Correr.

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La mano del pequeño dejó de sostener la mía para darse vuelta e ir corriendo hacia un hombre de metro noventa con el cabello rubio oscuro, vestido con un elegante traje negro y al parecer ese mismo era el que había gritado

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La mano del pequeño dejó de sostener la mía para darse vuelta e ir corriendo hacia un hombre de metro noventa con el cabello rubio oscuro, vestido con un elegante traje negro y al parecer ese mismo era el que había gritado. 

Sonreí ante la muestra de afecto que recibía Michael.

—Te extrañé papi. —Confesó el pequeño que todavía estaba abrazado a su presunto padre.

Antes de que pudieran verme, me.di vuelta perdiéndome entre la multitud de gente que salía por las puertas.

Hace algún tiempo que no recordaba claramente la imagen de mi padre.

Raúl Blake, había sido un padre magnífico,  atento, cariñoso y sobre protector con sus amores,como el nos
llamaba.

Su muerte nos tomó por sorpresa. él siempre fue un hombre sano, correcto, digno de admirar, pero a todos le toca el turno morir Y mi padre no fue la excepción.

Por lo que madre me dijo él murió  cruzando la calle al salir del trabajo. Al parecer había cruzado en rojo pensando que llegaba y... no fue así.

Con once años decidí salir adelante con mi madre, siendo su punto blanco para hacer menos dolorosa su partida.

Miré al cielo recordando los momentos más felices que tenia con ellos. Madre y padre estaban en él, por no decir que ocupaban todo aquellos recuerdos. Habíamos sido felices, demasiado tal vez

Un par de lágrimas descendieron por mi rostro, cerré los ojos y sonreí al pensar que ahora ellos estaban juntos cuidándome desde el cielo.

Sentí algo de alivió al pensar aquello.

Cuando oscureció decidí que ya era tiempo de ir al apartamento.

Mañana sería mi primer dia de trabajo y todavía tenía que llamar a mi primo para contarle cómo me había ido.

Llegué al edificio, en el camino al ascensor saludé a Josh el portero.

En el transcurso del piso tres las puertas se abrieron y la imagen de una pareja adolescente besándose apasionadamente apareció.

Carraspee algo incomoda llamando la atención de ambos. Se separaron al instante, la chica algo sonrojada por la situación mientras que él chico me guiñó un ojo con picardía.

Lo miré a él solo con rechazo.

Ella entró al ascensor.  —¿Eres vecina nueva o estás de visita? —Su voz fue tan femenina y tierna que me dió algo de vergüenza hablar.

Mi voz era gruesa.

—Vecina nueva —Dije ofreciéndole una sonrisa sincera.

—Un gusto, Soy Ludmila Hoffman, vivo en el piso diez. ¿Tú?

—Piso cinco.

—¿Me dirás tu nombre? —preguntó.

—Disculpa, Caroline Blake. —antes de que pudiera decir algo, ya había llegado a mi piso. —Me bajo acá, nos vemos.

Las puertas se abrieron y antes de que saliera ella se despidió.

—Y... Disculpa por lo anterior. —asentí y salí.

(+++)

Cuando me terminé de bañar, pedí una pizza y algo de tomar para cenar.

Al terminar preparé la ropa que iba a usar para el siguiente dia el cual iba hacer mi primer día de trabajo y si quería llegar a tiempo tenía que preparar con anticipación ya que solía tardar bastante.

Dos horas después me acosté pensando en lo que había pasado.

Fui a una entrevista y quedé contratada.

Encontré un pequeño llorando, y ayudé que encontrara a su padre.

Un día algo... Inesperado.


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Tercer capítulo

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Steven #1 [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora