Vamos, no seas así

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Lexa

Hace 2 días

Entro en la cafeteria y me encuentro a Costia en una de las mesas de la derecha.

- Hola- saludo secamente.

- Después de todos estos años, ¿me vas a venir con estas?- dice sonriendo.

- No estoy para gracias, sabes a lo que he venido y cuanto antes me vaya mejor.- digo sentandome en la silla.

- Dime una sola por la que quieras mas a esa que a mi.

- No es esa- digo enfadandome- y la quiero por no mentirme, por quererme y entenderme, si no puedes aceptar que tu no fuiste capaz ni de aceptarme, te jodes, estoy con ella, la quiero y mucho.

- No, me dejaste por que tu no te distes cuenta que la carrera te estaba jodiendo la vida, yo fui la única que te intento abrir los ojos, pero si no lo ves yo no puedo hacer nada, aún así quiero estar contigo, ella no te hace bien- dice mirándome a los ojos.

- Cuando pudiste estar conmigo y apoyarme, no estuviste, ahora no me vengas con este cuento, no cuela- hago una pausa para recuperar el aliento - y además ella no es que me haga bien, es que me hace mejor persona, acéptalo y deja de llamarme, no te quiero Costia, nuestra relación terminó.

- Que buena actriz Lexa, hubieses triunfado-  sonría, sabe que eso me irrita mucho.

- Me voy, no me hables, olvidame- digo levantándome de la silla.

- Espera- y antes de que pueda apartarme me da un beso, yo reacciono rápido y me aparto- demasiado tarde.

- Maldita sea Costia, déjame en paz, quiero a Clarke, asúmelo, ya no eres nadie para mi, te odio.

Salgo de la cafeteria al borde de un ataque de nervios. No puedo creer lo que me acaba de hacer Coatia, espero que nadie lo haya visto.

2 días más tarde

- ¡JODER!, por su puta culpa, la odio, la detesto, maldita zorra, ha arruinado todo, yo no quise hacerlo - grito mientras cojo un jarrón y lo arrojó contra el suelo, siento algo de liberación cuando veo este hecho añicos, comienzo a llorar al ver que Clarke junto a su maleta desaparece al entrar en el ascensor. 

Ni la ducha es capaz de aliviar el dolor que siento, una gran presión oprime mi pecho, la cabeza me va a estallar, ya no me quedan lágrimas con las que llorar, mis ojos están demasiado rojos tanto que duelen, no pienso grabar nada, no pienso levantarme del sofá. 

Clarke... cada vez que su nombre llega a mi mente, el vacío y la soledad se intensifica.

...

Son las 10 de la mañana, estoy buscando en internet, cada minuto que paso delante del ordenador aumenta mi dolor, pero no importa lo que estoy haciendo es mucho más importante que eso, busco algún vídeo que demuestre que rechaze ese beso, aunque va a ser difícil de encontrarlo, alguien grabó el beso, pero cortó la parte en la que le empezaba a gritar.

- Vamos se que estás por aquí digo entrando en una página web

Después de más de hora y media leyendo estúpidos artículos del "beso", me rindo por ese día, minutos después de apartar el ordenador y quedarlo en la mesa llaman a la puerta.

Abro, veo que es Clarke... bueno lo que queda de ella.

-Hola- dice sin tan siquiera mirarme a los ojos

- Pasa, te he guardado las cosas en esas cajas, se que te tienes que ir a trabajar pronto, era para facilitarte la mudanza. digo señalando, un par de cajas del fondo.

- Gracias- dice mientras que camina vagamente hacía el salón.

- ¿Quieres que te ayude? - pregunto acercandome donde está ella

- Preferiría que ni me hablases- sus palabras se clavan en mí, como cuchillos.

- Vamos Clarke no seas así. - le ruego mirandole a los ojos

Ella aparta la mirada y coge una caja para llevarsela a su coche.




El amor es debilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora