Capitulo 16: Epilogo

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Creo que me crucé contigo en la calle

Pero resultó ser sólo un sueño

Me propuse quemar todas las fotos

Ella se fue y yo tomé un camino diferente

Recuerdo la cara pero no puedo recordar el nombre

Ahora me pregunto cómo estará Comosellame

Hoy se cumplían cinco años desde que cometí el error más grande de mi vida.

El tiempo pasaba volando y, aunque, ya no estaba muerto en vida como lo estuve por mucho tiempo aún quedaban rastros de ese dolor que yo mismo causé.

- Salud por los cinco años desde que la dejé ir – choqué el vaso con la única persona que podía entender lo que sentía.

- Salud por los cinco años en que todo se destruyó – Gerard me miró y luego bebió su trago.

¿Gerard? ¿Gerard Way? Sí, ese Gerard Way.

La verdad es que es algo sencillo de explicar. Siempre me lo encontraba cuando iba a beber y al final terminamos compartiendo nuestras penas y nuestra borrachera.

Ambos entendimos que ella había sido lo mejor que nos había tocado vivir y que ambos lo arruinamos una y otra vez.

Tal vez si yo hubiera confiado más en la decisión de Sophie estaría contando una historia totalmente difícil. Ella sería mi esposa y tendríamos un hijo, viviríamos en una linda casa y todo sería felicidad pero…yo dudé e hice lo que creía mejor. Cuan equivocado estaba.

Pero, es que, el amor y el profundo dolor que reflejaban ese día de la boda los ojos de Gerard me hizo creer que en ella se despertaría un montón de sentimientos…y que, finalmente, se estaba condenando a mí por compromiso.

Me sentí superado por Gerard pero no lo culpo, todo es mi culpa porque yo dudé de ella y la obligué a decidir algo que ella no quería.

Creí que Gerard era lo mejor pero Sophie no estaba pensando lo mismo.

Como ya dije, el tiempo pasó y entre borracheras y penas comencé una amistad con Gerard la persona que menos imaginaba terminó siendo mi amigo y mi socio.

Al final terminé estudiando arquitectura y Gerard tomó clases de diseño de interiores. Me burlé mucho de él por eso pero luego aprecié su trabajo y ambos formamos una empresa que ahora es muy reconocida en el mundo.

Yo hago la estructura y él lo interior. Nos guíamos en el gusto de nuestro cliente, sus necesidades y sus sueños de la casa ideal.

Es un excelente negocio que aparte de dejar buen dinero nos encanta.

¿El nombre de nuestra empresa? “F&G” oh, sí, muy original.

Lo único malo, a veces, de esto era el tener que estar viajando constantemente y no poder echar raíces en ningún lugar.

Ayer estábamos en Toronto y hoy en Los Angeles.

- ¿qué será de ella? – pregunté y Gerard suspiró.

- Debe estar feliz – respondió Gerard – Mikey nunca me cuenta de Sophie.

- Me imagino, ¿él la ha vuelto a ver?

- No lo sé. Es muy reservado con eso, creo que mi hermano odia una parte de mí.

- Hicimos que se fuera y se alejara de todas las personas que la querían…- suspiré y bebí otro trago.

Nunca más supimos de Sophie, bueno Gerard y yo porque era más que obvio que sus amigos y familiares sí se mantenían en contacto con ella.

Muchas veces, ebrio, hice escándalo frente a la pensión Spears. Gritando y llorando para que me contaran de Sophie. Jamás tuve respuesta.

Cenizas parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora