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Emma

-Tienes que comer algo, ángel-Habló seriamente.

Lo miré con desprecio, porque estaba sumamente tranquilo con todo lo que había pasado. Sé que ellos no se llevaban bien, pero mierda, era una persona.

-Por décima vez, no comeré nada. Ahora muévete que tenemos que ir con la familia de Scott.

Ayer, su madre me había llamado… decir que ambas lloramos quedaba de más, al fin de cuentas ellos si querían a Scott muchísimo. Aunque siempre tuvieron problemas cuando él se fue para su madre fue muy difícil afrontar que su chico había crecido.

Yo por mi parte seguía temblando, no tenía apetito y cada cinco minutos volvía a llorar en silencio.
Me abroché el cinturón y en silencio Luke emprendió el camino hacia la familia Turner.

-Mi hijo… nunca fue como su hermana, era muy diferente pero… igual lo amaba muchísimo.-Esta mujer estaba loca, todo tenía que ver con Kylie la hermana de Scott.

-Por favor, no hagamos perder el tiempo a la señorita-Repuso el hombre a su lado, este no se veía afectado de hecho se veía como si fuera algo que ya se esperaba.-Mi hijo hizo un testamento hace poco, ¿acaso sabes por qué justo ahora?

-No, señor, ni siquiera sabía que había hecho un testamento.

Era la verdad, pero podía imaginarme que con todas las amenazas lo presentía… él sabía que iba a morir. Algo dentro de mí también murió.

-Bueno, déjame decirte que mi hijo por ser mayor de edad poseía muchas cosas… todas quedaron en tus manos.-Me extendió un papel en donde decía todo lo que su padre me acababa de decir.

-Yo…

-¿Eres mayor de edad?

-En un mes.

-Tendremos que ir en un mes frente a un juez. Era lo que quería Scott.-Se puso de pie-Eso es todo, haremos una vela, para después enterrarlo.

Y así sin más salí de la casa porque su madre había comenzado a llorar.

-¿Qué sucedió?

-Todo, Luke. Él sabía que iba a morir. Y fue mi culpa, si yo no lo hubiera mandado a otro lugar no hubiera muerto, si no le hubiera mentido de que me fui a encontrar contigo él estaría aquí. Conmigo.-Mi garganta comenzó a arder y mis ojos comenzaron a lagrimear

-Emma, deja de pensar eso, no es tu culpa ¿sí?. Solo fue la persona equivocada en el momento equivocado.

Él no sabía las cosas que yo sabía.

-Llévame a casa.

Cuando baje del auto y abrí la puerta con mis desgastadas llaves, la casa era un completo silencio. Hasta que el sonido de un mensaje me asustó, cerré la puerta y me senté en el sillón de la sala. Desbloquee la pantalla de mi celular y la oleada de sentimientos volvió.

Era un audio de Scott, me fije en el otro celular que tenía en mis manos y este comenzó a vibrar. Su celular se había conectado a red de wifi que teníamos en casa, él tenía la contraseña desde hace mucho y de seguro cuando grabó ese audio apagó los datos móviles sin darse cuenta de que nunca se había enviado.
Pulse el audio para reproducirlo.

Hey flaquita, sé que estoy siendo muy insistente pero me preocupas el audio estuvo en silencio un momento, creí que había terminado pero su voz volvió a salir del aparato te amo, cariño.

Paula

Llegué a casa con una sonrisa en la cara después de despedirme de Harry, abrí la puerta esperando que la casa estuviera sola.

-¿Emma? Creí que estabas con Scott-Estaba de espaldas a mí por lo que no podía ver su cara.

-Te amo, cariño-La voz de Scott resonó y un sollozo salió de Emma.

Me acerqué rápidamente a ella, su cara estaba pálida y sus ojos rojos e inyectados en sangre, había estado llorando.

-Dios mío, ¿qué sucedió?-Ella solo seguía llorando, la atraje a mis brazos y ella se apegó a mí-¿Acaso Scott te hizo algo?

Tenía dos celulares en sus manos, uno de ellos que sabía que no era el suyo estaba fuertemente pegado a su pecho.

-Él… él m-murió-Era totalmente dolorosa la forma en que lloraba.

No lo podía creer, no tenía sentido alguno.
Scott fue un muy buen amigo de todas nosotras y sabía que él era el causante de que Emma volviera a ser feliz, pero ahora, estaba destruida. Unas lágrimas resbalaron por mis mejillas, las limpié rápidamente para que Emma no me viera llorar. Ella necesitaba a alguien fuerte a su lado y yo precisamente no lo era.

-Paula, lo perdí…-Se atragantaba al hablar y aunque intentara limpiarse la cara esta se volvía a llenar de lágrimas.

Preguntarle cómo había sucedido era lo más tonto que podía hacer por lo que solo la abrazaba con fuerza.

Meses después (no pregunten cuantos porque no sé :v)

Emma

Último día de clases, último año del instituto… Cada vez más cerca del baile, baile al cual iría con Scott.
Por ser el último día todos decidimos ir al cementerio, en donde estaba enterrado para dejarle flores. Amber volvió en cuanto supo la noticia, ha sido una fiel compañera para que no esté llorando como magdalena cada vez que recuerdo algo sobre él. Me hace ver que a él no le gustaría que yo sufra y todo pasa de una forma menos dolorosa.
Mis dieciocho fueron una mierda, Scott solía molestarme diciéndome que ese día iríamos a sacar mi carné para poder entrar al primer bar que encontráramos y tomar hasta que no recordáramos nada. Ese día un paquete llegó, aparentemente él lo había arreglado para que llegara justo ese día. Entre las muchas cartas que traía una decía: ponte un vestido, paso por ti a las tres.
Era obvio que nunca llegaría.

-Si en este momento fuera con nosotras, diría un chiste malo-Dijo Amber cuando se detenía frente al cementerio

-Si él aún estuviera con nosotras, no estaríamos aquí-Dije un poco cortante.

Amber tomó las flores que venían en la parte de atrás del auto y en silencio entramos, detrás de nosotras venían más amigos y profesores.
Suspiré fuertemente mirando el nombre grabado en la lápida. Lo extraño tanto.

-Hermanito, te adelantaste mucho-Susurró Amber, me dolió oírla decir de nuevo ese apodo-Espéranos, pero no hagas que nos apresuremos por favor-Rio sin gracia y acomodo las flores.

-Tal como la cuidabas estando aquí,…-Hizo una pausa cuando lo miré-Cuídala desde el cielo.

Luke se paró al lado nuestro, Amber abrió los ojos como platos al verlo pero se reservó las preguntas.

-Te extraño-Susurré

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