"La verdadera esperanza nace de la desesperacion absoluta", o por lo menos esas son las creencias de Nagito Komaeda pero, a pesar de idolatrar a su tan amada "Esperanza" él esta sumergido en un mar de dudas y desesperación, donde la fe en si mismo...
- ¿Ellos vendrán? - fue el primer pensamiento que se me cruzó por la cabeza.
No tenía una idea clara de lo que se refería Makoto en ese momento hasta que... una luz y un corte de pixeles comenzó a visualizarse en uno de los estrados, algo tan llamativo pero, no lo suficiente para robarse el protagonismo de la persona que comenzó a formarse detrás de ese evento; una chica de piel pálida, unos fríos ojos morados y un cabello tan largo de color lila opaco con cierto toque plata que hacía que se viera más lacio de lo que ya estaba, su ropa mayormente negra con peculiar toque escolar le hacía ver seria y al igual que su mirada, se dejó ver un encanto en la chica.
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- No era necesario que te tomaras tu tiempo para decirlo - la voz de aquella chica era igual de fría que su mirada pero, podía notar cierta calidez en sus palabras.
Pero al igual que la llegada de aquella misteriosa chica, un chico apareció casi de inmediato con aquel extraño fenómeno acompañándolo, no hacía mucha falta observarlo para darte cuenta que era Byakuya Togami, aunque con una diferencia totalmente abismal, sus facciones varoniles se veían más resaltadas por su delgadez y el traje negro que llevaba puesto; una altura mayor incluso que la de Komaeda, si mis cálculos eran ciertos era unos 5 centímetros más grande pero, aquella leve diferencia era suficiente para que, una extraña autoridad sobresaliera ante todo, al igual que la chica, aquella persona mantenía una mirada seria pero, a diferencia aquellos ojos azules detrás de sus gafas se veían arrogantes.
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- ¿Creer? Trata de ponerte en nuestros zapatos antes de meternos en una situación como esta – la resignación con molestia en su timbre de voz, definitivamente me recordaba al tono del Togami que conocí pero, la forma de expresarse era un tanto distinta.
Makoto los observó gustoso y sin perder mucho tiempo nos los presento en una bienvenida algo rápida.
- ¡Kirigiri! ¡Togami! ¡Sabía que vendrían! –
Observé desconcertada a aquellas dos personas, aquellos dos sujetos debían ser miembros de la fundación del futuro, más bien las probabilidades de que lo fueran eran demasiado altas que debía de darlo por hecho.
