Nightcode ~ El Código Nocturno

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-Ya quiero ver la cara de Félix cuando sepa que ganamos- dijo Mariella al llegar.

-Espero que nos dé un premio o algo- dijo Cass abriendo una botella de agua.

-Buenos movimientos los de allá afuera- dijo una voz a sus espaldas.

Ambos chicos se voltearon, encontrándose cara a cara con una chica. Era alta, con sus ojos de un tono marrón claro. Su cabello era negro, pero ella se lo había tintado con líneas azules oscuro, las cuales iban acorde con su peinado de cola de caballo, exceptuando dos pequeñas trenzas que le caían a los lados de la cara. Su piel era clara, por lo cual se le notaban unas cuantas pecas en la nariz.

-Por cierto- volvió a decir, sonriendo y extendiendo la mano -soy Lyra-

Ambos aprendices se mantuvieron en silencio, hasta que Cass se decidió a hablar.

-Soy Cassian, pero me puedes decir Cass- dijo el chico, sacudiéndosela levemente.

-Yo soy Mariella- le siguió su compañera, sacudiendo también la mano de la chica.

-¿Son nuevos por aquí? No recuerdo haberlos visto recientemente- les dijo Lyra.

-Pues… que te digo. Llegamos apenas ayer en la noche- dijo Mariella.

-A todos los alumnos: favor regresar a sus dormitorios asignados- dijo otra vez la voz amplificada.

-Genial- dijo Lyra con cierto sarcasmo -Vamos juntos y me cuentan algo más-

Mariella buscó a Félix con la mirada, pero siguió sin encontrarlo. Supuso que quizás los estuviera esperando en sus cuartos, lo que la llevo a aceptar la invitación de la chica.

-Andando- dijo, encaminándose hacia la salida.

-¿Si sabes a dónde vamos?- preguntó Lyra una vez salieron a los túneles.

-No trajiste un mapa??!!- le preguntó Mariella a Cass, alarmada.

-No!! Pensé que tú lo traerías!!- respondió él a la defensiva, hurgando en sus bolsillos.

-Tranquilos chicos- dijo Lyra antes de que Mariella se desesperara -Yo traigo el mío-

Acto seguido saco un disco de mapa holográfico de un bolsillo en su toga, y enseguida se encendió con un leve zumbido. El ya conocido punto rojo apareció frente a una gran cueva, que debía de ser el coliseo. La H amarilla estaba justo delante de ellos, solo tenían que seguir por un túnel y salir al anillo exterior.

-No eres de por aquí, ¿cierto?- le preguntó Mariella una vez estuvieron en camino.

Lyra soltó una risita antes de contestar. -No… Soy italiana… ¿Cómo supiste?-

-Ay no lo sé…- respondió Mariella, al tiempo que pensaba como supo eso.

-Y… ¿cuándo llegaste?- preguntó Cass después de un rato de silencio.

-Hace como una semana y media- respondió Lyra.

-Ay- dijo Mariella -¿Fuiste la primera?-

-Si. Con mi compañera Anna- dijo Lyra.

-No recuerdo haberla visto- le dijo Cass.

-Seguro la conocen más tarde. Ella es súper agradable- le respondió Lyra, deteniéndose en seco.

-Seguro- respondió Mariella -¿Por qué nos detuvimos?-

-Es mi cuarto. Yo me quedo aquí- respondió Lyra, señalado a su derecha.

En efecto, había un pequeño túnel hacia donde señalaba, en cuyo final se encontraba una puerta igual a la del cuarto de los chicos, de cuarzo y con las manijas doradas. La única diferencia era el nombre, que aquí era A-21.