Soy yo, Lexa

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Lexa

- Lo sé, debí no quedar con ella, tuve que rechazar la propuesta, pero recuerda que yo la he querido mucho, es parte de mi pasado, fui a quedar las cosas claras, no a revolucionarlas - digo soltando un suspiro.

- Ya, todo esto es una gran putada - afirma Octavia a través de la pantalla del ordenador.

- Que pena que volviste la semana pasada a Londres, cuanto te echo de menos... - digo mirando hacía la cámara.

Recibo un e-mail.

- Te dejo, me han enviado un mensaje, adiós, luego te llamo - digo y corto la llamada.

Leo el e-mail y veo que es Clarke, que raro, ¿por qué no me llama?

Pone que lo averiguó todo, sabe la verdad, sabe que no le he mentido, habla también sobre la carta, "todo se ha solucionado", dice al final del mensaje.

- Si si si, por fin - digo saltando de la emoción, siento como la calma va llegando poco a poco a mi y por fin no estoy angustiada, puedo volver a respirar tranquila.

Voy corriendo al baño y me doy una ducha, después de eso, me peino, me maquillo, me visto y salgo hacía la calle, deseando verla.

...

Aparco el coche y llego al portal, doy al timbre y enseguida me responde una voz femenina

- ¿Quién?- pregunta

- Soy yo, Lexa- no se escucha nada al otro lado, pasan 5 min así, cuando ya me giro para volver a casa oigo que la puerta se abre y sale Clarke corriendo, me abraza y yo le respondo.

- Te quiero - digo apretándole aún más.

- Te quiero - dice separándose un poco.

Se inclina y me besa, la acerco más, esto es lo que necesitaba, justamente esto.

Me coge de la mano y me arrastra hasta el interior del portal, subimos las escaleras y entramos en su apartamento, todavía tiene una caja tirada en el suelo.

- Bueno yo me puedo ir llevando esto - bromeo mientras cojo la caja que queda.

- Espera, tengo un problema, he dejado el trabajo, lo había dejado para irme a vivir contigo y ya más adelante encontrar otro mejor, pero viendo lo que ha pasado, tengo que encontrar uno ya pronto - dice angustiada.

- Ojala no tuvieses que hacerlo, pero te entiendo, podemos volver al plan inicial, te vienes conmigo, nada fijo, solo temporal, cuando ya se relajen más las cosas buscas trabajo.

- No quiero ser una mantenida - dice algo avergonzada

- No me importa mantenerte, no te preocupes seguro que empiezas a trabajar pronto.

Me mira y sonríe

- Ayúdame a hacer la maleta porfa - dice poniendo cara de pena.

- ¿Venga, por donde empezamos? - pregunto

- Ven - dice entrando en la habitación - ves recogiendo lo de allí y yo me pongo a coger los zapatos.

Voy donde me señala y veo que entre pantalones y camisetas hay algunas bragas, sonrío y las voy metiendo en la maleta

...

- Hoy cenamos en casa mejor - digo y saco mi móvil para pedir un pizza.

- Lo mismo digo - oigo a Clarke decir cuando sale del cuarto de baño.

A la media hora llega el pedido y lo atiende ella ya que yo me había ido a la cocina en ese momento.

Salgo de allí y la veo con la pizza en la mano.

- Trae platos y eso ,no? - dice poniendo la pizza en la mesa del salón.

- Voy - digo y vuelvo a la cocina, ella me sigue y cuando iba a coger un vaso noto que me abraza por detrás.

- Te he echado de menos - dice apartando mi pelo hacía un lado.

- Yo también - digo girándome para quedar una enfrente de la otra - te quiero, no me cansaré de decirlo.

Sonríe al escuchar mis palabras.

- Eres hermosa, yo tampoco me cansaré de decirlo.

Nos damos un corto pero bonito beso y vamos al salón con todo lo necesario para cenar.

- He pensado de ir a Italia o a ... Donde tu quieras... - digo tras beber un poco de agua.

- ¿A que se debe esas ganas de salir del país? - pregunta sonriendo.

- Por todo, apartarnos un poco de la prensa que últimamente está muy pesada con todo lo que pasó - digo.

- Me apetece ir a Australia, siempre he querido visitar ese país - dice mirando a la tele.

- Pues decidido, la semana que viene nos vamos a Australia, vamos a reservar los billetes - digo entusiasmada.

- ¿¡La semana que viene!? - pregunta sorprendida.

- Si, ¿que pasa, tienes planes?

- No, pero me parece precipitado, así sin planificarlo ni nada.

- Cuanto mas planifiques las cosas, peor salen.

- Vale, vale lo que tu quieras, mañana me voy a comprar un bikini, no tengo ninguno.

- Perfecto, yo también necesito uno.

Cojo el ordenador y a los 20 min ya tenemos billetes para las dos.

- ¿4 o 5 estrellas?- pregunto.

- Lo que tu quieras, no te gastes tanto dinero...

- No es molestia, entonces 5 estrellas, 7 noches y 8 días, bueno he encontrado una oferta de 10 días y 9 noches, mejor la segunda.

- Me da igual, lo que tu necesites para desconectar.

- Por mi estaría un mes - digo reservando la de 10 días.

- Por mi ... me hubiese ido allí hace mucho tiempo.- dice suspirando.

- No eres consciente de lo que tienes, tienes una familia que por lo que me has hablado es maravillosa, tienes seguridad, eres ... preciosa, ¿que más quieres? - digo mirándole a los ojos.

- Tu si que no te puedes quejar - dice apartando la mirada

- Bueno dejemos de quejarnos y vamos a dormir que mañana hay que ... comprar bikinis - digo, al principio de la frase creía que teníamos que hacer algo importante.

- Que tonta estás - dice sonriendo y cogiendo los platos y levantándose para llevarlos a la cocina.

- Espera te ayudo - digo incorporándome para coger los vasos.

El amor es debilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora