Un par de chupitos

195 11 0
                                    

Lexa

Después del momento incómodo que se formo al volver del baño, Octavia nos presento a una muchacha, al parecer estuvo trabajando con mi amiga hace unos meses.

- Hola, yo soy Lexa  - digo estrechándole la mano y dándole un beso en la mejilla.

- Hola yo soy Echo - dice acercándose a mi oído para que la escuchara por encima de la música.

Al poco tiempo aparece Clarke con dos copas, se queda extrañada al ver a la muchacha.

- Ella es Echo amiga de Octavia, trabajó con ella - le informo a mi novia.

- Ah vale, yo so Clarke encantada.

Le da dos besos, pero antes me da uno de los vasos que traía.

Vemos a Octavia bailando cerca de nosotros por lo que nos acercamos, nuestra acompañante se adelanta y se une al espectáculo que se están montando muestra amiga y Emori.

- Va demasiado borracha - digo.

- Pues como nosotros - me dice Clarke.

- Va peor, mira como baila, además la he visto coquetear con un muchacho, menos mal que a he pillado a tiempo y le he quitado la bebida, en cuanto espante a el chico ella se quejo y se pidió un par de chupitos.

- Tiene que parar - se alerta Clarke - no puede beber nada más, sino pasará algo muy mal.

- Yo me encargo - digo adentrándome al círculo que se había formado alrededor de Octavia, la agarro del brazo y la saco de allí, cuando nos alejamos le arrebato el vaso y la saco fuera para que le de el aire.

- Vamos no seas aburrida - dice Octavia intentado entrar de nuevo en la discoteca.

- Estás demasiado pedo, te he visto como te metía mano un tío, no puedes seguir bebiendo.

- Solo estaba hablando - se justifica ella.

Calrke se acerca seguida de Echo y Emori, con cara de preocupación se sienta junto nosotros en el banco.

- Pide un taxi - ordeno a Echo que está con el móvil.

A los 20 minutos nos montamos en el coche, Octavia se ha calmado un poco pero sigue mareada y de vez en cuando empieza a gritar.

- A alguien le va a doler demasiado la cabeza mañana - bromeo girándome para mirarla.

Todas se ríen levemente y enseguida vuelve el incómodo silencio.

- Mejor que a nosotras nos lleve al hotel y a vosotras a vuestra casa, en cuanto pueda os diré como despierta mañana.

- Okey - paga Lexa el trayecto y con esfuerzo sacamos a Octavia del taxi.

...

Lexa le quita a desabrocharse el vestido y a tumbarse en la cama

- Toma agua, ahora a dormir - digo ofreciéndole un vaso.

- Gracias, buenas noches.

- Hasta mañana - decimos ambas al unísono mientras salimos de la habitación.

Entramos en la nuestra la cual está bastante cerca.


El amor es debilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora