Indestructible (Camren - 2da temporada de XXVII)

Capitulo 18- Hablarle a la luna

Pov Lauren.

No podía dormir, por mas que lo intentaba, simplemente no podía y tampoco podía permanecer dentro de mi apartamento ni un segundo mas, por lo que me levanté, me vestí, me coloqué una chaqueta y salí del departamento, solo para comenzar a subir pisos y finalmente llegar a la azotea del edificio, en donde me recosté en el suelo y miré el cielo, miré la luna y traté de sentirla, aunque fuera a la distancia, traté de notar si ella también miraba a la luna con la misma admiración con la que yo lo hacia, o si ella también se aislaba para hablarle a la luna, justo como yo quería hacerlo esta noche.

-L: Se que estas afuera, en algún lugar muy lejano... Te quiero de vuelta... Mis vecinos creen que estoy loca, pero ellos no entienden que eres todo lo que tenía...

Suspiré, limpié la lagrima silenciosa que recorría mi mejilla luego de pasar mis manos por mi rostro, volví a llevar mi vista al cielo.

-L: En las noches cuando las estrellas iluminan mi habitación, me siento sola a hablarle a la luna, tratando de llegar a ti, con la esperanza de que estés al otro lado, hablándome también o tal vez solo soy una tonta que se sienta sola a hablarle a la luna... ¿Sabes? Dicen que he enloquecido, y quizá sea cierto, pero ellos no saben lo que yo se, porque cuando el sol se pone, alguien me responde, y se que ese alguien eres tu... ¿Sera que alguna vez me oyes llamándote? Porque cada noche le hablo a la luna aun tratando de llegar a ti... Cada noche la miro pensando en que tu estas haciendo lo mismo que yo, y eso me reconforta un poco, me reconforta hablarle a la luna, con la esperanza de que tu hagas lo mismo que yo y así, estar un poco mas cerca de ti...

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Pov Camila.

Al día siguiente.

No habia dormido muy bien anoche pensando en tantas cosas, y a pesar de eso, no me sentía realmente cansada, pero aun así, Dinah habia insistido en quedarse conmigo hoy, sin embargo, y no se como, logré convencerla de que fuera a trabajar, al igual que a Normani, logrando estar sola unas cuantas horas, lo que creía yo, sería bueno para mi.

Toda la mañana fue muy tranquila para mi, descansé lo necesario e incluso adelanté algunos pendientes que tenía de la editorial al tener algunas semanas libres por la complicación de mi embarazo, y aunque papá habia insistido en que no era necesario que me llevara trabajo a casa, yo me había empeñado en que así fuera, quería mantener mi cabeza ocupada para no pensar tanto en cosas que solo me harían mas daño.

Algo que estaba funcionando a la perfección, hasta que tocaron a la puerta y noté quien estaba ahí.

-C: ¿Que haces aquí, Shawn?

-Sh: Vine a ver a mi esposa, porque eso eres aun, Camila, mi esposa.

El sin importarle, me hizo a un lado, entró al departamento y como si nada, se sentó en el sofá donde segundos antes yo estaba, miró el computador en donde estaba trabajando y dejó salir una risa burlona mientras negaba con la cabeza.

-Sh: Podrías hacer un mejor trabajo en esa mierda de Editorial donde todo tienes fácil, pero veo que no eres competente ni para eso.

Suspiré sin responderle, cerré la puerta y lentamente me fui acercando a el, dejando un poco de espacio y permaneciendo de pie frente a Shawn mientras que el me miraba con una sonrisa un poco macabra que sin duda, me llenaba de miedo.

-C: ¿Que quieres, Shawn?

-Sh: Verte... ¿Y Dinah y Normani? ¿Donde están tus perras guardianes?

-C: No les digas así.

-Sh: (Se puso de pie y se acercó) Uy ¿estoy ofendiendo a tus amiguitas? Bueno, lo siento muchísimo, Camila, no es mi intención, pero eso es lo que son, perras, ahora dime, ¿donde están?