, los vi pero quise saludarla igual.-sacó una pequeña caja de su bolsillo y me la entregó-sólo es una tontería, feliz navidad-se dio media vuelta para comenzar a caminar sobre la nieve.

-¡Aaron!-le grité y este se dio vuelta.

-No lo hagas-me susurró Aiden.

-¿Quieres quedarte a cenar?hay demasiada comida y además sobra un lugar.

-Me encantaría-se quitó su gorro y entró.

-Mi madre está en la cocina con todas las invitadas y mi padre en la sala de juegos.

-Seguro me quedaré en la cocina-dijo sonriendo mientras entraba a la otra sala.

-No puedo creer que lo hayas invitado, ahora sólo falta que invites a Wade y estaremos todos juntos.

-Deja de quejarte Aiden, no tiene con quien pasar las fiestas y además es mi amigo-dije llevándolo debajo de el marco de la puerta del living- muerdago-dije acercandome a él.