Indestructible (Camren - 2da temporada de XXVII)

Capitulo 28- Mi pequeña princesita

-L: ¡¿Ya?! ¡¿Ya?! ¡¿Ahora?!

-C: ¡Si! ¡Ahora! ¡¡Ya!!

Logré reaccionar, sin embargo, de una manera nerviosa y un poco asustada, por lo que en lugar de ayudar a Camila, comencé a dar vueltas por la habitación, mirando a todos lados completamente en pánico.

-L: ¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! ¡¿Que debo hacer?! ¡¿Que es lo que debo hacer?!

-C: ¡¡Llevarme al maldito hospital, Lauren!!

Gritó Camila, soportando las contracciones, mientras tocaba su vientre con una mano y con la otra se recargaba en la cama, fue cuando esta vez si pude reaccionar adecuadamente, la miré y casi a tropezones llegué con ella, tomándola de la cintura.

-L: Cierto, cierto, al hospital, vamos al hospital.

Camila asintio, la ayudé a ponerse lo primero que encontré con mas rapidez que un rayo, tomé la mochila con ropa que ya teníamos preparada tanto para ella como para la niña y mientras la sujetaba con firmeza, salimos del departamento, ella entre pequeños gemidos y jadeos por el dolor de las contracciones y yo con un revoltijo en el estomago y un manojo de nervios recorriendome el cuerpo, pero aun así, me las arreglé para salir del edificio, ayudarla a sentarse en el asiento del auto, después corrí hasta mi propio asiento y tan rápido como pude empezamos el camino al hospital.

-L: ¡Respira, amor, tranquila!...

-C: ¡Eso estoy haciendo, Jauregui!

-L: ¡Bueno, pues no dejes de hacerlo!

-C: ¡Ya lo se!

Se preguntaran, ¿Porque gritamos? Bueno, ni yo lo se, supongo que el dolor de Camila y mis nervios eran factores bastante viables para hacerlo por lo que era comprensible, de manera, que entre gritos tanto de ella como míos, llegamos al hospital, que gracias a Dios estaba bastante cerca del edificio donde vivíamos, bajé corriendo del coche, y tropecé por segunda vez en la madrugada hasta entrar en la sección de urgencias.

-L: ¡Mi novia esta a punto de tener un bebé! ¡Necesito que me ayuden!

Grité, y sin esperar nada mas, salí corriendo de nuevo hacia afuera, sin saber si alguien del personal me seguía o no y llegué al auto donde había dejado a Camila, abrí la puerta de ella y me puse en cuclillas a su lado para tomar su mano.

-L: Ya vienen, amor, tranquila, ya vienen por ti.

-C: ¡Pues que se apresuren!

Me inquiete todavía mas, si es que se podía aun y me puse de pie, me giré y respiré con mas alivio cuando vi a un par de enfermeros viniendo hacia nosotras con una silla de ruedas delante.

Llegaron rápido, me hice a un lado y los ayudé a poner a Camila en la silla de ruedas y una vez sentada en ella, entramos al hospital, con Camila sosteniendo mi mano con una fuerza inconmensurable que empecé a sentir dolor también, aunque no me importó y no la solté, no hasta que me pidieron que esperara en donde me encontraba para prepararla y que después me llamarían, pero antes de dejarla irse, me incliné hacia ella, besé su mano y después su frente para mirarla a los ojos, donde pude ver miedo.

-L: Vas a estar bien, las dos lo estarán, te lo prometo.

Camila asintio, dejé otro beso mas y ya no la detuve mas, los enfermeros se la llevaron y yo me quedé al otro lado de las puertas, suspiré con las manos cruzadas detrás de mi cabeza y me dispuse a avisarles a todos.

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Media hora mas tarde y no sabia como le habían hecho, pero todos ya estaban presentes en el hospital, Alejandro, mis padres, mis hermanos, Dinah y Normani y Ally y Troy, todos estaban presentes y a mi me comían los nervios.