¡Me llamo Osori Matsuno! Me gustan los tigres y los pandas rojos, amo mucho a mi mami y a mi papi, quiero un hermanito pronto, me gusta el color rojo y papi me dice Ceresita, aunque por una extraña razón... Mami esta muy cerca de ese tal, Nostra-san...
Las cosas habían vuelto a la relativa calma en la casa de los sextillizos, cada quien a su lugar en el futón, cada uno nuevamente a sus vidas, aunque las cosas entre las parejas de los hermanos no estaba muy bien.
-¡Ni siquiera te dignas a mirarme cuando lo hacemos!-esta fúrico con el mayor de todos-
-¿Que te puedo decir? No es mi culpa-metió su dedo meñique a su nariz-
-Eres un idiota, desde que esa mocosa se fue has estado así, ¡ya ha pasado más de una semana y media, súperalo Osomatsu niisan!-apretó los puños el de hoodie verde-
-Si solo vas a estar jodiendome mejor ve a hacerte una paja con tus imágenes de la gata-metió las manos en los bolsillos delanteros de su hoodie rojo para esquivar al menor y salir de la habitación-
Lavo las verduras y las frutas, suspiro tal vez por sexta ocasión en el rato que llevaba ahí hasta sentir una patada en la espalda baja que le provocó un punzante dolor.
-Ouch...-volteó mirando a su agresor para toparse con su pareja-
-Ya deja de pensar en ella Kusomatsu, me causas asco-gruño bajando su cubrebocas-
-I'm sorry... pero la extraño-tallo la parte golpeada de su espalda para seguir con su labor-
-Ay miles de mocosas igual y que pueden llamarte Okasan como un disco rayado-se pego a la pared-
-No la llames mocosa, es Osori-colocó las frutas y verduras en contenedores diferentes dentro del refrigerador-
-¡Yo llamo como quiera a esa mierdecilla!...-un silencio sepulcral se dejó escuchar-
-My little Ichimatsu...
Un cuchillo de cocina insertado justamente a unos dos centímetros de su oreja siendo sostenido con firmeza por parte del de hoodie azul.
-No vuelvas a llamarla de esa forma o tal vez esta vez pueda acertar en tu ojo derecho-soltó el cuchillo para dejarlo clavado en la pared quitándose el mandil para salir de la cocina-
Ambos se encontraron en la puerta, se miraron y salieron de la casa para llegar al parque.
-¿La extrañas?-Osomatsu fue el primero en hablar-
-Más de lo que te imaginas-sus mangas abajo lo delataban, sus cejas estaban fruncidas y sus ojos amenazaban con liberar sus lágrimas en cualquier momento-
-Seguramente ella esta pensando en como volver a vernos-paso su dedo índice debajo de su nariz y rodeó el cuello de su hermano menor-
-Eso quiero creer Osomatsu-sonrió al tener aquel contacto íntimo con el mayor de los dos-
Su mano se deslizo de su cuello a su cintura apresando esta para pegarlo a su costado mientras acariciaba con suavidad sus caderas sobre aquellos ajustados pantalones.
-Karamatsu-lo miro con una sonrisa-
-¿Que pasa?
-Hagamos el amor otra vez-sonrió amplio enseñando sus caninos-
Un furioso sonrojo se posó en sus mejillas y de repente quedo mudo por unos minutos.
-Esta bien-bajo la mirada al suelo-
-Se que esta mal pero no puedo evitar desearte-con una de sus manos y tomando al menor de la barbilla unió sus labios a los del menor-
-¡Ey ustedes!
El beso se vio interrumpido por un hombre de traje negro con una camisa roja junto a una corbata blanca acompañado de unos hombres que tenían pinta de guardaespaldas que se acercaba con aire peligroso al par.
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