Alemania.

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Di un largo suspiro y moví la carpeta con documentos que cargaba, me acerqué hasta su escritorio y las de las dejé allí.

—¿De qué exactamente? —Pregunté tragando saliva. A decir verdad, me sentía muy nerviosa.

—Siéntate. —Negué, no quería sentarme.

—Debo viajar a Alemania en estos días. —Habló antes de tomar un trago de Whisky qué anteriormente  había servido.

—Ah...—Fue lo único que dije.

—No tengo fecha de vuelta estipulada, Caroline.

—No entiendo. —Mentí.

Entendía todo, era más que obvio lo que estaba queriendo decirme, a lo qué él quería llegar con todo esto: Dejarme.

—Que no sé cuánto tardaré en volver y lo mejor para ambos es que...—Dijo está vez dándose la vuelta observándome a los ojos. —Terminamos.

Di algunos pasos hacia atrás, lo había captado desde el inicio, pero que lo haya dicho así, tan fácil, cómo si no le importara en lo más mínimo, dolió.

—Per...—

—No. —Tomó otro trago y caminó hacia su escritorio: me tendió una carta —Toma...—Lo miré confundida y leí de lo que trataba.

—¿Qué es esto Steven? —Solloce. Steven quisó acercarse pero alcé mi mano frenandolo. —¿Así tan fácil te es dejarme? Hace menos de diez días que me has propuesto que sea tu novia y ¿Me haces esto? —Sonreí irónica. Él me veía como si a él le doliese más que mí. Imposible, pensé. —No necesito una estúpida carta de recomendación ¿Sabes? —Arrojé la carta hacia algún lugar de la oficina. —Me has jodido Steven, me has jodido por completo. — Susurré antes de salir de su oficina azotando la puerta para ir hacia mi escritorio y recoger mis cosas.

Mientras lo hacía, susurraba para mi misma: —No, Caroline. Respira, vamos. No llores, no lo hagas, no aquí. No con él a unos metros, sé fuerte. 

Para cuando llegué al apartamento, no aguanté más y me largué a llorar sin remedio.

Me dolía en alma su actitud ¡Joder! Me dejaba cómo si hubiera sido una mascota.

Saqué mi celular del bolso para ver quién llamaba, era  Clar, no contesté, no tenía fuerzas ni ganas para hacerlo.

Llorando en silencio me dormí, hasta que sentí que unos brazos me alzaban para después sentir una superficie plana y suave: mi cama.

Me acomodé mejor sobre ésta, y abrí los ojos. Augusto estaba frente a mí, observándome con ternura y algo de lástima.

—Hola...—susurré con la voz ronca, producto de haber llorado tanto.

—¿Cómo estás, nena? —negué no quería hablar del tema, lo más probable que él ya lo sepa todo. — Está bien ¿Si? No tienes que hablar sino quieres. —dejó un beso sobre mi frente. —Duerme. —Asentí cerrando los ojos, necesitaba hacerlo en verdad.

Mi cuerpo no lo soportaba más, así que me dejé llevar sintiendo cómo mi primo se acomodaba también y me abrazaba llevándome a su caliente y cómodo pecho.

(+++)

Días después.

—¿Quieres hablar? —volvió a preguntar mi primo.

Habían pasado algunos días sobre aquello y por lo que sabía, Steven se iba en unas horas a Alemania.

—Fui a su oficina para que firmara unos documentos pero, me dijo que teníamos que hablar —suspiré dejando a un lado el sándwich de jamón y queso que estaba comiendo para seguir relatando. —Y, ahí fue cuando me dijo que debía irse a Alemania sin fecha estipulada de regreso y que nuestra relación no podía seguir, que lo mejor era terminar. —terminé y me levanté de la silla, llevando lo que había usado para desayunar al lavabo.

No miré cuando conté aquello, no quería ver si reacción de "te lo dije" asi que me distraje lavando pero un sollozo fue más fuerte que yo, y no aguanté, volví a llorar.

—Caro. —Lloré más, "Caro" me decía mi padre. —Nena, ya pasará, tienes que llorar para sacar toda la mierda de encima ¿Si? Date tiempo, y verás qué esto pasará, no le tomes mucha importancia, no lo vale, tú sí. —Dijo dándome vuelta. —Talvez lo hace para cuidarte ¿No crees?

—¿Para cuidarme? ¿De qué? —¿Qué forma de cuidar era esa? Me había roto el corazón, vaya cuidado.

—De él mismo. —susurró para el mismo, cómo si hubiera caído en algo que yo desconocía. —Pero basta de tantas lágrimas, tengo un plan para está noche con tu amiga Clarissa. ¿Qué te parece? —Reí por la forma en que lo había dicho, había sonado tan entusiasmado.

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Vigésimo Capítulo.

Steven #1 [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora