- ¡Hola Lucas!
- ¡Rebecca! ¡Mike! ¿Dónde estabais? Me teníais preocupado.
- Tenemos una especie de poder para preocupar a la gente.
Rebecca se ríe ante la ocurrencia de Mike
- Pues sí. Pero en serio, ¿Dónde estabais? – Insiste Lucas
Ambos se miran cómplices de su secreto. No quieren hablarle a nadie de aquel lugar que se ha convertido en una especie de guarida para ellos.
- No tiene importancia. ¿Habéis cenado ya?
- Sí, pero os hemos guardado comida.
- Perfecto, me muero de hambre.
Los tres tenían intención de ir a cenar cuando suena un móvil.
- Es el mío – Se sobresalta Rebecca
- ¿Quién es?
- No sé, es un número desconocido.
Rebecca se escusa y se va a su habitación. Una vez sola descuelga el teléfono...
- ¿Si...?
- Hola ¿Rebecca?
- Si, ¿Quién eres?
- Ah, perdona. Soy Tayler, el novio de Ash ¿te acuerdas?
- Sí, claro ¿Qué pasa?
- Verás, Ash esta incomunicada y no consigo encontrarla. Me estoy empezando a preocupar. ¿sabes algo?
- Bueno...
- Si sabes algo dímelo por favor. Necesito saberlo.
- Verás, es que pensaba que tu podrías responderme la misma pregunta. Pero resulta que yo sé más que tú. Me extraña que no te haya avisado.
- ¿Avisado de que? Rebecca por favor no te andes con rodeos.
- Probablemente este fuera del país. Esta con Shirley, la cual me dejo una nota diciendo que Ash había recurrido a ella porque tenía que irse para arreglar unos asuntillos.
- ¿A dónde? ¿Qué asuntos?
- No lo sé. Eso es lo que esperaba que me respondieras.
- ¿No sabes nada más?
- Nada de nada.
- Bueno vale. Gracias.
- Si te enteras de algo avísame Tayler.
- Si claro. Lo mismo te digo.
- No lo dudes.
Rebecca cuelga el teléfono y se retira para cenar.
- ¿Quién era?
- Nada importante. ¿Cenamos ya?
- Claro, nosotros te estábamos esperando a ti.
Los tres se sientan a la mesa, aunque solo dos vayan a comer y tratan un tema que tenían pendiente...
- Entonces tenemos que investigar a los analistas ¿no?
- Basándonos en lo que hemos encontrado sí. – Responde Lucas
- Bueno pues ¿a que esperamos? Habrá que ir a buscar al "lugar del crimen"
- ¿Sabes dónde es?
- Si, cuando era pequeño, al recogerme del cole, a veces mi padre pasaba a recoger ciertos análisis antes de dejarme en casa.
- ¿Eso hoy en día no se hace de forma digital? – Pregunta Rebecca
- La verdad no lo sé.
- Yo supongo que si – Añade Lucas
- ¿Entonces no va a haber diversión? ¿No hay que colarse en ningún sitio? – Se queja Mike
- Habría que colarse en el hospital y revisar los ordenadores.
- Eso me gusta más – Contesta Mike alegremente- ¿Vamos?
- ¿Ahora? – Pregunta Lucas sorprendido
- Bueno, cuando acabemos de comer – Le responde Mike
- Por mi bien, tengo la mochila lista de la última vez. – Exclama Rebecca
- Pues decidido.
Cuando acaban de comer emprenden su viaje al hospital en el coche de Lucas y al llegar, van a la parte de atrás y Rebecca repite el mismo teatro que la última vez. Una vez dentro son guiados por Mike hasta una habitación llena de ordenadores.
- Que conste que la mayoría de hospitales no tienen esta sala. Pero hace un par de años renovaron los ordenadores y, al estar esta sala vacía, decidieron crear una "sala de ordenadores" con los viejos. Pero nadie viene nunca por aquí.
- Cada uno a un ordenador a ver si encontráis análisis que se hayan solicitado.
- Estoy en ello
- Ya me pongo
Estuvieron una media hora rebuscando entre documentos digitales, carpetas y páginas web. Cuando por fin encontraron los análisis solicitados, tardaron otra media hora en encontrar los que correspondían al nombre de Nai.
- Llevamos mucho tiempo aquí ¿Seguro que no va a venir nadie?
- Ya solo nos queda Mirarlos. Estaremos fuera en menos de lo que canta un gallo. – Trata de tranquilizar Mike
Mike abre el archivo y Rebecca le saca fotos con el móvil para acabar mas rápido.
- Ya está. Así terminamos antes, vámonos – Se apresura Rebecca
- Chica lista
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Solo necesito una verdad
Ficção AdolescenteÉramos una familia unida y feliz hasta aquel día, eso fue nuestra sentencia. Todo cambió, nadie volvió a ser como era antes. Dejé de ir al colegio y de quedar con amigas, no quería hacer nada. Las discusiones con mis padres eran frecuentes. Si no h...