XII

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.Anaís

Las palabras de Aron estaban en mi cabeza, una y otra vez, sentía nervios de lo que pudiera decirme o hacer, esta mañana él se puso como loco, y en realidad no quería estar en su casa, estaba desafiando mucho a la suerte, y no quería eso, para nada.

Suspire, colgué mi mochila, abrí una ventana del cuarto, y sin pensarlo, salté, traté de caer en cuclillas, pero no funcionó, lo bueno de todo es qué no morí, al cruzar la calle, un auto encendió sus luces delanteras. De el se bajaron dos hombres, Los miré y ellos a mi, suspire, quite mi mochila y subí al auto.

En realidad no me gustaba hablar mucho, prefería cerrar la boca, pero desde qué estoy con Aron, todo a cambiado y Ahora qué estoy con los Sujetos de Aron, deseaba hablar, tener alguna conversación, Algo, pero nada salía de mi boca, Nada, así que estuve así hasta llegar.

Los Sujetos me dejaron afuera de la casa de Aron, sostuve mi mochila con fuerza, Toque dos veces la puerta y antes de poder parpadear, Aron estaba abriendola, como si estuviera esperándome.

-¿Estabas esperándome?-Pregunté, me hizo pasar con un gesto no muy lindo.

-¿Tienes algo qué ver con tú hermano?-Dijo de repente.

Mi cara se volvió roja, mirándole a los ojos, negué.

-¿Como por qué tendría algo que ver con mi propia sangre?-Pregunté un poco molesta.

Muchos en el colegio se preguntaban si eramos novios, Zerek siempre estaba conmigo, donde yo iba el estaba, Ya fuera: el entrenamiento, La pizzería, Alguna fiesta, Anaís siempre iba con él, y yo jamás entendía qué era lo qué le veían de raro, Zerek siempre fue así, desde pequeños siempre me cuido y protegió de los mas grandes, él siempre estaba para mi. No deberían de manchar algo tan lindo como es mi relación con mi hermano con eso.

-No juegues conmigo Anaís-Dijo molesto, se acerco a mi, pero no lo suficiente para intimidarme-e visto como se miran, y sonríen, Estaban abrazados esta tarde en su cuarto, ¡Solos!-Grito, di un brinco de sorpresa, mirándolo sorprendida.

-¿Estás espiandome?-Susurre, me aleje lo más que pude de él, mirándolo con miedo.

-No me cambies el tema, Quiero qué estes lejos de tú hermano, Quiero qué destruyas eso, ¿Entiendes?, no quiero que otro hombre te este tocando-Me sostuvo de los hombros, mirándome serio.

Su mirada daba escalofrío, Era demasiado penetrante.

-Es mi hermano, No haré eso-conteste molesta, soltandome de su agarré-No quiero qué me toques-

Golpeó la pared molesto, gritando después, todo estaba dándome demasiado miedo, y él no se controlaba.

-Todos pueden tocarte, ¡Todos!, exepto yo, ¡Que soy tú novio!-Volvió a golpear la pared, miré sorprendida la gran grieta qué causo, y después su mano ensangrentada.

-¿Donde esta el botiquín?-Pregunte alarmada, comenzando a buscar por todas partes.

-Qué mas da-Chasqueo la lengua, sentándose como si nada en el sillón-No te importo-

-¿¡Donde esta el botiquín Aron!?-Grité, era la primera vez qué gritaba así a alguien-Lo siento, Lo siento, Aron, por favor, ¿donde esta el botiquín?-Pregunte mas calmada.

-En la cocina-

Corri hacia la cocina, buscándolo por todas partes, al encontrarlo lo tome, corriendo de vuelta hacia Aron, me arrodillé ante él, Extendí sus manos y abrí el botiquín.

-Tienes qué dejar de hacerte daño-Susurre, pasando gasas con agua en la herida.

-Tienes que dejar se ser tan respondona-Contraatacó.

-Si dejarás de darme órdenes, todo sería diferente-Las gasas estaban llenas de sangre, tome agua oxigenada y deje caer en la gasa, quizás con eso pararía.

-Eres mía-Argumento, sentía su mirada clavada en mi, y sabía que por su cabeza no pasaba nada bueno.

-Deberías de dejar de escudarte en eso-Dije, tome una venda al ver que ya estaba todo limpió, al intentar ponerla, él tiro todo, me levantó como un saco de plumas, y me tiro al sillón-¿Aron que haces? -Susurre, estaba demasiado cerca de mi, y eso no era nada bueno, las luces de peligro se activaron al instante.

-Deberías de dejar de hablar y besarme-Antes de poner decir algo, sus labios estaban sobre los míos, trataba de alejarlo, pero eso solo lo hacía gruñir más, Tomo mis manos, y las aparto.

Era brusco y muy poco cuidadoso a la hora de besarme, sentía miedo, mi corazón sentía miedo, pero mi mente... Mi mente me proyectaba como una loca montana de algo, Mi mente estaba vuelta loca, Como si fuera un animal en celo, Y eso estaba mal, podía hacerme cosas qué me arrepentiría después.

Y... Eso hizo...Dejo de luchar, mi cuerpo se relajó como si hubieran puesto droga en mi, mis manos se resbalado de su agarre, sosteniendo su nuca, Él sonrió, ¿Pero qué era lo gracioso?, estaba por quedar como la más cualquiera del mundo y él estaba sonriendo. Sus manos me sostuvieron con fuerza de la cintura, bajando lentamente por ellas, ¿Tendría qué pegarle?, ¿Que hago?. Mi mente seguía bailando y sonriendo, estaba disfrutando esto.

La puerta sonó, su mano paró al llegar al botón de mis pantalones, suspire, gracias al cielo qué no llegamos a más, levanté un poco mi cabeza, al igual que Aron, un Hombre muy bien vestido estaba parado frente a nosotros, sonriendonos, observé a aquel hombre, se parecía demasiado a Aron, Su cabello era negro, Su piel un poco mas morena que Aron, pero el color de sus ojos eran idénticos, un color miel verdoso, demasiado bonito para ser verdad, mire a Aron, él rápidamente me oculto, su mirada era de odio, y coraje su cuerpo estaba contraído, y podía ver sus manos echas puño, se levantó y después él, poniéndome detrás, su respiración estaba entre cortada y el latido de su corazón iba a mil por hora.

Volví a mirar a aquel hombre, y de nuevo su parecido me sorprendió ¿Quién era aquel hombre?, Y ¿Por que Aron se había puesto así?, el jamás me dijo que tenía familia...

-Hola, Olwen-

Muajajajajajjaa muajajajaja c;




Mi Problematico novio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora