XIV

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.Narrador.

Nada tenía sentido en esta vida, Absolutamente nada, y Anaís estaba dándose cuenta de eso, mientras caminaba sola por la calle, Solo ella y el cielo nocturno lleno de estrellas, Miraba fijamente la calle mientras por su cabeza pasaban millones de preguntas, y todas siempre se referían a él.

Aron.

¿Su vida sería mejor si no lo hubiera conocido?, ¿Habría cambiado algo en su aburrida y monótona vida?, ¡por supuesto que no!, Desde qué conoció a Aron,  su vida paso de ser calmada y aburrida a estar en un punto de adrenalina máxima,  preguntándose si en algún momento los pillarian, Paso de pensar qué escapar y mentir era malo y peligroso a hacerlo cada noche desde qué conoció a Aron, Jamás imaginó besar y pensar mas allá sobre una persona,  ¡por supuesto que su vida fue mejor desde que él está!, pero... A la vez, es malo, peligroso y misterioso.

Lanzó una piedra pequeña con la punta del pie, suspiro y paro un momento.

—esto apesta—murmuró.

Hacía frío, sus pies dolían, y su teléfono había sido destruído por Aron, ¿que mas seguía?.

Un auto negro se paro abruptamente aún lado de ella. 

Salto, miro hacia el cielo, y Bufo. Los vidrios del auto fueron bajando lentamente, exageradamente lento, Anaís no tenía escapatoria, si corría aquel auto la seguiría y atraparía, su única opción...quedarse y esperar lo peor.

Los vidrios por fin bajaron y dejaron ver el perfil de aquél hombre misterioso, Aron. Apretaba el volante con fuerza, su mirada era seria y fría, como aquella noche, se escucho un suspiró de Anaís y un Ligero Carraspeo de Aron.

—Sube—Demandó. Anaís no tardo ni un minuto en hacerle caso y subir al auto,  al sentir la piel del asiento suspiro, descanso su cabeza sobre el espejo de la puerta y cerro los ojos,  sonriendo—¿Porque sonries?.

—Sabía que no me dejarías sola—dijo aún con los ojos cerrados, frunció el seño, se acomodó bien y miro a Aron—¿Cómo sabías donde estaba?

Él rio y arranco el auto.

—¿Por que te fuiste?—murmuró después de un rato.

—Tú pediste hacerlo—Dijo simple, mirando hacía otro lado.

—No debiste de hacer caso—

—¿Los papeles se intercambiaron?, Tú la mujer y yo el hombre—Dijo mirandolo, él sonrió y guardo silencio de nuevo.

Anaís tenía demasiadas dudas, y él parecía muy relajado, era su oportunidad para comenzar a hacer ese pequeño interrogatorio.

—¿Por que me elegiste?—Pregunto de repente. Aron guardo silencio, sabía a qué se refería pero no quería decir nada—Contesta—dijo seria.

Suspiro, cerro los ojos, bajo la velocidad del auto, lamió sus labios y suspiro.

—Todos debemos tener algo bueno en esta vida—soltó, Anaís se extraño, miro con seño fruncido.

—¿Qué?—

—Mi vida es un asco, Yo soy un asco, Toda mi vida fue se trato de matar y no dejar qué me matarán, Cuando eres algo tóxico siempre buscan la manera de tenerlo controlado, cuando te miré en ese lugar... Sabía que tú serías la cosa qué me tuviera tranquilo, en un lugar tranquilo, donde pudiera estar sin importarme si soy tóxico o no—Sólo una vez había mirado a Anaís, y fue un corto tiempo—Y por qué tengo una ligera Fantasía por la gente débil—aparco el auto, salió de el y comenzó a caminar hacía su casa.

¿Débil?,  ¿Ella?, ¡No!...¿o si?.

Anaís.

—No soy débil—Dije alzando un poco la voz.

Aron rio ruidosamente, negando con la cabeza.

—Eres débil, Miedosa, Sumisa y Risueña, La chica de libros perfecta—se dio la vuelta y sin parar de caminar me sonrió

—Estas mintiendo—trate de defenderme

—Escapaste de tú casa, Saliste a casi tres de la mañana por mi...Viniste a mi casa sin chistar,  y subiste a mi auto al decirte Sube—Mencionó risueño.

bufé, baje la cabeza y asentí, tenía razón.

—No te burles de mi—Dije molesta, Aron paro. Se giró y me miro con seriedad.

—No lo hago, ¿Por qué lo haría?—Pregunto cruzando los brazos,  recargandose en la pared.

—Por que eres alguien frío,  no sientes nada—Camine hacía él—Aron no siente nada—

—No me conoces en lo absoluto—Gruño.

—Se lo suficiente, eres un ser detestable,  incapaz de sentir algo por alguien—

Nuestras miradas se retaban, nuestras narices narices se podían tocar... Y de pronto.

—¿puedes cargarme?—Pregunte, "tonta" me susurre dentro de mi cabeza—Mis pies duelen—Aron miro hacía el suelo, y noto qué estaba de puntas. Rio, y en un solo jalón la tomo en brazos, Acorralandime en la pared.

—Y bajita también—Dijo burlón.

lo mire por mucho tiempo, Mi corazón comenzaba a palpitar con fuerza, no había sentido eso desde qué conocía a Aron, al principio lo odiaba y no sentía una sola pisca de sentimiento por él, pero ahora... Era diferente, muy diferente.

—Eres lenta para entender—Dijo molesto,  tomándome por sopresa.

Tomo de mi barbilla y me acerco a él, besandola con rapidez, los dos sonreímos al notar la necesidad qué había en ambos.

El beso subía de intensidad,  por primera vez me estaba dejando llevar, y la sonrisa de Aron cada vez de hacía mas grande,  Escucharme hacer pequeños sonidos lo hacía feliz,  y me lo hacía saber, ¿por qué estaba haciendo esos sonidos?.

Y por otro lado, sólo pensaba dos cosas.
Se sentía bien.
Mi padre me mataría.

2 A.M de la mañana.

Brayan.

—Voy a Matar a esa niña—Gruño, Golpeando con su puño la mesa.





Mi Problematico novio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora