«Babies» (Muke × Cashton) [Editando]

CAPÍTULO #27

– ¡Al agua, señores!

Luke negó con frustración al ver como Michael, Louis y sus hermanos junto a algunos amigos se lanzaban sin pensarlo a la piscina.

– ¡Louis! ¡No hagas eso! ¡Te entrará agua por la nariz!

La única pareja que permanecía tranquila era la de Ashton y Calum, ambos seguían sentados abrazándose el uno al otro mientras el rizado dejaba comida sobre la boca de su cachorro humano.

– ¿Le pusiste bloqueador a Will, Ashton? – Calum dejó el plato sin nada más a un lado y se acurrucó en los brazos de Ashton.

– Si, bebé. Y también le dije que no entrará a la piscina si su tío Mike entraba – el rizado dejó un beso sobre la cabeza del moreno y acarició su barriguita de casi dos meses.

– Bien. Y por cierto, Ashy. ¿Qué nombres has escogido hasta el momento para el bebé?

– Bueno, tengo Asher por sí es niño, Kalem y Jordan. Y si es una nena, está Darice, Calishta, Calia y Allisson. Es todo lo que me ha gustado hasta ahora. ¿Cómo vas tú? – Ashton apretó un poco a Calum y dejó otro beso sobre su mejilla.

– No muchos, de niño sólo tengo Henry, Matthew y Jace. Y para niña, Ariel, Melanie y Dariel. Nada más.

– Uhm, son lindos. Sólo nos queda saber que será, y ya quiero saberlo – Ashton no contuvo su felicidad y comenzó a besar a Calum por todo el rostro.

– ¡Ashy, no! ¡Da cosquillas! ¡Ashton!

(...)

– ¡Chicos, ya salgan del agua! ¡La comida está lista!

La orda de hombres salió con prisa del agua dejando por fin algo de espacio para los más pequeños.

– ¿Lukey?

Michael se acercó a Luke abrazándolo por detrás y mojándolo con el agua que aún escurría.

– Ugh. Michael, ya me empapaste todo – el rubio tembló levemente al sentir los labios de Michael sobre su cuello – No hagas eso, estamos en público.

– Eso no importa. Tengo ganas de tí – esta vez mordió el lóbulo de la oreja de Luke haciéndolo temblar una vez más y sonrío ante ello.

– Mike, por dios – el rubio no pudo evitar sonreír sonrojado, tan sólo trató de apartarlo sirviendo comida sobre un plato.

Michael tomó el plato que Luke sostenía y lo dejó sobre la mesa para tomar las manos del rubio haciendo que se girará hacia él.

– Michael, por favor.

– Por favor nada, Lukey. Realmente tengo demasiadas ganas de volverte a probar – soltó las manos del rubio y colocó las suyas sobre la cintura de Luke acercándolo lo más posible – Ahora voy a besarte.

Y lo hizo. No le importó que los demás estuvieran a unos cuantos metros de ahí, simplemente lo besó con todas las ganas acumuladas que tenía desde que habían bajado a recibir a los invitados. Justo cuando estaban a punto de quedarse sin aire, fue que Luke terminó el beso con una pequeña mordida al labio inferior de Michael.

– Increíble. ¿No se suponía que estábamos en público y no querías?

– Tú me provocaste – juntó sus manos por detrás del cuello del teñido y le sonrió con sensualidad escondida.

– Nunca vi que te resistieras – Michael le devolvió la sonrisa junto a un giño.

– Jamás me resistiría.

(...)

– Muy bien, Dan, es hora de que papá Luke te bañe.

– Papá, ya tengo cinco años, no necesito que me bañes.

Luke sonrió ignorando las palabras de su pequeño ojiazul y lo tomó en brazos llevándolo a la bañera de donde Michael salía con un sonriente y duchado Ethan, o Phil, como sea.

– ¡Papá Mike y yo tuvimos guerra de agua, papá!

Eso borró la sonrisa de Luke, detestaba esas guerras de agua entre su teñido y sus hijos, siempre dejaban el baño echo una laguna con toda el agua que desperdiciaban dejándola caer al suelo.

– Ugh, luego de vestir a Phil te toca limpiar el suelo del baño, Michael.

– Oww, no, Lukey. Lo siento, no volverá a haber guerras de agua – Michael colocó pucheros, sin lograr nada, Luke negó y entro con su pequeño a la bañera.

– Ya dije.

El teñido se resignó y dejó a su hijo menor sentado sobre la cama para tomar la ropa que le pondría.

– ¿Papi Mike?

– ¿Si, bebé? – Michael hizo que su pequeño se levantara y le colocó su ropa interior para luego hacer lo mismo con su pantalón de pijama.

– ¿Por qué Tío Calum está embarazado? ¿Qué es estar embarazado?

Eso, Michael no se lo esperaba, por lo que se puso completamente rojo antes de poder formular una respuesta coherente para su hijo.

– ¡...Luke!

– ¡A mi no me metas! ¡Te lo preguntan a tí, responde!

Michael bufó con frustración ante la atenta mirada de su hijo menor en la espera de una respuesta.

– Bien... Uhm, no sé como explicarte esto de manera sutil, Phil – el teñido tomó asiento en la cama a un lado de su hijo y pensó en qué podría responderle – Lo de la pizza no creo que funcione otra vez... ¡Ugh, que frustrante!

– Papá...

– Ya voy, hijo. Déjame pensarlo un poco más – Michael miró al ojiverde a su lado una vez más y por fin una idea pasó por su cabeza – Okay, escucha bien lo que te voy a decir porque sólo será una vez, ¿entendido?

– Si, papi – el pequeño asintió con total atención y escuchó lo que su padre le diría.

– Cuando una persona se enamora de otra persona y la llena de amor por muchos, muchos años, todo ese cariño y afecto que le proporciona se va acumulando hasta hacerse un pequeño bebé, y ese pequeño bebé entra en la pansita de alguna de las dos personas y va creciendo poco a poco gracias al amor que esas dos personas le dan, hasta que ya no cabe más y mejor decide salir y volverse un niño que va creciendo poco a poco por todo el cariño y cuidado que sus padres le dan, ¿comprendiste, pequeño?

– Sí, papá. Entonces, ¿Will y yo podemos tener un bebé?

– Wow, wow, wow. Alto ahí, vaquero – Luke salió del baño en busca de una toalla para secar a su pequeño mayor y escuchó lo que su hijo había dicho – Michael, olvidaste lo más importante en está lección.

– Oh, cierto. Phil, recuerda esto siempre, hasta que esas dos personas no hayan terminado sus estudios completamente y tengan un trabajo estable, no pueden tener un bebé. ¿Comprendido? – el rubio de ojos verdes asintió.

– Comprendido.

– ¡Papá, Luke!

El rubio mayor se sobresaltó al escuchar el llamado de su pequeño Dan desde el baño, se había olvidado por completo de él al quedarse a escuchar lo que Michael le diría a Phil.

– Eres terrible, Luke.

– Cállate, Michael. 

– Eso es mio, cállate tú.

– Que te calles.