De manera inmediata el kazajo levantó la vista las lágrimas bañaban su rostro, trató de hablar pero su voz no salía, no sabía de que manera podía ayudar a su rubio.
Éste por su parte solo apretó con fuera la morena mano que lo tenía sujeto. -abrázame, por favor. - pidió para luego correrse dándole así espació a su novio.
Otabek nunca se iba a negar a nada de lo que le pidiera Yurio, con rapidez se despojó de la gabardina negra y sin más se recostó junto al ruso y le acunó en sus brazos cayendo así en un silencio, un silencio donde se brindaban apoyo. Luego de un rato el ligero cuerpo de Yuri empezó a temblar, Otabek sabía que estaba llorando y dejó que lo hiciera, esperaría lo qué fuera necesario para que Yurio le contara lo sucedido.
-Yo… Yo pensé que eras tú, cuando golpearon la puerta. - susurró Yuri y se aferró a la camisa de otabek.
- Pensé que nos despediriamos de una manera apropiada… Y cuando abrí la puerta me empujó hacía adentro y caí al piso ví a ese hombre… - la voz salía de manera entrecortada pues el miedo y el dolor empezaban a llenar nuevamente su alma.
- y cuando le fuí a golpear me tapó la boca con un pañuelo… de ahí solo… Solo son imágenes, unas distorsionadas u otras… Claras… - el cuerpo de Yuri empezó a temblar con más violencia y sus sollozos se hicieron más fuertes.
Otabek abrazó al rubio con más fuerzas, como si quisiera fundirse en uno, reprimió un grito de ira y frustración mordiéndose el labio inferior.
-Me violó… ¡Ese tipo me violó…! - gritó Yurio y con ira se removió del abrazo en el que lo tenían. Otabek se aferró más a él y con un poco de fuerza lo agarró de el brazo que tenía la intravenosa. - Sueltame… - sollozo Yuri y contrario a su palabra escondió su rostro en el pecho del moreno.
Otabek no había pronunciado ni una sola palabra, en verdad lo sabía que decir. Empezó a besar la cabeza rubia, más exactamente repartía besos en la coronilla y con una de sus manos brindaba cariñitos en la diminuta espalda pues en la posición en la que se encontraba se le facilitaba.
Yurio alzó la mirada y ambos se conectaron. Otabek pasó la vista inspeccionando el fino rostro, pálida piel, una naricita pequeña y respingada, labios finos y pálidos demasiado maltratados y -esos ojos azules, como un pozo de água cristalina, le rogaban por consuelo.
Con lentitud y prevención Altin se acercó a Yuri rozó su naríz con la contraria, dando mimos y pidiendo permiso. Cuándo fué a por los labios, el ruso lo esquivó.
-No… No lo hagas… - susurró Yurio.
El corazón de Otabek se agrieto ante el rechazo. - ¿Por que? - inquirió dolido.
-Es… Estoy sucio… Otabek, alguién más me tocó… Soy un asco… - declaró Yuri con más lágrimas en los ojos. En su mente estaba la idea que Otabek le rechazara por haber sido tocado por otro.
Ante estas palabras Altin abrió los ojos a más no poder, como se le ocurría a Yurio decir tal barbarie. Lo soltó del brazo para luego agarrarlo de las mejillas reforzando un poco el agarre.
-Mírame, Yuratchka Plisetsky. -Habló serio, sorprendiendo al nombrado.- Núnca más en tu vida… Núnca, vuelvas a decir éso. No eres un asco, No estas sucio. No dejes que otro te haga sentir menos. Demuestra lo que en verdad eres, demuéstrale que eres fuerte y que vas a salir de esto con la cabeza en alto, con la fiereza que te representa, no eres un hada, eres un soldado de ojos hermosos. ¿Me entendiste? -
Yurio no supo que decir. Solo de quedó callado y asintió lentamente. Ahora fue él quien se acercó a Altin y le dió un casto beso para luego separarse. - Vale. -
Luego del “regaño” ambos jovenes se acomodaron nuevamente en la camilla y sin aguantar más cayeron ante morfeo.
*-*-*
Bueno pues nuevamente agradesco a cada uno de sus votos y comentarios, espero que la historia sí les éste gustando.
Cada reacción por parte de ustedes me inspira a continuar y a mejorar.
Pd: No olviden visitar mi perfil de Wttp para conocer mis demás trabajos.
Los amo...
Bonus:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
