Sentí un escalofrío en mi mejilla izquierda causando que abriera los ojos.
Mis ojos captaron la mirada de Steven que parecía inspeccionar mi rostro entero.
Estábamos en la habitación de huéspedes, en la qué Steven me había asignado para que pasara la noche.
Y vaya que noche había pasado.
—Buenos dias. —Sonrió. Le devolví la sonrisa avergonzada y traté de levantarme pero un arduo dolor en mi zona íntima hizo que gima de dolor y volviera a recostarme.
—Debo irme. —Me levanté cómo pude de la cama y recogí del suelo mi falda, brasier y camisa.
Entre al baño y suspire.
Abrí la regadera y comencé a borrar cualquier rastro que llevaba por parte de él.
Cómo una tonta cegada por la deseo le habia entregado mí primera vez a un hombre que siquiera conocía en lo mas mínimo y el cuál era mi jefe.
Pero tan solo un "me gustas" por su parte y un par de besos que tal vez eran fingidos me hizo flaquear.
—Estúpida. —me dije mentalmente después de unos minutos saliendo de la ducha.
Me seque y vestí ahí mismo. Peine mi cabello con las manos y lave mis dientes antes de salir.
Ignorando la mirada penetrante de Steven. Tomé mi bolso y abrí la puerta, necesitaba irme y olvidar mi error.
—¿Amor, qué haces? —su voz ronca y confundida me detuvo.
Acababa de llamarme amor.
—Irme. —seguia dándole la espalda como si no me hubiera afectado sus palabras, más que nada su primer palabra.
—No te vayas, joder. Hace menos de tres horas estábamos haciendo el amor ¿y, ahora me dices qué te marchas? —notaba su tono de voz furioso.
Siquiera interné dar vuelta a mirarlo, no quería flaquear.
Nos habíamos acostado y punto, nada más y nada menos. Ya lo había decidido, no iba a ser la típica tonta que se queda esperando que luego de un acoston le ofrecieran un mundo entero.
No, señor.
—Nada de lo que pasó tenía que haber ocurrido, que soy tu puta empleada y tú eres el capullo de mi jefe, después de eso no hay nada más. —mi voz había sonado dura y algo seca. Pero tenía que ser fuerte, o sufriría a lo largo.
Y, vaya que lo haría.
Sentí cómo tomaba fuertemente mi muñeca impidiendolo que saliera de la habitación.
—¿Qué después de esto no hay nada más, eh? —su actitud había cambiado, sus ojos azules me lo advirtieron. —¿Qué no te mueres por repetirlo, eh?—sentía sus labios muy cerca de los míos. —Caroline, reacciona de una puta vez. Te traje a mi casa porque eres especial, porque quiero estar contigo, realmente me gustas. —finalizó.
Una vez mas sentí el poder de sus palabras en mi y me volví ilusa una vez mas.—también me gustas...—susurré despacio y bajo, dándome por vencida con mi lucha interna antes de abrir y mis ojos y tomar su nuca para estampar mis labios en los suyos.
Si antes estaba colada por mi Steven,en ese momento me encontraba el doble. Coladisima.
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© Derechos Reservados.Décimoquinto Capítulo.
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Steven #1 [TERMINADA]
Romance¡Historia Ganadora del segundo puesto en la categoría Romance de los premios AnonymAwards! Todo empezó con la muerte de mi madre, continuó con la llegada de mi primo y su nueva "oportunidad" de "comenzar" y "olvidar todo" en la ciudad de New jersey...