Steven #1 [TERMINADA]

Orgullo.

Dos días más tarde me encontraba en mi habitación, acostada, pensado en lo que me había negado a pensar los días anteriores a mi renuncia repentina.

Un extraño impulso me llevó hacerlo... Tal vez fue la idiotez que sufro o algo parecido a eso.

Mierda, lo habia besado y él...

En fin, mi renuncia era definitiva. Sabia que no iba a poder trabajad mucho más tiempo con él y para él. Como si yo no lo hubiera besado en su auto y él no me hubiera rechazado.

(+++)

A media noche del lunes desperté sedienta, y después de beber más de medio litro de agua, seguía con sed.

Unos minutos más tarde, guardé y ordené todo en la heladera.

El reloj marcaba las tres de la madrugada, el sueño se me habia ido, así que encendí la televisión y me dispuse a ver alguna serie que había añadido en mi lista.

Me desperté horas mas tarde, con todo el cuerpo entumecido, habia más que mal dormido.

Escuché  mi celular timbrar en algún lado, de mal humor y con dolor en todo el cuerpo fui a buscarlo.

—Hola...—respondí con duda la llamada.

Aparecía en privado.

—¡LINE! —Chilló del otro lado de la linea Clar. Me relajé y activé el alta voz.

—Steven está buscándote cómo un loco. ¿donde estas? ¿Te ocurrió algo? Es casi hora del almuerzo. —su voz  sonaba preocupada.

—Lo sé, iré más luego, no te preocupes Clar. Luego habláremos. —Avisé
y colgué.

Una hora más tarde me encontraba en las puertas de aquel imponente edificio, la entrada aquel lugar fue distinta, o al menos yo presenti eso.

Con mi elegante traje el cual consistía en una falda negra algo corta y una camisa roja conjunto con los zapatos altos del mismo color que llevaba, salí del ascensor cuando llegó al piso en el que habia trabajado bastante tiempo.

A decir verdad no me sorprendí al ver a Clar en mi escritorio.

—Hola...—Despegó la mirada de la laptop y al verme abrió de par en par sus ojos.

—¿Line, qué ha pasado? —Preguntó mientras rodeaba el escritorio acercándose a mi para abrázarme.—Steven está realmente furioso amiga, he tratado de tranquilizarle pero no ha funcionado.

—Renunciare.—confesé sin más.

—¿Qué? —chilló y ese chillido casi me deja sorda.—¿Por qué? ¿Ha pasado algo que tenga que saber?

Negué sonrojada por pensar en contarle lo que habia hecho.

—Caroline ¿qué ocurrió?

Me negaba a mirar sus ojos, su bien no le habia mentido en nada pero me avergonzaba por lo que habia hecho y tenia que contarle.

—Bueno...—carraspee y la observé de reojo. —hace unos días me quedé acá  hasta tarde y él también...—deje de retorcer mis manos y terminé con el relato. —Él se ofreció a llevarme a casa y lo besé.

—Pero...—no la deje terminar, sabia lo que iba a decir.

—Lo hice por pura estupidez para demostrarme a mi misma algo y...

—La quiero en mi oficina ahora.—Escuché de pronto la voz de Steven  detrás mio.

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Décimo Capítulo.