Life.

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Yurio llegó a San petersburgo y como era de esperarse no había nadie pendiente de  su llegada,  el viaje había sido tan imprevisto que los medios aún no habían sido informados de manera correcta,  pese a que eran acechados en España.  Aún así prefirieron caminar con cautela hacia la salida y luego de subirse al coche el rubio empezó a verificar su red social más usada,  Instagram,  bajaba sin interés una a una las publicaciones de las personas que seguía y se encontró con la publicación de uno de los medios de deportes.  “El héroe kazajo vuelve a su país” era el encabezado de aquella publicación, Yuri mordió su labio inferior y dudando un poco toco la pantalla para iniciar en video, solamente se escuchaban los gritos y las imprudentes preguntas,  ante ésto Yuri bufo,  el vídeo corrió un poco más y el ruso abrió sus ojos al escuchar las únicas palabras que dijo el moreno antes de subir al coche.

“Le doy mis mejores deseos a Yuri Plisetsky, que todo lo que se proponga lo cumpla.”

Yuri apagó el móvil y miró hacía la ventana,  aguantando las lágrimas y reprimiendo un grito. Luego de que subieron los demás al coche,  este arrancó hacia su hogar.  

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-La próxima competencia es dentro de unos 4 meses.  - dijo Michael,  mientras dejaba las maletas en la entrada del hogar de Otabek.  - Puedes descansar el primer mes y luego empezamos con la práctica y demás.  ¿Te parece? - inquirió.

-No lo se… Es mejor si empezamos ya.  - respondió el moreno.  

-Vamos,  Altin.  Un descanso no hace mal.  Despeja tu mente,  sal,  diviértete un poco.  Luego nos ponemos serios.  - pidió el hombre,  tratando así de relajar a su patinador.  

Otabek dudo un poco y luego asintió.  - esta bien,  gracias Michael.  -

-No hay de que. - le restó importancia.  - Por cierto ¿Dónde está tu familia? -

-Ellos están en Italia,  mi hermana está en una competencia de gimnasia.  - aclaró.

-Vaya… Una familia de deportistas.  - dijo asombrado. - Bueno,  es hora de irme,  si sucede algo me llamas,  descansa.  - culminó Michael y sin más se subió al carro y se fue.  

Otabek suspiró y cerró la puerta de su casa,  miró todo a su alrededor y se dirigió a su habitación,  con maletas y todo.

-¿Que haré en este més? - se preguntó a sí mismo.  Se lanzó a su cama.  - por el momento,  dormiré.  - susurró y entre sueños llamó a su rubio.

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Yuri llegó a su casa y lo primero que hizo fue gritar el nombre de su querida mascota.  - Potya…!!! - el gato salió de una de las habitaciones y de manera lenta se acercó a su Yuri,  le olió y como todo gato empezó a restregarse en las piernas.  Yuri sonrió y se agachó.  - ¿como estas,  potya?  ¿Me extrañaste?  Yo sí te extrañé.  - susurró,  luego alzó al animal y salió rumbo a su habitación,  raramente,  arreglada.  Se tiró a la cama y empezó a molestar a su mínimo.  Un golpe en la puerta llamó su atención.

-¿Sí?- preguntó.

-Yuratchka,  sal un momento,  tenemos que hablar.  - aclaró Lilia desde el otro lado de la puerta.

Yuri suspiró y se levantó de la cama,  siendo seguido por su mascota. Cuando salió hacía la sala,  vio a su abuelo y a Yakov sentados,  Lilia llevaba unas tazas de café y las dejó en la mesa.

-Siéntate Yuratchka. - pidió su abuelo,  ante la orden el rubio se sentó y miró con ceño fruncido a los adultos.

-Tenemos que aclarar algunas cosas además van a haber algunos cambios.  - dijo Nikolai.

(Hiatus)Those eyes (OTAYURI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora