CAPÍTULO #21

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– ¡Luke! ¡Ven a ver lo que encontramos! ¡Luke! – Michael y Daniel entraron a la casa emocionados, haciendo demasiado ruido.

– Shh, silencio. Ya voy – Luke salió de la cocina con su bebé en brazos, al parecer dormido – ¿Qué es?

– Esto – Michael alzó un pequeño gato frente a Luke, sonriendo enormemente.

– ¿Un gato? ¿De dónde diablos lo sacaste? Espero que esta vez no se lo hayas robado a algún vecino – Luke observó con el seño fruncido al teñido, Daniel salió detrás de él negando.

– No, lo encontramos en la calle – le pidió el animalito a su padre y este se lo entregó suavemente – ¿Me lo puedo quedar?

– ¡Sí, sí puedes! – Michael respondió con emoción antes que Luke, este lo miró con el seño fruncido – O bueno, lo que tu papá diga.

– No – Daniel bajó al minino y miró a su padre con un puchero y sus lindos ojos vidriosos – A menos que prometan ser responsables y compren lo necesario para cuidar del gato.

Michael no pudo evitar la emoción y comenzó a celebrar junto a Daniel. Mala idea.

– Despertaste al bebé.

[...]

– ¿Y cómo se llama tu gatito, Dan? – Calum, Michael y Daniel permanecían en el suelo sobre una colcha cuidando a los bebés acostados ahí.

– Manchas – respondió, y Calum lo miró confundido.

– Fue idea de Michael ¿cierto? – Daniel asintió con una sonrisa.

– Soy un genio para los nombres – Michael sonrió orgulloso de sí mismo, Calum lo observó con una ceja alzada.

– Es blanco – Daniel y Michael voltearon a verlo – El maldito gato es completamente blanco. ¿Cómo diablos es que se te ocurre ponerle manchas?

– No sé – Michael se encogió de hombros, Calum bufó, era un imposible.

– Dan – colocó una mano sobre el pequeño hombro de su sobrino – Estudia. Por favor. No sigas el ejemplo de tu padre.

– Sí – Michael los miró indignado y molesto. Daniel sonrió asintiendo repetida veces – Lo juro.

– Los odio. No me hablen – Michael se levantó del suelo cruzando los brazos y con un puchero resentido fue a su habitación.

Luke permanecía pacífico sobre la cama, leía en su celular tranquilamente un libro de alguna fan, buena escritora era su opinión.

Pero toda esa calma, tranquilidad y admiración hacia la escritora, despareció con la llegada de un Michael tiernamente molesto.

– ¡Lukey! – chilló Michael lanzándose a un lado del rubio y escondiendo su rostro en el abdomen de este.

– ¿Qué pasó, Mikey? – acarició el cabello del teñido con ternura, le gustaba cuando Michael se ponía de esa manera tan cariñosa.

– Calum me molestó – Luke soltó una risa, le causó cosquillas que Michael hablará en su estomago.

– ¿Qué hizo ahora? – Michael levantó su verdosa mirada hacia Luke con un puchero.

– Me dijo que Manchas no era nombre para un gato blanco – Luke sonrió enternecido y acarició las mejillas del teñido.

– No le hagas caso, cariño. Tu puedes nombrar como quieras a un gato – Michael sonrió y asintió como un niño pequeño, cosa que absolutamente ya no era, pero por dios, es Michael Clifford.

«Babies» (Muke × Cashton) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora