innocence ♡ y.m.

6

Pasaron los días y los padres de JiMin y Yoongi regresaron a la casa, no sin mordidas en sus cuellos que a Yoongi les pareció tan asqueroso que les regaló un par de bufandas.

—Papiiii —dice el pequeño abrazando con fuerza a su padre que apenas cruza la puerta.

—Hola Jimin —le respondió con una sonrisa, desordenando sus cabellos.  

—Yoongi ¿Seguro que cuidaste bien a Jimin? —la señora Min se dirigió a su hijo cuando dejaba sus maletas en la sala.

Pero su hijo estaba tan concentrado jugando videojuegos que no le prestó ni la mínima atención a su madre.

—Yoongi. —repitió la señora Min, poniéndose frente a la televisión.

—¿Qué? —preguntó el chico, frunciendo el ceño.

—¿Cuidaste bien a Jimin?

—Pues es medio insistente el pendejo, pero sí.

La señora Min le dió un golpe leve en la cabeza a su hijo. El muchacho es muy insoportable.

—Les prepararé algo de comer, seguro sólo han comido cereal estos días —la señora Min se rió de su propio chiste mientras el señor Park la abrazaba por detrás.

Yoongi ignoró eso y siguió jugando en la sala. El pequeño Jimin fue a sentarse junto a él, abrazando un cojín del sofá.

—Yoongi Hyung... ¿Puedo jugar? —preguntó el pequeño

—No.

—Pero... ¡Soy muy bueno en los videojuegos! Y en los de riesgo, y aventuras...

Yoongi miró de reojo a Jimin, sin desconcentrarse de robar su auto en San Andreas.

—¿Que videojuegos juegas, niño? ¿Las aventuras de Barney? ¿Elmo y la metralleta?

Jimin hizo un puchero, cruzándose de brazos.

—No. Juego Roblox y Minecraft.

Yoongi estalló en risas, tirándole un cojín a la cara.

—¿Videojuegos le llamas a eso? JAJAJAJA.

Yoongi reía y Jimin lo miraba con el ceño fruncido, sin reírse.

—No es gracioso. —puchereó.

—¿Me ganas en maincra, niño?

—Pues, sí.

Yoongi rió de nuevo, Jimin era todo un don comedia.

—Bueno niño, yo no juego videojuegos de ratas. Éste es para adultos.

—¡Yoongi! —el menor se enojó— ¡No soy una rata! Pero así le dicen a mi amigo Jungkookie.

Yoongi se puso serio. Otra vez ese Kookie.

—Anda, déjame jugar...

—No, niño. Esto es GTA. No le sabes.

—¿Jeta? —preguntó confundido.

Yoongi volvió a reír— San Andreas, "Ji ti ei".

—Soy bueno en jeta. Mis amigos lo juegan, creo que Kookie también.

Yoongi lo miró, poniendo los ojos en blanco. Pero si Jimin dejaría de hablar de sus amigos y el tonto de Jungkook dejándole jugar, lo permitiría.

—Está bien, mocoso. Sólo tengo un control, así que dime que puedes hacer algo mejor que robar un vehículo y andar por ahí, te lo dejo.

Jimin asintió y tomó el control que le dió Yoongi. Se sentía el mejor niño del mundo, ya que su padre nunca lo dejó jugar esa clase de videojuegos. Decía que era para adolescentes o adultos y tenía malo vocabulario, Jimin se enfadaba por eso. Pero ahora, podrá jugarlo. Con su Hyung favorito, Yoongi.

—Bien niño. Creo que ya sabes que hacer ¿no?

—¡Sí, hyung! Me esforzaré

—⚛—

—Cariño... ¿Puedes llamar a los niños para comer? —preguntó la señora Min, rodeando el cuello de su amado para besar su mejilla.

—Por supuesto, princesa.

El señor Park fue a asomarse a ver qué hacían los chicos. Nunca le ponía atención a Jimin realmente, desde que conoció a su amada Seulgi Min.

—¡No, puto, quítate de mi vista! —gritó el menor— Oh, ya atropellé a ese idiota.

El señor Park indignado se sorprendió al oír ese vocabulario. Se asomó al sillón y vio que esas palabras salían de la boca de su hijo, su pequeño Jimin.

—¡Eso Jimin, entra al prostíbulo! —gritó.

—¿Prostibuqué? —preguntó Jimin avanzando en el pequeño auto morado que su personaje del juego había robado.

—A ver, Jimin ¡¿Qué está pasando aqui?! —preguntó el señor Park hecho una total furia por aquel vocabulario.

Jimin se sorprendió y se puso avergonzado. Miró al suelo saliendo del juego.

—¿Por qué te detienes, enano? —preguntó Yoongi, sin darse cuenta que el señor Park estaba ahí.

El señor Park le lanzó una mirada amenazante, apagando la consola. —Seulgi, tu hijo es un sinvergüenza. Vete a tu habitación, Jimin, tengo que hablar contigo.

Yoongi se levantó —¡Usted no es mi padre! ¡Es un imbécil si piensa que voy a obedecer-!

La señora Min miró a su hijo, bastante confundida. Yoongi se limitó a suspirar y finalmente, retirarse hacia su habitación.