Mi Mafioso |BillDip| (Bill X Dipper) Gravity Falls

12. Jaula de oro.🎩

Por el drástico cambio de temperatura puedo deducir que la noche a caído. Me trataba de a cobijar entre mis playera oscura rodeado mis brazos hacia a mí mismo. Inútil.

—No te a pegues a la pared. Te dará más frío. —Escuché decir por parte de Robbie.

—Gracias por la recomendación. —Me alejé de la dura y rasposa pared de piedra. —Tal vez sea tonto y estúpido pero, ¿sabes dónde estamos? —Le pregunté.

—No, sólo te puedo decir que estamos en Rusia, tal vez en una de las calles más desoladas en las profundidades de ésta. Quién sabe...

—Jo-Joder.

El frío calaba mis huesos dejándome una sensación vacía, ¿dónde estás Bill? ¿Por qué no vienes por mí? ¿Acaso ya no te importo? Espera... ¡No! ¡Inaudito! Prefiero morirme aquí encerrado en esta pútrida celda con olor a moho junto a mierda que estar en los brazos de un asesino. Un ser que mata gente por diversión no se le puede considerar humano, no puedo soportar esto, si continuo un segundo más a lado de Cipher estoy seguro que me volveré loco.

—¿Qué edad tienes? Estoy seguro que no quieres dormir por ahora, yo la primera noche estuve despierto. —afirmó un poco melancólico.

—D-Dieseis.

—Eres tan joven.

Quería decir algo pero el retumbar de una puerta abriéndose de manera abrupta silencio mis posibles palabras.

—Omega. —llamó sin emoción un pelirrojo procedente de la puerta.

—Te llaman Dipper. —me aclaró el de cabellera carbón.

—¿S-sí?

El chico con traje y hebras rojas se acercó a mí celda, un par de choques con el metal y la puerta se abrió.

—Salte. —dijo.

¿Qué debía hacer? Este tipo sé reflejaba tan vacío como serio que hubiese preferido quedarme aquí.

—¡Vamos salte antes de que Will se de cuenta que te estoy ayudando! —me gritó eufórico, ¿me está ayudando a escapar? ¿Por qué? ¿No es él malo? Ni con todos los libros literarios que he leído puedo saber si es el villano o el héroe.

—Vete chico, tienes una vida por delante. —Robbie levanto su mentón señalando la salida. Yo no quiero dejarlo solo, ¿qué hago? —No te preocupes por mí mocoso. —¿cómo que no quieres qué me preocupe por ti? Tú también te ves joven, también tienes una vida por delante, no puedo dejar esto así.

—¡Ey! No tengo toda la noche así que vámonos. —avisó el pelirrojo. Aún con el temor recorriendo mi cuerpo salí, el chico de a lado me ofreció una melancólica sonrisa, fue lo último que vi antes de ver cerrar esa puerta pesada de fierro.

                            ***

—He saldado mi deuda pendiente de ti, ¿entiendes Bill? No quiero verme involucrado de nuevo en esto.

—Gracias Phill, de no haber sido por tú ayuda seguramente hubiese golpeado y castrado a Will.

Escuché como Bill conversaba con su hermano desde adentro de la habitación decorada con mármol y madera de sauce. Apretaba con fuerzas mis puños al grado que mis yemas se volvían blancas. ¿Se puede ser más patético? Fui rescatado por uno de los hermanos de Bill quien fue mandado por él mismo, fui salvado por las manos de un asesino sin piedad, como maldigo mi suerte. Ni las sabanas color crema podían resguardarme de mi desgracia y mi absorta pendejada. Como todo un completo inútil.

—No bajes la cabeza Pino. —la voz de Bill me ordena sin embargo, no tengo las fuerzas ni la emoción de verlo, aún el estando enfrente de mi no tome molestia de hacer desaparecer mí posición fetal entre el rincón de la habitación escondiéndome entre el espacio de mis rodillas.

¿Por qué no puedo volver al pasado? Así nunca me hubiera ido tarde del colegio para que me secuestraran y ahora seguramente estaría comiendo algo extraño realizado por Mabel.

—¿Qué te pasa Pino? —Cuestionó preocupado, claro, se me había olvidado, él no sabe que lo caché en la cafetería en medio asesinato.

—Ja...—reí sin emoción que la que debería representar ésta, era como una risa sarcástica — Y-Yo hubiera preferido morir encerrado que estar en las manos de un asesino... Y mirame ahora... Sigo vivo y a tu lado... —me sentía un completo idiota, tan denigrante y estúpido. —Soy un jodido desgraciado y mentiroso. Dejé a una persona ahí encerrada mientras yo como un buen cobarde me escapaba.

—Dipper. —Bill se acercó para consolarme pero yo evité eso alejándome lo más lejos de él hasta chocar con una de las patas de la gran cama.

—Soy un jodido cobarde.

—Mason, ¿qué hago para ayudarte? No me gusta verte deprimido, tú no eres así. —Escuche sus pasos acercarse. Levanté mi rostro dejándole ver mi cara húmeda por algunas lágrimas que habían escapado junto mí nariz más roja de lo usual.

—Desaparece, ¡devuelveme mi vida! ¡La vida que tenía antes de conocerte! ¡Dejame ir a casa! —Tomé su traje por el cuello con brusquedad hasta acercarlo, debía dejar liberar todas mis inseguridades que he estado guardando.

—Dipper, yo no puedo hacer eso. —su voz salía afligida mientras acariciaba mis mejillas hasta que chocamos nariz con nariz —Tienes que quedarte aquí, ésta sera tú nueva casa, te mantendrá seguro de todos.

—¡No! ¡Entiende! ¡No soy un objeto que puedes reclamar! ¡Me vale una mierda que tú seas gravedad cero! ¡No me importa! ¡Solo devuelveme mi vida! ¡Por favor! —supliqué escondiendome en su cuello, que descaro, viendo como está la situación y aún así su calor me parece el mejor refugio que puede existir.

—Rusia será tú nuevo hogar, solo me necesitas a mí Pino.

Me abrazo y acurrucó en su pecho, ¿qué debería hacer? Ahora me encontraba en la gran mansión de Cipher cautivo en los brazos de mí alpha. Parecía inportarle poco el saber que ya tenía el conocimiento de que él es mí escritor favorito.

¿Qué estará pasando por su cabeza ahora?

Fin del capítulo 12.