CAPÍTULO #31

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– ¿Y las pruebas de embarazo, Luke?

– No lo sé, Mike. Tú fuiste el último en salir corriendo de la habitación.

– Ni si quiera me diste tiempo de pensarlas. Sigue buscando.

– ¡Eso hago!

Ambos hombres revolvían sabanas, colchas, ropa tirada, e incluso dentro de los burós y debajo del tocador. Pero nada. No encontraban nada. Las pruebas de embarazo que Luke se había hecho ya estaban más que pérdidas para el par, y les parecía que ya era demasiado tarde como para salir a buscar unas. La pareja suspiró.

– Cansado. Estoy cansado. No hay ni rastro de esas pruebas.

– ¿Los niños no las vieron?

– No, Mike. Dicen que ni siquiera entraron aquí.

– ¿Entonces? No creo que hayan desaparecido así nada más.

– No sé, Michael. No sé.

Michael tomó el brazo de Luke lanzándose hacia atrás y llevándolo con él para quedar ambos acostados sobre la cama, estaban cansados y algo desesperados por no haber obtenido la respuesta que esperaban y por haber buscado tanto.

– Ya me cansé demasiado. Quiero dormir, Luuuke.

– Bien. Durmamos. Pero mañana seguiremos.

– Sí, Lukey. Sí.

(...)

Por la mañana, ninguno se acordaba de las pruebas de embarazo perdidas. Ni siquiera al ver todo el tiradero de ropa y basura que tenían por habitación, sólo despertaron, entraron al baño y salieron directo a la cocina, como todos los días. Normal.

– ¡Oye, Luke! ¡Tu mamá avisó que venía en una hora!

Eso logró despertar completamente a ambos. Con ojos bien abiertos se observaron el uno al otro; cabello enmarañado y grasoso, rostro con rastros de saliva seca y lagañas, vistiendo sólo unos boxers casi tragados por sus traseros y, sin haberse bañado.

– ¡Date prisa, Michael!

– ¡Seguro viene Jack! ¡Apurate, Luke!

Michael no pudo evitar gritar sobre Jack cuando subían juntos y apresurados las escaleras, y Luke tampoco pudo evitar ponerle el pie por idiota para hacerlo caer y que resbalara unos cuantos escalones abajo.

– ¡Maldito!

– ¡Tú te lo ganaste!

Desenfocándolos a ellos, todos los demás sólo veían como trataban de matarse entre sí, o se provocaban caídas, o se lanzaban cosas. Una de dos, o las dos.

– Mi duda existencial siempre será el cómo esos dos logran seguir juntos y vivos, y con dos niños – Calum se acurrucó más cerca del pecho de Ashton para que lo abrazara – Deberían escribir un libro sobre la supervivencia de esos dos.

– Seguro ya lo hay. ¿Que no recuerdas a Wattpad?

Un escalofrío recorrió al moreno.

– Uy, sí. Mejor no hablemos de eso.

El moreno y el rizado se alejaron del inicio de las escaleras entrando en la cocina, Calum tenía hambre y Ashton debía prepararle algo.

– Oye, Ash. Creo que ya tenemos que ir con un doctor, tengo tres meses y ni siquiera sé cómo está mi bebé – Calum se sentó en una silla de la barra y jaló su camiseta hacia abajo cuando se le arremangó debido a su vientre – Y también quiero saber ya si es un niño o una niña, mi panza es muy grande y creo que será niño.

«Babies» (Muke × Cashton) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora