In Hell

✖Eres Mejor Que Él✖

-¡MIERDA!-Derek me ayudó a llegar a una silla, me dolía todo, a penas podía caminar-¡¿qué te pasó?!llamaré a un doctor-me dejó en el asiento y salió corriendo, necesitaba ver a Niko.
Me puse de pie y comencé a caminar hacia la recepcionista.

-Podría decirme donde se encuentra Niko Gonzales-y en segundos todo se volvió borroso y oscuro.

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-Se suponía que venia a verte a ti pero lo deje dos minutos y se desmayó-la maldita voz de Derek hacia que mi cabeza doliera mucho.
Quise abrir los párpados pero no podía, los sentía pesados.

-Te hubieras quedado con él tarado-era Niko-¿no te dijo qué le pasó?

Pude abrir mis ojos y ver al calvo y a mi mejor amigo, Der me sonrió pero Niko parecía molesto.
Me senté en la camilla como pude ya que cuando me movía sentía terribles puntadas en la cabeza.

-¿Qué te pasó?-Niko estaba molesto, pero yo no había hecho nada malo.

-Aaron...

-¿Aaron Black te dejó así?-habló con sorpresa Derek-pero... ¿cómo?

-Estaba con Lolo y Tyson-me dirigí a mi entrenador ya que Derek no los conocía.

-¡¿EN QUÉ MIERDA TE METISTE AIDEN?!-las puntadas volvieron por los gritos de el calvo, nunca había visto a Niko así, nunca me había gritado.

Moví mi brazo derecho y sentí una molestia; maldición tenía suero, no era nada bueno.

-¿Hace cuánto estoy inconsciente?-el castaño se sentó en un pequeño sillón blanco.

-Doce horas, nos diste un susto terrible hermano.

-Derek vete a la escuela-Niko no me quitó la mirada de encima desde que abrí los ojos-dile a tu hermano que Aiden está bien.

-Adiós marica, nos vemos después del colegio-agarró su mochila (que supongo que la fue a buscar a noche) y salio de la fria y blanca habitación.

-¿Qué hiciste Aiden?-Niko ya no estaba para hacerse problemas, ya era un hombre grande, su padre siempre decía que yo había hecho que mi entrenador perdiera todo su pelo, ya tenía bastantes arrugas y a pocas penas podía entrenar.

-No lo sé-en realidad si sabía pero nunca había hablado de esto con él, se me hacía incómodo.

-Ya cuéntame tarado-tomó una silla y la acomodó cerca de la camilla-¿es por esa chica?-los Mills no podían mantener su boca cerrada.
Asentí levemente prendiendo la pequeña tele.

-¿Te gusta?-me quitó el control remoto de la mano y apagó el televisor, lo mire mal-te gusta-afirmó.

-No, no me gusta, sólo que es una niña estúpida que necesita ayuda.

-Y un novio nuevo creo yo-puse mis ojos en blanco-oye Aiden sé que no sé  mucho sobre esto, también sé que no soy tu padre pero te doy un consejo niño, no importa si el mundo quiere separarte de algo que amas o quieres, si en serio lo quieres lucha por ello, aún que el país, el mundo o el destino te digan que no tienes que ser así, tú tienes que seguir a tu corazón.

-Gracias Niko, no seras mi padre pero eres mejor que él-el hombre me sonrió.

-Ahora cuéntame-y así, le conté casi todo lo que había pasado con Freya, evite la parte del desayuno de ayer (obviamente)-mierda niño, entonces saldrás con ella hoy pero hay un problema:estás en el hospital.

-¿No dijeron cuándo saldría de aquí?¿tengo alguna lesión?

-Te darán el alta mañana, perdiste mucha sangre pero por suerte no tienes ninguna lesión y estás bien.