~Tres semanas después~
Lyra avanzaba perezosamente por uno de los pasillos del Enterprise, bostezando de vez en cuando. Acababa de despertarse de una siesta, cosa que no hacía desde que tenía tres años.
Iba levitando, lo que le servía para practicar su poder. Lo había hecho bien hasta entonces. Sin embargo, la que más atención ponía al entrenamiento era Mariella, ya que el día del ataque había golpeado sus límites realmente duro. Estuvo descansando por dos días, y desde entonces había estado mejorando su resistencia.
Lyra se alegraba por ella. Lo había hecho bastante bien ese día, salvándolos a todos varias veces.
-Lyra- dijo alguien, haciendo que abriera sus somnolientos ojos.
Se encontró con Anna, quien la miraba con sus ojos llenos de energía. Completamente opuesto a la actitud de Lyra.
-Hola Annie- le respondió Lyra, restregándose los ojos.
-Veo que alguien tiene sueño- le dijo su amiga pelirroja, jalándole la mano para que descendiera.
En ese momento cayó en cuenta de que seguía levitando. Se dejo caer, caminando ahora junto a Anna. Ella llevaba unos jeans y una camiseta roja con un estampado de fuego, que encima decía “I rule”. Lyra se burló por un momento. Eso definitivamente lo había hecho Anna por sí misma.
-Tomé una siesta- le respondió Lyra -No tengo idea porque-
-A lo mejor estabas cansada- sugirió Anna, abriendo una compuerta -A lo mejor yo te despierto-
Lyra iba a preguntarle a qué se refería, cuando Anna la empujó por la compuerta. Ésta estaba en el costado del barco, por lo que se encontró enseguida cayendo al océano.
-¡Oye!- le gritó a Anna, y enseguida voló para regresar a donde estaba su amiga.
Un duelo sorpresa, pensó Lyra mientras volaba, despierta ya del todo.
Creo que lo lograste amiga.
<•>
Liz estaba sentada en una silla giratoria de oficina, en la posición más exótica posible. Jugaba con una bola de papel, la cual tiraba al aire y volvía a atrapar mientras daba vueltas en la silla.
-No me ayudas- le dijo su hermano, Nico, quien se encontraba en un escritorio cercano.
Él había estado tratando de construir un nuevo Nightcode, ya que el que habían usado lo había dejado en el cuartel de la Entente cuando las paredes habían comenzado a temblar.
-Te estoy dando apoyo visual- respondió Liz -Y moral-
Se había cortado el cabello una vez volvieron del combate, eliminando así todo rastro del pedazo que la flecha de Lyra le había cortado. Le había vuelto a crecer, pero aún se le notaba más corto.
-Igual...- comenzó a replicar Nico, pero se distrajo con lo que estaba viendo.
Una luz verde se había activado en un panel de control a su derecha. Celebró internamente. No parecía mucho, pero era un avance para finalmente recrear ese programa neutralizador.
<•>
Cass estaba recostado sobre un barandal en uno de los balcones superiores del Enterprise, cuando escuchó a alguien acercársele por detrás.
-Hola- dijo Mariella, parándose a su lado.
-Hola- le respondió Cass, enderezándose -¿Cómo vas?-
-Bien- respondió Mariella -O eso creo. ¿Qué tal tu?-
-Estoy… bien, supongo- dijo Cass mirando hacia adelante, al sol que se estaba ocultando.
-¿Supongo? ¿Te preocupa algo?- preguntó ella, mirándolo con preocupación.
-Algo así- respondió Cass.
Miraba a la isla que tenía delante, similar a la del cuartel de la Entente. Era allí donde habían decidido asentarse, ya que no sabían si el mundo volvía a ser seguro. Para ellos, al menos. Una isla pérdida en el Triángulo de las Bermudas era lo más seguro con lo que contaban.
En uno de los costados de la isla, el más cercano a donde se encontraba el portaaviones, se alzaba una estructura metálica, que se convertiría en una torre algún día. Vivirían allí después, si todo salía bien.
-Logramos vencer a la Entente... pero no creo que sea la última vez que los veamos- completó Cass.
-¿Otra de tus visiones?- preguntó Mariella.
-No. No he tenido de esas desde hace rato. Solo… lo siento- explicó Cass.
Era cierto. Sus visiones se habían dormido desde el ataque a la Entente, y lo que sentía era completamente diferente a su precognición.
-Vamos a estar alerta- le dijo Mariella -Además, nuestro ataque debió de dejarles una dolorosa marca en su ego si es que sobrevivieron-
Cass rio sin ganas. Fue en ese momento que Mariella tuvo un bajón de animo.
-También faltan Sam y Celeste- dijo ella, bajando la voz -Sé que no están muertos. Solo están ahí, perdidos-
-Los buscaremos- le respondió Cass, abrazándola -Ya detuvimos a la Entente. Las prioridades cambiaron. Al fin y al cabo, somos como una familia. Incluso ellos-
Y así se quedaron, abrazados, mientras veían como el cielo se tornaba naranja sobre la nueva torre en construcción.
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Nightcode ~ El Código Nocturno
Science Fiction[Próxima edición] ~Precuela de la saga Noxae~ (20 años antes de Parallel) La Entente es una organización secreta, dedicada a crear y decifrar códigos, además de desarrollar tecnología de punta. Sin embargo, la llegada de un nuevo grupo de jóvenes...