"La verdadera esperanza nace de la desesperacion absoluta", o por lo menos esas son las creencias de Nagito Komaeda pero, a pesar de idolatrar a su tan amada "Esperanza" él esta sumergido en un mar de dudas y desesperación, donde la fe en si mismo...
El vacío de aquella voz no era perceptible, a pesar de que escuchaba su eco no la comprendía.
- ... -
- ¡Hey! ¡¿Me estas escuchando?! -
De nuevo aquella voz volvió a llamarme pero, esta vez desperté de mi pequeño estado de inconsciencia.
- ¿Eh? ...¿Ocurre algo?- pregunté confundido.
- ¿Si ocurre algo? ¡¿Acaso no escuchaste?! - aquella voz que mostraba molestia provenía de Kuzuryuu quien me miraba un tanto fastidiado o resignado.
- Escuché todo, Nidai es la nueva víctima ¿No es así?- comenté en un intento de no causar más molestias.
Kuzuryuu asintió a mi comentario además de agregarme unas que otras cosas sobre el caso, era bastante amable para dirigirse a una persona tan decepcionante como yo, sin embargo, un evento que me esperaba ocurrió, Monokuma apareció de la nada solo para otorgarnos nuestra comida y como parte extra el archivo de Monokuma, a decir verdad lo último me llamaba la atención y a pesar de estar bastante curioso por la situación mantenía un comportamiento relajado.
Me dirigí a mis compañeros para ordenar los sucesos y ampliar nuestra escasa información sobre el asesinato.
Lo primero en conocer fue la información del elevador aunque la que más importaba era los sucesos de los cuales me perdí, al parecer a las 5:30 am el despertador de la casa de fresas se encendió, despertando a Soda quien encontró a Kuzuryuu en este lugar tratando de apagar el aparato, un poco después se les unió Tanaka quien también fue atraído por el ruido. Esto solo dejó una incógnita ¿Por qué era el único que no había escuchado el despertador? Todo esto me ponía como único sospechoso pero, por el momento no debía preocuparme por eso.
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Realmente me sentía halagado y contento de que compartieran un poco de información con este desperdicio de humano, los estudiantes de la esperanza eran capaces de muchas cosas, sin embargo, durante sus explicaciones, una duda surgió en mí... ¿De qué lado estaré? ¿Del asesino o mis compañeros? Esa pregunta no podría ser respondida por el momento al fin que, yo solo seguiría a la verdadera esperanza y tenía que comprobar en qué lugar estará pero, siendo ellos probablemente me lleve una grata sorpresa.
Todos comenzaron a investigar por su cuenta lo mucho o poco que podían hacer, por lo que termine quedándome solo en aquel cuarto aun reflexionando.
Tal vez tenía una oportunidad de descubrir un poco más de pistas si llamaba a la casa de uva, si realmente tenía suerte al llamar, la persona que estaría al otro lado sería (t/n), de esa manera no levantaría sospechas o causaría molestias, además era la única persona en la que podía confiar plenamente, dudaba de que ella fuera la asesina, no, era ilógico que ella lo fuera, no debía preocuparme por eso, aunque si fuera así no dudaría en ayudarla a escapar.
