¿Acaso no le puedo preguntar su nombre?

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Lexa

Han pasado 2 días desde que fue el evento. Vuelvo de haber grabado otra vez la misma canción que el otro día, porque al parecer tiene unos fallos. Ahora voy camino a alguna cafeteria pequeñita en la que poder relajarme, encuentro enseguida una, al entrar veo una mujer mas o menos de mi edad, rubia con el pelo ondulado. Se me queda mirando de una forma la cual ya me habían mirado antes, me quedo pensando en ello y me acuerdo de que fue la chica del evento, la del selfie, la que me llamo preciosa, me lo han dicho miles de personas, sobretodo seguidores, pero ella me lo dijo de forma sincera, no sé, sentí algo, es ahora cuando me doy cuenta de que estoy en mitad de la puerta de la cafeteria mirando a la muchacha fijamente.

-Es...to.. perdón no quería incomodarte, ¿tu eres la chica del evento, no?- digo acercandome a la barra donde al otro lado se encontraba ella, la cual sigue mirándome embobada.

- Ehh... si.., ¿quieres tomar algo?

- Claro, un café solo.

- Vale, ahora mismo te lo preparo, son 1,20.

Le  pago y me siento en la mesa mas cercana que hay. Ahora que no me ve empiezo a mirarla, no se que me pasa con esta chica, pero siento como que quiero estar hablando con ella todo el tiempo.

Entonces decido levantarme y sentarme justo enfrente donde ella está haciendo el café, los taburetes son incómodos pero no me importa.

-Aquí tienes, Lexa. - dice poniendo la taza sobre la barra.- ¿No estás más cómoda en una mesa?

- No estoy mejor aquí, pero muchas gracias.... ¿Como te llamas?- le sorprende mi pregunta, ¿acaso no le puedo preguntar su nombre?

-Me llamo Clarke, encantada.- Sonríe mirándome, aparta un momento la vista a mis labios, pero vuelve enseguida a mis ojos

Me adelanto para darle dos besos y acto seguido alguien toca mi hombro, me aparto y veo a un grupo de muchachas mirándome y haciendo fotos.

-Hola - digo con la cara mas amable que puedo poner.

- ¿Te puedes hacer una foto? por favor, me encantan tus canciones.

- Claro que si y muchas gracias . 

- Os la haré yo- dice Clarke saliendo de la barra.

Coge el móvil de la chica y hace unas cuantas fotos.

- Muchísimas gracias Lexa.- y seguido se marchan el grupo de muchachas 

- Yo no sé como te puedes acostumbrar a esto, es alucinante.

- No te creas al principio gusta pero ya después cansa, y lo malo es que tienes que poner cara de estar disfrutando de algo que no te gusta 

- Dímelo a mi tengo que sonreír 8 horas diarias y soportar a personas muy bordes.

- Bueno dejemos de hablar de esto, vengo a relajarme no a llorar penas.

- De acuerdo, ¿quieres algo más?

- Si dame una tarta de esas se la llevaré a mi madre.

Vuelve al otro lado de la barra y prepara mi pedido, yo mientras le miro y tengo que admitir que esos vaqueros le quedan muy bien.

...

Me dirijo a mi casa y decido coger un taxi, lo que ha pasado en la cafeteria ha sido muy raro, he sentido como que no me quería ir y que me encantaría seguir mirando a aquella chica, por eso me he dicho que voy a volver a ese lugar todas las veces que pueda. 

El amor es debilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora