innocence ♡ y.m.

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Yoongi's Pov 🐻

Mi madre se casará hoy. Estoy más que enojado. Apenas 4 días y me dijo que tenía novio y ¿ahora se va a casar?

Mi madre es muy olvidadiza.

Lo bueno de todo esto es que el hombre tiene un buen trabajo y dinero. Y ¿eso a mi qué? Pues, el dinero lo es todo para mí y también para mi madre.

Hoy es su boda. Tengo que ayudar a preparar toda la cosa de las mesas, decoraciones y eso.

Fui al jardín y empecé a acomodar todo. De repente llegó Hoseok, llegó más temprano de lo normal. Nadie había llegado todavía.

—Que onda carnal —me dijo.

—Qué hongo—le dije poniéndole el mantel a una mesa— ¿me ayudas bro?

—Dale —dijo poniendo su mochila en el césped y yendo por las sillas.

Lo acompañé y juntos acomodamos las sillas.

—Oye y dime Yoongo —dijo Hoseok acomodando dos sillas al rededor de una de las mesas— ¿Cómo te sientes?

—Pésimo, Hoseok, pésimo —le dije mientras movía una mesa hacia otro lugar. De momento llegó mi jefa con su largo vestido y se me cayó la mesa en los pies.

—Uh señora Min, se ve muy guapa —dijo Hoseok.

—Cállate idiota. —le dije.

—¿Por qué, Yoongi? ¿No me veo guapa? —preguntó mamá indignada.

—Ah... Si jefa. —me sobé el pie y seguí acomodando las mesas.

Unas horas más tarde llegaron todos los invitados y el señor Park.

—Hola Yoongi —dijo sonriendo.

—¡Qué onda señor Park! ¿Cómo está?—le dijo Hoseok chocando los cinco con el señor Park.

Ah, que pena me da este pendejo.

—Hola —dije fingiendo una tierna sonrisa. Todos saben que de tierno no tengo ni vergas.

Se fue a alistar y más tarde llegaron los demás invitados.

Ya. Dijeron su discurso. Su típico "acepto" y esas pendejadas más falsas que las nalgas de Hoseok. Cliché de bodas.

Y ya, la pinche celebración. Me acerqué a la mesa de comidas y tragué todo lo que pude. Cuando vi la fuente de chocolate, en un abrir y cerrar de ojos me encontré a Taehyung comiéndose de un solo bocado unas fresas con chocolate.

—Yoondih —sonrió, hablando con la boca llena de fresas.

—Ugh, que asqueroso Kim. Cierra la boca al comer —dije agarrando un plato pequeño y antes de servirme una fresa Taehyung la agarró.—Que goloso —dije burlón— como si nunca hubieras comido ni una sola fresa en tu vida.

El pendejo me ignoró y siguió comiendo. Después, todas las viejas de la fiesta empezaron a bailar cumbias y reggeaton.

Se veían tan ridículas. Tienen cuarenta años. Me daban ganas de decirles que eso no es para ellas, rucas locas.

Cuando regresé a la mesa con un plato de comida ví a Taehyung robándose un arreglo de mesa.

—¡Hey! —le grité. Me levanté de la mesa y fui corriendo hacia él.

Cuando iba a alcanzarlo un esquincle mocoso se me atraviesa.

—¡Cuidado enano! —le grito en la cara. Él se cae y comienza a llorar.