Lexa
-Y bueno a quien tenemos aquí, a la pareja que lo está petando en todas las redes sociales, ¿que pensáis sobre eso?
- Lo que más he deseado es que Clarke sea aceptada por parte de mis seguidores y parece que esta pasando, me alegro mucho por ello.- respondo
Nos alejamos de aquella periodista y seguimos andando por el photocall, todas las preguntas van a lo mismo, ¿desde cuando nos conocemos? ¿no vamos a casar? y así decenas de preguntas que no obtienen respuestas, queremos calmar esto, por lo que respondemos preguntas cortas y no muy comprometedoras, Clarke se limita a sonreír, ahora viene el momento foto.
- Estoy demasiado nerviosa.
- Lo entiendo es la primera vez que haces esto, pero recuerda... eres preciosa y ya está, no tienes que convencer a nadie más.
- Al final me lo voy a acabar creyendo, pero todos sabemos que tu eres la guapa de la pareja.
Uno de seguridad nos indica que tenemos que empezar a hacer las fotos ya, comenzamos a caminar, entonces cojo la mano de Clarke y la agarro lo mas fuerte posible.
- Vamos allá. - digo y los flashes empiezan a sonar y a iluminar toda la sala
...
- Pff, ha sido brutal- me dice mientras que todavía sigue temblando de los nervios
Le miro y sonrío
- Ahora viene lo mejor, han venido famosos de todos los lados del país.- digo
Empieza a sonreír, me encanta su sonrisa, es preciosa, la única palabra que me sale para definirla.
- Hola pareja, que bien se os ve- dice una mujer algo mayor.
- Muchas gracias, la verdad es que nos lo estamos pasando bastante bien.- Es Clarke la que decide hablar y se lo agradezco porque yo no sabía que decir
- Bueno os veo en la cena, adiós- y siguió su camino hacia el grupito de cantantes que había a nuestras espaladas.
- Gracias por sacarme del apuro, hoy no tengo ganas de aguantar a esa gente.
- No te preocupes, no me importa tener que hablar por ti.- dice y me coge de la mano
...
Así pasa el tiempo, en conversaciones con gente que no conozco, preguntas que no me importan y besos fugaces con Clarke, me gusta demasiado esta chica, me saca mi lado tierno y no me importa estar en cenas de estas, mientras que ella esté a mi lado.
- Son las 12 de la noche, ¿cuando nos vamos a ir?- me pregunta la rubia con cara cansada.
- Cuando tu quieras pero eres consciente de que para salir hay que atravesar toda la masa de gente que hay en la puerta esperando a que alguien salga, no?
- Por desgracia si, no pasa nada, lo aguantaré con tal de parar de escuchar a estos -dice señalando a unas cuantas personas que están hablando de nosotras mientras que le estamos escuchando.
- Ahora me entiendes, no? Está gente es muy falsa- bromeo y se ríe, seguido de esto empezamos a andar para salir de aquí.
- Ahora otra vez, ¿estás preparada?- le pregunto.
- No, espera - se para en seco, se gira y me da un beso en los labios, le agarro de la nuca para acercarla más y segundos después nos separamos.- Ahora si, sigamos- Clarke empieza a caminar pero antes me agarra la mano.
- Espera, ¿y si le damos juego?- pregunto.
- ¿Juego?- me mira extrañada.
Me pongo a su lado y le agarro de la cintura, vamos muy pegadas, aunque es un poco difícil andar así, da igual, con tal de que se calmen un poco y acepten que tenemos algo, mejor.
Y ahora si, por fin salimos, hay cientos de personas esperando en la puerta, en cuanto nos ven, empiezan las fotos y los vídeos.
Pasamos lo mas rápido posible, la veo sonreír mientras que yo agacho la cabeza y sigo hacía delante.
Veo a un grupo de muchachos pidiéndome una foto.
- Vamos un momento allí- le digo a Clarke, nos separamos un poco y nos giramos.
- Una foto por favor.- dice una muchacha de unos 16 años.
- Claro, venga un selfie.
- No, mejor os hago yo la foto.- se ofrece Clarke.
Hace la foto y nos volvemos a dar la mano, antes de entrar en el coche cojo desprevenida a Clarke y le doy un beso.
- ¿Que acabas de hacer?- pregunta riéndose
- Ya te lo he dicho antes, darles juego.
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El amor es debilidad
Teen FictionLexa y Clarke, pertenecen a dos mundos totalmente diferentes. Heda está harta de su fama, no es feliz con lo que tiene. Wanheda es camarera, una persona humilde que se queja de su trabajo. Sus mundos se chocan y algo demasiado fuerte les une.