Sacrificio [Novela por capítulos]

Capítulo 9: Joshua

Sé dónde están mis padres, sé exactamente por qué nos dejaron. Y me duele no podérselo decir a mis hermanos. Estoy seguro de que si Lexander y Annalyne conocieran la verdadera razón por la que ellos se fueron, no estarían tan molestos y comprenderían. Pero le prometí a nuestra madre y padre que no les diría nada, para que a ninguno se le ocurra seguirlos. Si están lejos es por nuestra seguridad. Nos cuidan, igual que siempre, ellos siempre han visto por nosotros primero antes que por ellos mismos, y no me gusta ver que mis hermanos piensen lo contrario.

También estoy al tanto de las visitas que Claire les hace a mis padres de vez en cuando. Ella cuida de nosotros desde hace ya unos años, sin pedir nada a cambio, hasta ahora. Sólo Lexander y yo sabemos el trato que hay con Claire. La verdad es que Lexander se lo debe más que yo, sobre todo porque ella le salvó la vida antes, yo sólo lo hago por gratitud.

Claire conoce la historia de nuestra conversión, el por qué nuestro padre nos hizo esto a todos sin dejarnos pensarlo antes de haber sentido el pinchazo de sus colmillos. También está al tanto de que existen cazadores, bueno, un cazador en particular que está detrás de nosotros, cazándonos como si fuésemos animales. Ni siquiera es nuestra culpa, al menos no de todos, sí de mi padre. Él mató a la familia de Viktor Pernovak, su esposa y sus tres pequeñas niñas murieron en manos de mi padre luego de que Viktor matara a mi abuelo Ezven Ashcroft. Todo lo que sé de Pernovak es que es ruso, está vivo y quiere matarnos a todos.

Por eso papá y mamá se fueron, están buscando a Pernovak para darle muerte antes de que nos encuentre. Él amenazó a mi padre a muerte, jurándole que primero mataría a sus hijos, luego a su adorable esposa para terminar con él y así acabar con todos los Ashcroft que quedan.

También es otra de las razones por las que Claire está con nosotros. No tenemos conocimiento alguno sobre la existencia de más vampiros en el mundo. Al parecer muchos han sido exterminados ya por cazadores, los cuales se multiplican con los años. Según sé, Pernovak pidió expresamente que ningún otro cazador tocara a ninguno de los Ashcroft, pues nosotros le pertenecemos. No tengo idea de si él u otros cazadores saben sobre Claire, ella es prácticamente nueva en la familia de vampiros, pero, para ser honesto, espero que siga en el anonimato. Porque alguien tiene que quedar vivo para darle sabor a la historia.

En fin.

Hoy estamos en esta nueva ciudad con una nueva misión, aunque detrás de todo ese caparazón de independencia, la realidad sea que estamos escondiéndonos para mantenernos a salvo. Dentro de esta nueva misión está cuidar a la familia de Claire. Se supone que yo estoy a cargo de mantener con vida a James, el mayor, pero tal parece que ya se me salió un poco de las manos el asunto. Annalyne no sabe nada de esto y casi se desayuna al muchacho luego de que, gracias a ella, éste chocara contra un poste de luz. Razón por la que ahora está en el hospital. También tengo que echarle ojo al papá, aunque creo que ese puede librarla solo. El hijo, por el contrario, parece alguien aventurero, por decirlo de una forma, así que tengo que ver que no vaya a matarse o algo por el estilo. Lexander, por su parte, tiene que cuidar a la hija, Mila, no sé qué tiene pensado él para lograr su objetivo, pero yo ya pensé un poco por él. Se me ocurrió una idea, que no creo que a mi hermano le moleste. Después de todo, es una deuda grande la que tiene, así que las objeciones están fuera de lugar.

Estoy esperando a Lexander en nuestra nueva casa, seguramente estará por ahí cazando, siempre ha preferido alimentarse ya al amanecer, cuando hay menos gente en la calle, menos peligro. Aunque el día que Lexander me diga que se ha metido en problemas, ese día voy a llorar de incredulidad. Él es el más ágil de los tres, bueno, cuatro contando a Claire. Es tan peligrosamente silencioso, que si yo fuese una de sus víctimas, hace mucho que estaría muerto. Nunca nadie lo ve venir, excepto cuando quiere jugar un rato, cosa que no pasa muy a menudo a menos que esté mucho muy sediento o aburrido.