Capitulo 11: ¡Sorpresa!

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- ¿Estás segura de lo que quieres? – me preguntó Angel aún sin creerlo.

- Síp – respondí – me di cuenta que no quiero estar con otra persona que no sea Frank.

- Pero…Sophie…estás pensando…¡matrimonio!

- ¿y qué? – la miré sin entender.

Lo había estado pensando y no había motivos para no querer estar con Frank para siempre.

Yo me quería casar con él, ahora realmente lo deseaba.

¿Por qué le parecía tan loco a Angel? ¿Qué tenía de malo? 

No he dicho que quiero que sea la próxima semana, tal vez…al comenzar el verano que viene. Sería lindo un día soleado…pero…Frank aún debe preguntarlo y no sé cuanto tarde en hacerlo.

- Si eso te hará feliz te apoyaré – Angel me dio un abrazo – tú sabes que yo siempre estoy del lado que más feliz te haga.

- Gracias – sonreí ante lo genial que es mi amiga.

- Déjame a mí que ya verás como Frank te pide matrimonio en menos de lo que esperas.

- ¡Angel, no! – chillé divertida – deja que él lo haga solo.

- Lo hará, pero ese muchacho necesita un empujoncito y no hay nadie mejor que yo para eso – me guiñó un ojo – tú tranquila.

Angel salió riendo de la habitación. Quién sabe qué haría para llevar a cabo su plan loco.

Seguí leyendo mi libro y extrañando a Frank. Mañana lo vería pero no pdoía esperar a estar con él nuevamente.

Este día lo había dedicado a hablar con mi mamá sobre él y ¡logré lo que quería! Mamá le dio una segunda oportunidad y esperaba que Frank no la desperdiciara.

***

¿Frank se querría casar conmigo? ¿Angel lograría lo que quería? Desde nuestra conversación todos los días me preguntaba lo mismo una y otra y otra vez. Me iba a volver loca sin saber la respuesta.

Me encantaba como todo estaba yendo entre Frank y yo. Una vez más me sentía como en una nubecita flotando pero esta vez tenía un pie en la realidad para no llevarme un golpe feo.

- ¿Cómo está la cosita más linda del mundo? – Frank se lanzó sobre mi cama y luego comenzó a hacerme cosquillas.

Se detuvo solo para darme besos y más besos. Estaba tan cariñoso y alegre.

- He estado hablando con Angel – comentó y mi corazón se aceleró de forma brusca – y me he dado una idea así que te tengo una sorpresa.

- ¿una…una sorpresa? – pregunté casi sin poder creerlo. ¿Angel lo había conseguido? ¿Tan rápido?

- ¡Sí! Ven, bajemos y te muestro la sorpresa.

Bueno, no es una cena romántica ni nada pero ¿qué importa? ¡Ay, me siento tan nerviosa!

Frank me tomó de la mano y me llevó fuera de la pensión.

Tomó una cajita de color café con ollitos y me la pasó.

- Ábrela con cuidado – me dijo y lo miré sin entender. ¿Un anillo en una caja tan grande?

- Bueno – destapé la caja y saltó hacia mí una masa de pelos. Dejé caer la caja para atrapar la masita de pelos que lengüeteó mi cara instantáneamente – un perrito – dije emocionada por la bolita de penos pero medio apenada porque no era un anillo como yo quería.

- ¿te gusta? – me preguntó emocionado.

- ¡Claro! Esta cosita es hermosa – respondí acariciándolo – Oye cosita, que bonito eres, cosita linda.

Cenizas parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora