Mi Problematico novio

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.Anaís.

—Zerek, por favor no estés enojado conmigo—Suplique llorando.

Entró a casa golpeando la puerta sin hacerme caso, Mi madre se asomó por el sillón, Y miro sorprendida a Zerek y después a mi.

—¿Que a pasado?—pregunto con sorpresa.

—Tú hija se está viendo con un tipo—Gruño molesto, caminando a todas partes de la sala.

—¿Y eso qué tiene de malo?—Pregunto con duda, mirando a mi hermano.

—Le lleva como cuatro años si no es qué más—Grito molesto, señalandome—Son novios, yo lo ví, él le sonreía y ella estaba como un tómate

—Zerek, Tú hermana Tiene derecho de ponerse como tómate si está viendo a algún chico—Replico mamá, cruzando sus brazos—Tú tuviste novias a esa edad, no veo por qué ella no

—si, pero no tan grandes, ese tipo es todo un maleante—Gruño enojado, subiendo las escaleras.

Suspiré, miré a mi madre y ella solo negó, Riéndose, me abrazó y acarició mi cabeza.

—El va a entender qué necesitas conocer chicos—dio un beso en mi cabeza y se apartó.

Sonreí, Subiendo las escaleras, caminando a mi cuarto, abrí la puerta, y extrañamente un olor extraño se olía en aquél cuarto. Perfume de hombre.

Comencé a Revisar mi cuarto, tratando de encontrar algo, pero nada, ¿Por qué mi cuarto olía a hombre?, Unas manos taparon mis ojos, susurrando un "shhh" en mi oído, aquél susurro me hizo temblar.

Las manos de aquél extraño eran grandes y un poco rasposas, poco a poco las fueron quitando, un suspiro salió de mi boca al mirar a Aron parado frente a mi, con un traje elegante.

—Hola primor, lamentó asustarte—dijo con aquél asentó Ruso qué no podía quitarme.

—¿Que haces aquí?—dije en un susurro, para qué nadie nos escuchará—Mi padre puede entrar, oh mi hermano

—Tú padre no llegará hoy por asuntos de trabajo, y tú hermano estará muy ocupado rompiéndose la cabeza de por qué su hermana menos sale con un tipo qué pelea ilegalmente—Dijo mirandome a los ojos, sin parpadear—Vengo para llevarte a una cena, así qué arreglate

—¿A una qué?, ¿Yo?, No, no, Aron vete por favor—Suplique.

—Te arreglarás en tres, Y si no lo haces juro sacarte de aquí cómo estás—Demando, sentándose en la cama mirándome con seriedad.

Suspiré, me Giré para poder escojer mi ropa y poder meterme al baño con ella, pero su voz de nuevo me hizo parar.

—Yo la escojere, tú métete al baño—Dijo dándome un ligero empujón.

Suspiré, Asintiendo con la cabeza, metiéndome al baño.

¿Como había entrado, y encontrado mi casa?.

Horas más tarde.

.Aron.

—Ese estúpido chico de allá no deja de mirarte—Susurre enojado, Mirando a Anaís por encima del menú.

—¿Eso tiene que importar?—Pregunto tomando de su malteada.

—¡Si!—Susurre en un grito, apretando el menú.

—No somos nada, No debería de importar—Dijo simple.

Suspiré, Asentí varías veces, mira hacia todos lados, tratando de respirar con normalidad, Ví a aquél Mocoso acercarse a nuestra mesa, Miré a Anaís quién estaba entretenida dibujando atrás del mantel, Me levanté un poco, Tomé la cara de Anaís y la bese.

La bese como nunca antes he besado a una mujer, Posesivamente tomé sus labios, Ella era mía desde el momento en el qué cruzamos palabras aquella noche, Su respiración se atascó pude escucharlo, y sentía su corazón latir con fuerza, abrí uno de mis ojos mirando a aquél Mocoso. Demostrándole qué ella era mía, Y lo mío no se ve ni se toca.

Me separé con lentitud, tomando de su labio inferior, Jalandolo y dejándolo después libre, tomé mi lugar, acomodando mi sacó, Mirando hacía todos lados, Sonreí al mirar la cara de Anaís.

—Estas roja como un tómate

—¿Por qué hiciste eso?—Pregunto sorprendida, Respirando con dificultad y tratando de no mirarme a los ojos.

—Ahora me perteneces Anaís, dijiste qué no éramos nada, bueno, Ahora lo somos, eres mi novia, y ningún estúpido niño puberto puede mirarte—Dije mirando el menú de nuevo, esperando nuestra comida.

Sentía su mirada en mi, pero la ignore, ella aprendería a acoplarse a mi, tendría que acatar mis órdenes.

Ahora era mía y le gustará o no tendría qué aprender.