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.Narrador.

-¿así qué le dijiste que no éramos novios?-Gruñó molesto, Golpeando la pared con su puño.

Su rostro estaba rojo, Mirando a la pequeña a los ojos, Anaís moría de miedo, haciéndose pequeña en ese gran sillón negro.

-Pensé qué era broma-Susurro.

-Deja de pensar entonces, Hablaba jodidamente enserio, ¿Y tú me sales con esto?-Se acercó a paso rápido hacía ella, Incandose frente a ella, tomó su rostro entre sus manos y lo apretó un poco-Eres mi novia, eso te hace ser mía, quiero qué le digas a tú hermano que soy tú novio, si no de lo contrario lo haré yo-beso sus labios en forma Posesiva, sorprendiendo a Anaís.

Quería llorar, ocultarse, o ir corriendo hacía su hermano a pedirle ayuda, Ella no sabía como estar con un hombre, por qué eso era Aron, un hombre, uno muy peligroso, ella sola no podría y menos con lo tonta qué es.
Aron se separó de ella, La tomó del brazo y la levantó como peso muerto, Atrayendola a el.

-No quiero qué pienses qué soy alguien malo para ti, puedo llegar a ser tan dulce como tú, sólo, obedece mis órdenes y todo estará bien si?-Beso sus labios cortamente.

Era Demasiado tarde para el decir eso, para Anaís el era un hombre malo, uno del cual debía estar lejos muy pronto.

****

-¿¡puedes decirme donde estabas!?-Grito Brayan furioso, mirando a su hija menor entrar por la puerta-Son las doce en punto de la noche Anaís, ¿con quién y donde estabas?.

Anaís miro a su madre y después a su hermano, Jugo con la manga de su suéter y bajo la mirada, ¿ahora qué debía decir?, ¿qué se quedó con su "novio"?, ¡no!, La mataría y para su hermano sería la más detestable persona...era tan difícil tener "Novio".
Levantó la cabeza mirando a su padre, su pie golpeaba el suelo, haciendo un molesto ruido, Mordió su labio y suspiró.

-Vi un grupo de violín tocando en el museo y yo...me quedé observando, una chica, la maestra, me preguntó si quería entrar y dije qué si, Estuve en el museo todo el día-Susurro, sin dejar de jugar con sus mangas.

Su madre grito feliz pues su hija podía por fin participar en algo y con chicos.

-Por fin podrás tener novio-Grito Cameron feliz.

-¿¡Que!?-Gruñó Brayan, mirando mal a su esposa.

Anaís suspiró dejando salir todo el nervio y tensión de su cuerpo, Se había salvado...esta vez, sentía la mirada de su hermano en ella, esperando a qué dijera la verdad, y sabía qué al cruzar el pasillo su hermano estaría en su cama, haciéndola hablar.

-Anaís y yo hablaremos, tiene que contarme lo del museo-murmuró Serio, Dando a notar la falsedad de su mentira.

-Antes de qué se vallan, Anaís, te quiero aquí no más tardar a las diez y no quiero qué descuides Tus estudios-Susurro su padre, beso su frente y se fue, su madre levantó los pulgares y se fue tras su padre.

Zerek tomo a su hermana con fuerza del brazo, Llevandola arriba, Al llegar a su cuarto, Cerró la puerta con seguro, Y hizo qué Su hermana se sentará, Se paseo por el cuarto, mirando a su hermana con seriedad.

-estoy esperando a qué hables Anaís-refunfuño, Anaís se quedó callada, mirando a otro lado-¡Qué hables joder!-Grito Golpeando la cama. Anaís grito, Llorando, mirando a su hermano enfurecido-Me dijiste que no tenías novio-susurro cerca de su oído.

-No lo tengo

-¡no mientas!, No fuiste al museo, no existe un grupo de violín, estaban con él, él tipo de la pelea-gruñó molesto.

-¿cómo sabes eso?-dijo Mirándolo con ojos muy abiertos.

-Te ví salir con el de una casa muy bonita.

Anaís se quedó callada, llorando, Su hermano estaba muy alterado, su reparación subía y baja con fuerza, sus nudillos estaban blancos, y sólo quería golpear algo. Al ver qué su hermana no Paraba de llorar, se tranquilizó un poco, el jamás le había Gritando, ni levantando la mano, ahora la culpa estaba en el por haber echo eso. Suspiró, se agachó frente a ella y tocó su Cabello.

-No quería gritar, pero...Dios Anaís-levanto su cabeza, tocando su mejilla, apartando las lágrimas qué corrían por sus mejillas-No quiero qué ese maldito te haga daño ni ningún otro, eso es todo

-Yo no quiero estar con el-Susurro.

Su hermano la miro con extrañeza.

-¿como?

-El dijo qué yo era su novia sin preguntarme ni nada, Dice que soy de el, hoy estuve en su casa por qué se enteró de que nadie sabía lo nuestro, Y dijo que si no te decía lo haría el-Sirvió su nariz, mirando a su hermano a los ojos.

-¿Y tú qué opinas?-Pregunto acariciando sus piernas.

-Solo quiero qué me deje en paz, no quiero discutir contigo por el-Sonrió.

Su hermano río, y abrazo a su hermana, La cargó y enredo sus piernas en el, acostándose así en la cama, Zerek acariciaba su cabeza y ella su pecho desnudo. Él chico ideaba en como ayudar a su pequeña niña de aquél sujeto. Anaís calló dormida en su pecho, Zerek apartó su cabello y la miro dormir.

Te ayudaré...susurro antes de caer dormido

Mi Problematico novio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora